Carmen Quintanilla Buey

Otra mirada

Carmen Quintanilla Buey


Entre las vallas opacas

01/04/2023

Venta de Baños es, sin duda, uno de los pueblos provinciales más expandidos. Recorrerlo por completo supone pasear largo y tendido. Pero tenemos que reconocer que, poquito a poco, se está convirtiendo en un lugar con muchos espacios acotados por derribo de viviendas... de industrias desaparecidas... y, porque aquello que fue, ahora ya es, un solar acotado por vallas opacas. Dentro de su clandestinidad, ocultan un trozo de calle, y el viandante solamente puede ver metal reluciente en lugar de escombros. Otras veces, son parte de las consecuencias de derribo. Pero la mayoría de aquello acotado es un auténtico basurero. Y eso es insano, contaminante, y solapado. Sólo hay que fijarse en las partes no acotadas, por ejemplo: en la pasarela grande, en la estación: una vez en la parte plana, en la central, si se mira abajo sólo vemos vías y trenes, bien, pero en las dos partes laterales, es decir, en las de subida y bajada, si miramos abajo por ambos lados, ¡allí, allí, se pone de relieve, al no haber nada acotado, lo que las vallas ocultan por todo el pueblo! Se mire donde se mire, el fondo... los laterales... todo ello está desastroso y convertido en un auténtico foco de infección. Y miro con mucho cariño a un pueblo donde llegamos hace muchísimos años, ocupando mi padre el cargo de Inspector Principal de Renfe hasta su jubilación, residimos en la estación, y donde toda la familia fue muy felices. Pero no es solamente la estación, la que está fatal, son muchas las calles, por ejemplo lo que fue propiedad de Villaverde... lo que fue Parresa, y linda con mi vivienda... ¡Hay que mirar por las escasas rendijas que dejan las juntas de las vallas! Allí se ven gatos muertos... envases... botes y botellas rotas... papeles... bolsas de ropa vieja... pañales... Yo creo, que todo esto que fue, y ya no es, se podría convertir en un espacio de simple hierba limpia, campo sin cultivar que, incluso, sería saludable, ya que los espacios silvestres, cerca de las viviendas las favorecen. Pero no. Ya está visto que en este pueblo no. ¿Que es muy difícil erradicar todo este tinglado? Pues... ¡claro que sí! Pero para eso están los cargos asignados... los sueldos... las reuniones... las deliberaciones... los acuerdos... No sólo de política vive el hombre, ¡y la mujer! Que dejen su lugar al sosiego. Pero... mal pueden sosegar las bolsas de basura fuera de sus contenedores.