Sentimiento democrático en Barruelo

Rubén Abad
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El Consistorio homenajea a los seis alcaldes de la democracia, que reciben un bastón de mando por su trabajo en un acto repleto de público

Sentimiento democrático en Barruelo

El trabajo del alcalde ocupa la totalidad del tiempo, no entiende de días festivos ni sabe de descansos. Una labor constante y muchas veces poco agradecida en la administración más cercana al ciudadano que el Ayuntamiento de Barruelo de Santullán ha querido poner en valor en forma de homenaje a los seis regidores democráticos (siete con el actual) que han llevado las riendas del municipio minero desde las primeras elecciones democráticas en España allá por 1979.

En aquellos comicios resultó vencedor Clerencio Rebolledo (1979-1983), que por ser el primero es recordado con especial cariño entre los vecinos del pueblo, al punto de que cuenta con una calle con su nombre y es el único con la distinción de Hijo Predilecto. 

Él fue quien abrió la senda de la democracia a nivel local en un camino lleno de aciertos y errores en el que también se embarcaron José Costana (1983-1987), Francisco Javier Ruiz (1987-1990), Alejandro Lamalfa (1990-2007 y 2011-2015), Arturo Ruiz (2007-2011) y Javier Avelino Calderón (2015-2019).

Para cada uno de ellos, recogidos personalmente o por algún familiar cercano en el caso de haber fallecido, encargó la actual corporación un bastón de mando a modo de recuerdo de su etapa como alcaldes de una localidad que llegó a ser la más poblada tras la capital (8.695 habitantes en 1930) gracias a la mineria del carbón.

Además, de las paredes del salón de plenos cuelgan ya seis retratos en los que se incluye el nombre de los primeros ediles y su período de gobierno. Una tradición que en Barruelo arranca con vocación de futuro, de tal modo que se quiere ir ampliando a medida que se produzcan renovaciones en la Alcaldía.