"Putin es un matón y no se sabe hasta dónde va a llegar"

María Albilla (SPC)
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"Putin es un matón y no se sabe hasta dónde va a llegar" - Foto: Carlos Ruiz

Las historias de Le Carré y Forsyth le han hecho disfrutar tanto que el periodista Vicente Vallés les quiso hacer su particular homenaje en su propia novela de espías. Pero los driblajes de la actualidad han hecho que Operación Kazán (Espasa), premio Primavera de Novela 2022, coincida con la invasión rusa de Ucrania y que el foco cambie de un presidente de la Federación Rusa ficticio, como es Iván Karlov, a otro más real, como es Vladimir Putin, y que aprovechemos los conocimientos geopolíticos del comunicador para recorrer la guerra que mantiene en vilo a Occidente.

De los ensayos Trump y la caída del imperio Clinton y El rastro de los rusos muertos a la novela Operación Kazán. ¿Ha sido un salto natural?

Ha sido más bien un triple salto mortal, una temeridad por mi parte, la verdad. De hecho, cuando empecé a escribir la novela ni siquiera tenía la seguridad de que fuera a terminarla y cuando la terminé tampoco tenía la seguridad de presentársela a una editorial, pero al final la terminé, la presenté y estoy muy contento.

¿Escribir ficción se está poniendo difícil al ritmo que va la realidad?

Sí, a veces es verdad que sí. Imaginas una historia de ficción y lo primero que piensas es si no estarás exagerando mucho, pero luego te encuentras con los hechos reales y no es que estés exagerando, es que te quedas corto. Los acontecimientos reales muchas veces van más allá de lo que una imaginación puede llegar a crear.

Recupera el género de espías, pero además repasa los grandes acontecimientos del siglo XX. ¿Es el tipo de novela que también le gusta leer?

Tiene esas dos facetas, por un lado un thriller de espías, que es en cierta manera mi homenaje personal a esos escritores de novelas como John le Carré o Frederick Forsyth, a quienes he leído mucho y me lo han hecho pasar muy bien.

Por otro lado, esta novela puede resultar interesante para los aficionados a la novela histórica porque es verdad que intento hacer un relato bastante detallado de acontecimientos reales que se han producido en el mundo desde la Revolución Rusa hasta nuestros días y he intentado ser muy puntilloso para que el lector aficionado pueda encontrar episodios interesantes.

Tras su anterior ensayo y esta novela... ¿se sentaría a cenar tranquilamente con Vladimir Putin o se negaría a hacerse una PCR en Moscú?

Los que han tenido la ocasión de reunirse con él antes de que empezara la invasión de Ucrania han tenido la precaución de ni tocar ni tomar nada... Y yo creo que lo han hecho con un buen sentido de la prudencia. Lo que ha conseguido Putin en estos los años que lleva en el poder es que la gente razonablemente desconfíe de él. Se lo ha ganado a pulso.

No creo que le duela. Él también desconfía de todos.

Su forma de gestionarse la vida y la política es esta y como tiene esta paranoia de que tiene enemigos por todos los lados pues parece que vive rodeado de una cohorte que le mantiene aislado y trata de salvarle de cualquier riesgo...

La Operación Kazán se fraguó durante décadas. ¿Cree que también Putin llevaba décadas fraguando su avance hacia el oeste?

Seguramente el plan para invadir Ucrania estuviera en su cabeza desde hace mucho tiempo. Es muy posible que lo haya estado planificando, aunque no hablado con sus colaboradores para que no se pudiera filtrar. Ciertas cosas de las que ha ido diciendo podían habernos puesto sobre la pista de que algo así podría ocurrir, lo que pasa es que la gente suele ser mejor que Putin y tiende a pensar que este tipo de cosas no se hacen. Y, efectivamente, este tipo de cosas no se hacen salvo que seas Putin.

Es que incluso cuando la invasión era inminente nos resistíamos a creer que fuera ser una realidad.

La gente normal tiende a pensar cosas normales, y esto no es normal. El presidente Biden, con información de los servicios de Inteligencia de su país, dejó muy claras la fecha y la hora. No acertó, pero se equivocó muy poco y la invasión se realizó.

