A golpe de deporte

Jesús Hoyos
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Los gimnasios, aún afectados por las restricciones, confían en recuperar «poco a poco» a aquellos clientes que todavía no han regresado a sus entrenamientos por miedo a los espacios cerrados. Subrayan que son lugares que fomentan hábitos saludables

A golpe de deporte

El coronavirus sigue poniendo en aprietos a los gimnasios, uno de los sectores más damnificados durante los primeros meses de la pandemia. Un año y medio después, continúan sufriendo las consecuencias económicas de la crisis y, sobre todo, el miedo social a volver a sitios cerrados. Eso sí, los centros deportivos de la capital encaran el inicio de curso con optimismo y un cambio de tendencia en la demanda.

«Las épocas estivales son siempre de menor actividad», aseguran desde La Lanera, perteneciente a la cadena de gimnasios Supera. A eso se ha unido la vigencia durante estos meses de algunas restricciones que en todos los casos se han cumplido pero que no han hecho sino mermar el número de clientes. «El verano ha ido muy mal. De por sí no es bueno, pero, como este año no habíamos llegado al nivel al que debíamos estar, ha caído mucho más de lo que uno se puede imaginar. Ha sido muy duro», relata Francisco Javier Arnáiz, dueño de Bowling Sport. «Aunque han sido números similares a los del año pasado, entonces íbamos cogiendo gente, pero este verano ha sido al revés y el estado de ánimo no ha sido el más adecuado», explica.

En el tradicional comienzo de curso a inicios de octubre, «las sensaciones son de ir poquito a poquito, aunque bastante halagüeñas», reconoce Arnáiz, quien cree que la gente «se va quitando el miedo, aunque cuesta». Desde La Lanera afirman que el mes ha llegado «con un claro cambio de tendencia y con mayor interés por incorporarse al gimnasio».

A golpe de deporteA golpe de deporte - Foto: Sara MuniosgurenRespecto a las previsiones, «no sabemos nada de eso», comenta Arnáiz. Asegura que «hay que ser optimista, pero tener más aforo no significa que el gimnasio se llene». En La Lanera, los aforos no les afectaban «en gran medida» por la superficie de sus instalaciones. «Sí que hemos tenido que restringir la asistencia a las actividades dirigidas o a alguna zona muy específica», reconocen.

«La situación es aún muy volátil -afirman-. Parece que los clientes se están animando a volver a entrenar, pero dependerá mucho de cómo evolucione la situación en general. En Supera estamos muy atentos a todos estos aspectos, así como a las restricciones que aún están en vigor y a cómo y cuándo se vayan eliminando». En relación con esto, ambos gimnasios confían en la eliminación de la obligatoriedad de la mascarilla, como ya ha ocurrido en comunidades como Murcia. «Ayudaría mucho a quitar el miedo», argumenta Arnáiz.

«Cada semana, casi cada día, se actualizan y la desescalada es paulatina. Esperemos que poco a poco se vayan relajando», comentan desde La Lanera. «Sería conveniente quitar el gel, como no lo pagan ellos… Lo que hace es reprimir a la gente», subraya Arnáiz, quien precisamente hace referencia a los «muchos clientes» que dejaron pagados varios meses hace año y medio y «aún no han vuelto». «Hablo de gente más o menos joven, algunos clientes de varios años, que sí pasan a saludar y dicen que, cuando las cosas estén mejor, volverán», señala.

A golpe de deporteA golpe de deporte - Foto: Sara Muniosguren«Desde fuera, parece que estamos funcionando de maravilla, pero ver un gimnasio lleno de golpe en una hora puntual no es la realidad», dice Arnáiz. «Alcanzar los niveles prepandemia va a llevar aún un tiempo. Todavía hay gente que prefiere esperar un poco para reincorporarse al gimnasio», comentan desde Supera.

perfil. En cuanto al perfil, los jóvenes son «quienes más fidelidad han demostrado durante la pandemia», detallan, «aunque poco a poco se va incorporando el resto». En ambos gimnasios señalan la existencia de clientes que siempre han considerado seguras las instalaciones, algunos que se han ido reincorporando y otros para los que aún falta tiempo.

«El hombre suele preferir la sala de musculación y la mujer va más a clases colectivas», comenta Arnáiz. Precisamente a la recuperación de este tipo de actividades es a lo que «más tiempo hay que dar». «No puedes juntar a mucha gente porque creas que estás ganando un duro porque, en realidad, puedes perder un cliente. Es preferible reducir el aforo voluntariamente para ir avanzando poco a poco», reconoce.

Desde la cadena Supera consideran que «no tiene sentido que espacios que potencian la salud estén gravados con un IVA del 21%». «Estamos seguros de que las administraciones han cobrado conciencia acerca de la importancia de fomentar el deporte», comentan.

«El ánimo de la gente que viene es muy positivo, pero ¿y la que no viene?», se pregunta Arnáiz, quien concluye con su idea de que cada uno «vuelva por su propia convicción, porque más vale la seguridad y sentirse bien que estar pendiente de todo y con miedo».

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