El objetivo es el relanzamiento turístico de una provincia cuyos habitantes estamos cansados de aclarar, cuando salimos por ahí, que no somos de Valencia, sino de Palencia «con Pé». Lo que ha hecho la Diputación es aprovechar esa respuesta, miles de veces repetida, para evitar de principio la pregunta. Se trata de dejar meridianamente claro quiénes somos, qué tenemos, qué ofrecemos, qué pueden encontrar en nuestro ámbito, qué nos distingue e, incluso, cómo somos.
Así de sencillo, y de complicado al mismo tiempo. Porque las guerras, también las culturales e identitarias como esta, no se ganan de la noche a la mañana, ni existen fórmulas milagrosas para acelerar las reconversiones. Tampoco Palencia podrá luchar nunca de tú a tú con Valencia. Por tamaño, por desarrollo económico, por volumen turístico y porque está bañada por el Mediterráneo. Y no se trata de eso, no hay que buscar la imposición de una Pé sobre una uVe ni de pretender ser mejor que nadie.
La intención es ser nosotros mismos, turísticamente hablando, y saber venderlo. Con personalidad propia. Con originalidad y potenciando todas las posibilidades de esta provincia, que es mesetaria, pero también montañosa, que ofrece un amplio abanico de paisajes y colores en sus distintas comarcas, que permite pasear y perderse, peregrinar y pararse, encontrar remansos de paz y también el bullicio de la fiesta y los entresijos de las tradiciones, las romerías populares, las procesiones cívicas, que rebosa patrimonio histórico-artístico y riqueza cultural y, sobre todo, personas encantadas de ejercer como anfitriones y profesionales del sector turístico que se desviven por ofrecer calidad, comodidad, buenos servicios y mejor gastronomía.
Ayer presentó la institución en sociedad su nuevo logotipo, Turismo con Pé, subrayando que es el primer paso para un relanzamiento integral de la provincia, con esas premisas de personalidad y originalidad y con el carácter y la fuerza de quien no tiene que aclarar su identidad. Muchas veces hemos insistido en que, a falta de una seña, de un elemento exclusivo de Palencia, lo que se precisa es el mejor marketing posible. También hemos abogado reiteradamente por una diferenciación, dentro del amplio campo del turismo de interior, cultural, etnográfico y de naturaleza. Porque la provincia participa de todos ellos y en todos ellos goza de enormes fortalezas, pero también las tienen otras de nuestro entorno más próximo y hay que desmarcarse.
La nueva marca turística que estrena la Diputación puede ser esa puerta abierta a una mayor y mejor divulgación y la forma de comunicar al foráneo que venir a la provincia es todo un planazo, aunque el objetivo último, insistimos, es no tener que volver a aclarar que esto es Palencia «con Pé».