¿Qué situación cree que se ha dado ahora para llegar a una guerra en suelo europeo en pleno siglo XXI?

Es algo completamente extemporáneo que nadie se podía imaginar. Seguramente se ha sentido fuerte en este momento debido a la dependencia europea del gas ruso y pensó que, por tanto, ni la Unión Europea ni la OTAN se iban a atrever a plantarle cara como lo han hecho.

Una guerra en suelo europeo en el siglo XXI es algo extemporáneo que nadie podía imaginar"

¿Nos habíamos olvidado de que todavía quedaban rescoldos de las tensiones de la Guerra Fría?

Tanto la guerra como la Guerra Fría son episodios como de otro siglo, pero es verdad que el presidente ruso lleva fraguando una segunda Guerra Fría desde hace más de 10 años. Lleva más de dos décadas en el poder y en la segunda parte de su mandato ha dejado muy clara que su voluntad era resituar a Rusia en el papel que había tenido la Unión Soviética, aunque eso sea manifiestamente imposible. Ha generado una guerra fría distinta a la surgida tras la II Guerra Mundial, pero muy tensa y cargada de interconexiones porque en este mundo de las comunicaciones, de la tecnología y del envío masivo de gas ruso a Occidente todo es muy distinto a lo que había hace décadas.

Muy del libro es esta frase... ¿Se le ha ido de las manos?

Es que es muy difícil que no se te vaya de las manos una circunstancia como esa. He leído mucha Historia, y mucha de EEUU, y los generales americanos suelen decir ante sus jefes políticos que ni la mejor estrategia de combate resiste el contacto con el campo de batalla. Así que por muy planificada que uno pueda tener la batalla, como parecía que la tenía Putin, las cosas salen como salen y parece que no ha conseguido ni los objetivos que él quería ni en el plazo que deseaba. Se le ha empantanado la invasión y las cosas se le complican según van pasando los días.

¿Nos queda mucho horror por ver?

Es posible que veamos más escenarios como los de Bucha, sí.

Si el objetivo era el Donbás y establecer un corredor por Mariúpol hacia Crimea, ¿era necesario arrasar el país como está haciendo?

Seguramente su objetivo fuera mayor, pero lo que está haciendo en este momento es revisar sus propios objetivos. Como al principio de la invasión tampoco dijeron cuáles eran, ahora podrán decir en cualquier momento que han ganado, que han conseguido sus objetivos sea donde sea que estén sus tropas. Ahora parece que se están replegando hacia el Donbás y es posible que pretendan asentarse allí porque la posibilidad de que el Ejército de Rusia pueda ocupar toda Ucrania de una manera permanente es prácticamente imposible.

¿Se ha sido demasiado permisivo con Putin? Se le permitió anexionarse Crimea en 2014 y la guerra en el Donbás duraba desde entonces.

Sin ninguna duda. Occidente le ha permitido muchas cosas que no se podían tolerar. Es comprensible que haya sido así porque la alternativa era haber hecho lo que se está haciendo ahora, enfrentarse a él con sanciones muy duras y el envío de armas a Ucrania. Se ha intentado evitar todo esto en la confianza buenista de Occidente de que Putin parara, se conformara con Crimea y nos dejara vivir, pero no ha tenido límites. Vio que se quedó con Crimea y no pasó nada. Metió a sus paramilitares en el Donbás y no pasó nada. Intervino en Georgia y tampoco pasó nada. Intervino en Bielorrusia, y no sucedió nada. En Afganistán no pasó nada... Al final ha considerado que podría quedarse con Ucrania y no pasaría nada, pero esta vez alguien ha puesto pies en pared y ha dicho que esto es intolerable.

Es que los demás no somos como él. Él es un matón y los demás no. Los demás intentan evitar que la voluntad de un matón se extienda y acabemos todos pegándonos de tortas. Se ha demostrado que cuando a un matón no se le ponen límites no se sabe hasta dónde va a llegar.

