La consulta postcovid del Caupa ve a más de 2.500 pacientes

DP
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Fue la primera en ponerse en marcha en Castilla y León y la atienden un internista y un técnico en cuidados auxiliares de enfermería

La consulta postcovid del Caupa ve a más de 2.500 pacientes - Foto: Sara Muniosguren

El 22 de junio de 2020 se puso  en marcha la consulta monográfica de covid-19, adscrita al Servicio de Medicina Interna del Complejo Asistencial Univesitario de Palencia, Caupa. Surgió de la necesidad de un seguimiento homogéneo de  los pacientes, observada durante los meses de marzo, abril y mayo, cuando la atención hospitalaria al enfermo con covid aguda ocupaba la mayor parte del tiempo de los especialistas y muchas consultas presenciales se veían anuladas o aplazadas, tanto por la presión hospitalaria como por el confinamiento de la población. 

Los profesionales revisaban a su criterio a los pacientes que daban de alta y advertían que los síntomas y síndromes un mes después de la infección eran muy diferentes a la afectación respiratoria inicial, pasando por cuadros digestivos, neurológicos, cutáneos, psiquiátricos y autoinmunes. De ahí que se creara una consulta monográfica coordinada por un médico generalista para integrar procesos tan diferentes en el contexto de una patología que pasó de ser respiratoria en la fase aguda a multiorgánica en su fase subaguda y crónica.

Desde el inicio de la consulta y hasta el 30 de noviembre de 2022 se realizaron 2.539 consultas de nuevos  opacientes y 3.562 sucesivas. Los pacientes se pueden dividir en dos grupos, aquellos que habían estado ingresados e iban para una revisión, sobre todo de las neumonías, y los que lo habían pasado leve en casa y presentaban otro tipo de secuelas. 

Al principio de la pandemia, cuando las personas no estaban vacunadas o había un bajo porcentaje de inoculados, la mayoría de los atendidos en la consulta era del grupo de ingresados. Después, a medida que avanzó la vacunación, empezaron a llegar en mayor medida pacientes con síntomas leves en su casa y que les derivaba Atención Primaria. «Este grupo ha sido el grueso de los dos últimos años,  pues, principalmente, atendemos a  los que tienen algún tipo de secuela o síndrome desencadenado por la infección», explica la doctora Cristina Sánchez, conocedora de la realidad de la consulta pues ha estado al frente de la misma.

La internista también hace referencia a un «pequeño grupo» de pacientes que no negativizaba la pcr, que «no es lo que se llama covid persistente, ya que la Organización  Mundial de la Salud (OMS) lo definió  como un cuadro que consistía en cansancio, fatiga, disnea o falta de aire, que perduraba tres meses más allá de la infección». «Es algo bastante difícil de tratar porque no hay mucho escrito sobre ello, pero sí que es importante porque te hacen una pcr para casi todo, para entrar en quirófano, hacerte pruebas, recibir quimioterapia o tratamientos inmunosupresores y al no negativizar la pcr se retrasaban tratamientos que eran importantes, dependiendo del cáncer que tuvieran», expone.  

En esta consulta, entre los pacientes atendidos también se encuentran  aquellos en los que después del covid se desencadenan otro tipo de cuadros. Uno de esos, según explica Cristina Sánchez, es lo que se llama covid persistente, que,  «como lo definió la OMS se parece mucho al síndrome de fatiga crónica, que ya estaba descrito desde hacía muchísimos años y se desencadenaba también después de otras  infecciones virales, como por ejemplo, el virus de Epstein Barr o mononucleosis, y que consiste en que una persona está excesivamente agotada para la actividad que hace, le dan  un cansancio extremo actividades que antes no se lo producían,  con un sueño no reparador y con deterioro cognitivo u  olvidos frecuentes».  

Lo más importante de esta consulta es «saber identificar lo que no es covid persistente», afirma la internista, y es que, a su juicio, «tenemos que intentar buscar la causa de las cosas, porque a raíz de haber pensado un poco más allá del covid persistente hemos llegado a diagnosticar enfermedades autoinmunes, enfermedades autoinflamatorias, otro tipo de enfermedades que ya se sabía que podían ser desencadenadas por infecciones de vías respiratorias altas, como la gripe o como la mononucleosis». 

«La clave de la consulta -incide la doctora- está en mirar un poco más allá de lo que se llama covid persistente, sobre todo a los que les hacemos todo el estudio y no les diagnosticamos de ninguna otra cosa», afirma Sáchez. Esta añade que es importante explicar bien a los pacientes en qué consiste el síndrome de fatiga crónica, que es a lo que llama la OMS covid persistente. 

«Tengo una buena y una mala noticia», decía esta internista a los pacientes. «La buena es que no tienes ninguna otra enfermedad que te haya desencadenado la covid. La mala es que se trata de un síndrome descrito hace muchos años que no sabemos por qué ocurre y por eso no hay ningún tratamiento específico. Además, tampoco existe ninguna prueba -ni analítica ni de imagen- que defina el síndrome de fatiga crónica. Son los criterios clínicos que tiene que cumplir, tres seguros y uno de otros dos», explica Cristina Sánchez, para añadir a reglón seguido que «en los pacientes en los que no conseguimos diagnosticar nada concreto y, por lo tanto no les podemos poner  tratamiento completo,  creo que hay que hacer un acompañamiento, sobre todo dar una explicación de lo que está pasando y de lo que puede esperar de la enfermedad y del médico, y ahí es donde entra, y es muy importante también, la fisioterapia y la rehabilitación funcional». 

Este síndrome de fatiga crónica, «en la mayoría de los casos se pasa pero en otros quedará de por vida», señala Cristina Sánchez tras hacer hincapié en que ya existía antes del covid, al igual que la fibromialgia, que se parece un poco. «No he visto fibromialgia desencadenada por covid -sí empeorada-, mientras que sí mucho síndrome de fatiga crónica», asevera.  

La internista indica que las personas que llegan a la consulta con esa fatiga crónica o ese cuadro postcovid o de enfermedades nuevas autoinmunes o autoinflamatorias desencadenadas por covid son mujeres en edad relativamente joven o media, como también en el resto de enfermedades autoinmunes. Sin embargo, el perfil de pacientes que se ponían malísimos con neumonía bilateral al principio de la pandemia eran hombres de unos 50 años en adelante, o 60 años, obesos,  con otros factores de riesgo cardiovascular. 

La consulta postcovid del Caupa ha participado en dos estudios a nivel nacional. Se trata del ensayo clínico aleatorizado doble ciego sobre profilaxis preexposición en covid-19, Epicos, y del estudio observacional retrospectivo sobre coinfección covid y VIH, ambos del Ministerio de Sanidad. En el primero de ellos, según explica Cristina Sánchez, durante tres meses los sanitarios que se ofrecieron voluntarios tomaron pastillas (placebo y fármaco) para ver si se infectaban o no.  Sobre las conclusiones, enviadas a revistas médicas, del primero de ellos, la doctora señala que los sujetos que tomaron la profilaxis por exposición sí que estaban protegidos frente a la infección; y del segundo, que los VIH se contagiaron menos de covid y tenían menos riesgo de progresión a enfermedad grave.