La asamblea ordinaria de Asaja retomó ayer el pulso a la normalidad tras dos años de restricciones y limitaciones por la pandemia de la covid-19. Una reunión que se celebró en la capital y en la que la organización agraria dio cuenta de su balance económico, abordó las cuestiones que más preocupan a los profesionales del sector agropecuario y sentó las bases del futuro órgano directivo.

Fue, por tanto, una asamblea de despedida para el actual presidente provincial, Honorato Meneses, que se apea del cargo tras haber agotado los ocho años de mandato que, como máximo, establece la opa. Fruto de este proceso de renovación, se están eligiendo en cada comarca a los representantes de la Junta Provincial, de la que saldrá el nuevo presidente para los cuatro próximos años, con posibilidad de prórroga por cuatro más. Aunque aún no hay confirmación oficial por parte de Asaja, todo parece indicar que será  José Luis Pinto, actual directivo de la organización.

3.300 SOCIOS

Hasta la capital palentina se acercó también el presidente de Asaja Castilla y León, el palentino Donaciano Dujo, quien dio las gracias a los 3.300 socios que Asaja tiene en la provincia «que durante un año muy difícil» por las restricciones a las que se ha sometido el sector primario «han podido salir adelante». 

Un agradecimiento que el presidente regional hizo extensivo a los 30 trabajadores de la casa, a los que definió como «nuestras manos, nuestra mente y nuestras ideas» a la hora de enfrentarse a una burocracia «cada vez más excesiva». También a los directivos, especialmente a Meneses, porque durante todo su mandato, han realizado un «trabajo reivindicativo, de información y de formación» al servicio de agricultores y ganaderos.

«Como presidente de Asaja en Castilla y León y como socio de Asaja en Palencia, me siento orgulloso de esta casa, que siempre llevo por bandera en toda España», sostuvo el presidente autonómico.

Asimismo, se posicionó en contra de la guerra de Ucrania. Una contienda bélica que se traduce, según expuso el máximo responsable de Asaja en la Comunidad, en «muerte y destrucción» frente a un sector, el agropecuario, que es «vida y producción». «En nuestra mente y en nuestro corazón están estas personas heridas y que están muriendo. Vaya desde aquí nuestra condena unánime y frontal a la guerra», sentenció Dujo.