Occidente ha permitido a Putin muchas cosas que no se podían tolerar "

¿Cómo quedará su imagen?

Ya es un personaje que está fuera de los límites asumibles para los países democráticos. Podrá tener como amigos a China, Venezuela, Cuba o Nicaragua, pero no podrá tener ninguno entre los países occidentales. Si su imagen ya era mala, ahora está completamente destrozada. Igual que su país, mientras él lo presida, va a ser un país con el que no se pueda hacer gran cosa.

¿Y el gas? Para romper con Putin habrá que dejar de depender de él.

Occidente tiene que buscar una alternativa al gas ruso y ya lo está haciendo. El problema más serio lo tienen Alemania, Austria, Polonia... No creo que sea imposible encontrar un remedio alternativo por parte de todos los países occidentales para los que peor lo puedan pasar en un caso como ese. Evidentemente, es un problema que no se resuelve de hoy para mañana, pero en un medio plazo se puede conseguir.

¿Zelenski ha sido la gran sorpresa de esta terrible crisis?

Sus antecedentes como actor, como cómico, hacían pensar que no estuviera preparado para gobernar su país y mucho menos para hacerlo en una circunstancia como esta. Sin embargo, ha sabido convertirse en el héroe de su gente y aunar los deseos de resistencia. De paso, ha logrado el reconocimiento internacional, como ha demostrado que todos los Parlamentos estén pidiendo que se dirija a ellos.

¿No le sorprende que después de más de 40 días de guerra siga vivo?

Esto demuestra dos cosas. Que los servicios de seguridad con los que cuenta Ucrania están funcionando muy bien, y por otro, el fracaso de Putin y sus servicios de vigilancia porque seguro que para un país pretendidamente tan poderoso y con una Inteligencia tan importante, no haber localizado a Zelenski en todos estos días es muy significativo.

¿Cómo ve el papel que está jugando España en toda esta crisis?

Es un papel complejo porque la propia circunstancia política nacional es compleja y el propio Gobierno de coalición es complejo y el grupo de partidos que apoyan en el Parlamento al Gobierno de coalición también es complejo. El hecho de que que Pedro Sánchez pasara en 36 horas de decir que no enviaría armas a decir que sí sin haberlo consultado con sus socios refleja muchas cosas. Unidas Podemos es un conglomerado que tiene muchas dificultades para aclararse y eso condiciona que diga qué posición quiere adoptar ante este conflicto y eso condiciona a Sánchez, que toma decisiones unipersonales porque sabe que cada vez que tiene que consultarlos tiene un problema dentro.

¿Era de esperar que la Unión Europea se rearmara así contra Moscú?

Era de desear, lo que no era de esperar. Todas las catástrofes derivan en algo positivo. En este caso, aunque cuesta buscarlo, es que ha unido a Occidente. La UE por primera vez tiene una idea muy firme en materia internacional. También la OTAN, que era una organización que estaba ahí como un poco adormecida, ha resucitado y se ha convertido en un elemento de la unidad de acción entre EEUU, Canadá y Europa.

¿Le ha perdido el miedo a Rusia?

Conforme van pasando los días es inevitable. La OTAN y Putin se están testando los dos. Putin ha puesto a prueba a Occidente y Occidente está poniendo a prueba a Putin.

¿China puede ser uno de los ganadores de esa disputa?

China suele ganar casi siempre, pero también se va a tener que tentar mucho la ropa con lo que está ocurriendo. Una cosa es que mantenga cierto grado de colaboración con Putin, pero no es igual colaborar con él antes de invadir otro país, que después, cuando invade otro país. No es una situación cómoda para Pekín y un conflicto largo tampoco la beneficia. Europa y EEUU son sus principales clientes, así que puede perderlos y eso no le conviene.

¿Hacia dónde se encamina ese nuevo orden internacional que saldrá de este conflicto?

Es muy complicado saberlo. En lo inmediato vamos hacia un mundo en el que ha quedado claro que ciertas cosas que creíamos superadas, como las guerras en suelo europeo, igual no lo están tanto. Nos debería hacer reflexionar a todos que la democracia no se defiende sola.