Víctor Corcoba

Algo más que palabras

Víctor Corcoba


Cuidado

26/01/2021

Cuidado con esta atmósfera violenta y deshumanizante que nos ensombrece el cielo, requiriendo de soluciones coordinadas, bajo el sustento de una coherente visión moral del mundo. Desde luego, la mejor ofensiva no pasa por la escapada, sino por la identificación del análogo y en reconocer nuestra propia ignorancia, para construir puentes, sanar heridas y estrechar lazos; y, así, poder llevar entre todos los humanos, las diversas cargas que la propia existencia por si misma expande. En consecuencia, la apuesta por una sociedad civil libre, diversa y activa es fundamental para cualquier forma de guía; y, como tal, ha de ser protegida, no estigmatizada o perseguida. Cuesta entender, además, la continua fiebre de ataques contra el personal de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas. 
Deberíamos, la humanidad en su conjunto, no escatimar esfuerzos para identificar y enjuiciar sin demora a los autores de esta avalancha de crímenes de guerra, reafirmándonos como especie comprometida activamente en el servicio a los demás, en dar la vida por un ideal humanístico, como el deseo de concordia, o de mediación sin venganza. Desde luego, la señal más verdadera que podemos transmitir a nuestros sucesores es la serenidad constante que imprimen nuestros propios pasos, cuando en realidad tejen conciencia en la misión de viandantes. 
En cualquier caso, y ante esa mirada global de historias humanas, solo cabe gran prudencia con las fogatas que habitualmente solemos levantar contra el que camina a nuestro lado, esta no es la solución, pues, las hogueras pueden arrebatarnos a cualquiera de nosotros; de ahí, la importancia de estar a la ofensiva, pero con el acceso interior abierto a entenderse, con respuestas que estimulen, que proporcionen aliento y nuevo vigor, tanto en el moverse como en el verse. Lo vamos a necesitar, porque el mundo no ha cumplido ninguno de los objetivos de biodiversidad mundial fijados para el año 2020; y, al mismo tiempo, se enfrenta a un déficit de financiación de más de 700.000 millones de dólares anuales hasta 2030. Toca, pues, trabajar más.