Formación y normalización laboral

David Herrero (ICAL)
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La Fundación San Cebrián desarrolla Itinerarios Personalizados de Inserción Sociolaboral destinados a personas con discapacidad para que puedan desenvolverse en el día a día y acceder al empleo

Formación y normalización laboral

Ayuda básica para fomentar las capacidades formativas de las personas con discapacidad y que puedan enfrentar con garantías una prueba de oposición para obtener una plaza de ayudante en gestión y servicios comunes, también conocido como ordenanza. Ese es el fin principal de la acción formativa de preparación de oposiciones para la administración y acceso al empleo público, enmarcada dentro de los Itinerarios Personalizados de Inserción Sociolaboral para personas con discapacidad que desarrolla la Fundación San Cebrián.

Estas acciones están cofinanciadas por el Fondo Social Europeo (FSE), cuando se dirige a mayores de 30 años, y los destinados a jóvenes menores de esa edad por FSE y YEI (Iniciativa de Empleo Juvenil). Todas se encaminan a mejorar la empleabilidad de las personas con discapacidad, mediante un conjunto de acciones y apoyos coordinados, personalizados y dirigidos, que potencien sus capacidades en la búsqueda de un empleo.

Dichos itinerarios se desarrollan mediante la metodología de la planificación centrada en la persona, que lleva consigo la elaboración de un proyecto de vida y un plan individualizado de atención que serán la base de actuación, señalan a la Agencia Ical las responsables de proyectos de la entidad, María José Rodríguez y Laura Carrasco

Formación y normalización laboralFormación y normalización laboralDe esa forma, el proyecto de vida de cada persona marca su itinerario personal y laboral. Explican que se beneficiará de acciones directamente tendentes a su desarrollo laboral y de acciones instrumentales necesarias para alcanzar el objetivo del empleo que más se adecúe a sus necesidades, prestando a cada una los apoyos necesarios para potenciar sus capacidades y minimizar sus dificultades teniendo en cuenta sus intereses y metas.

Las personas participantes ahora mismo son 80, con itinerarios desde 180 a 200 horas, proyectos ofertados que se dividen en dos grupos y acciones instrumentales como el apoyo conductual positivo, navegar en la red de forma segura, violencia de género, igualdad de oportunidades o taller de hábitos saludables, entre otros. Se complementan con actividades directamente tendentes a su desarrollo como trabajadores, con la orientación, habilidades e intermediación laboral, apoyo e integración en la empresa y formación específica, donde se localiza el curso de preparación de oposiciones para la administración y acceso al empleo público.

Dentro de la acción para la preparación de las oposiciones se localiza el curso de ayudante en gestión y servicios comunes, cuyo profesor, Daniel Sancho, subraya a Ical que, a partir de un temario desarrollado sobre los conocimientos, se imparte diariamente una hora de teoría, además de centrarse en el marco de las habilidades sociales.Desgrana que en las nociones impartidas cobra importancia la inteligencia emocional, así como los conocimientos relacionados con matemáticas, lengua, preguntas de cultura general o aspectos básicos como la elaboración de un currículum vitae. «Conocimientos que no solo les sirvan para poder aprobar una oposición, sino también de cara a la vida diaria para poder desenvolverse en la sociedad», indica. Está acostumbrado a trabajar también con niños, pero asegura que «lo primordial como profesor es la paciencia». 

«Al final, con buen trato, siempre responden bien, sin olvidar la positividad para que, poco a poco, se vayan concienciando de sus posibilidades y capacidades para lograr sus objetivos», añade. Por ello, anima a quienes no se atreven a acercarse a estas acciones formativas para mejorar su futuro.

EN PRIMERA PERSONA. Leticia Aguado, una de las alumnas, deja claro que la experiencia «es fenomenal, porque hacemos de todo». Desde roscos de palabras hasta cultura general, ya que en los exámenes de oposición puede entrar cualquier cosa de este ámbito. «Además, se hacen juegos de memoria para retener con mayor facilidad los conocimientos», comenta.

Asegura que la metodología «está muy bien porque se va dando poco a poco cada tema y se repasa, al mismo tiempo, lo aprendido». Hay aspectos más fáciles, como la comunicación verbal y no verbal, orientada a la atención al público en ayudar a la gente, «algo que me encanta y es muy importante para hacer sentir bien al resto de personas».

Más si cabe con la oposición a la que está orientada, ya que en dicha plaza se hacen multitud de tareas, como entregar paquetes y certificados, acompañamientos de clientes, resolución de dudas o problemas. De ahí la importancia de la comunicación. Reconoce que le haría mucha ilusión poder sacar la plaza y obtener un trabajo fijo que «permite ayudar a la gente». Una labor difícil y en la que hay que emplear mucho tiempo, aunque eso no quiere decir que no se pueda conseguir». «Si realmente quieres conseguirlo, luchas por ello», asevera Aguado.

Gonzalo Hijarrubia es otro de los alumnos del curso, quien, al mismo tiempo, trabaja en el centro de Hermanas Hospitalarias en el área de doblado de ropa y haciendo camas en una unidad de las instalaciones. Señala que está opositando porque quiere «sacar una plaza de conserje u ordenanza y poder aspirar a algo más».

En las clases se toca un poco de todo. «Hacemos teoría de 10 a 11,30 horas para proseguir con práctica de juegos y memoria, además de repasar todos los conocimientos aprendidos en la jornada anterior y someternos a exámenes semanales a modo de simulacros preparatorios», explica. Valora de forma muy positiva esta oportunidad y el apoyo a los conocimientos y recalca que las clases son muy sencillas y organizadas de manera resumida, con explicaciones esquematizadas. «Se lleva muy bien porque si Daniel se lía a dictar y a explicar cuesta más», dice.

De igual manera se posiciona Luis Antonio Abril, aunque en su caso se encuentra en Erte. Trabajaba en una lavandería, pero debido a un problema físico en los hombros que le imposibilitaba cargar peso y realizar diversas labores en su puesto, fue trasladado a otro centro de la misma empresa. La crisis sanitaria del Covid-19 desembocó en ese Erte, por lo que ha decidido aprovechar el tiempo que tiene para preparar las oposiciones.Se animó al enterarse de que un amigo se iba a apuntar y decidió probar suerte, más si cabe al no poder trabajar, ya que está a la espera de saber qué ocurre.

Aun así, no ha querido perder la oportunidad y seguir avanzando en sus conocimientos, de la mano de una acción formativa con la que está muy contento gracias a unos contenidos «adaptados y amenos», apostilla.