Flojo final de rebajas en el comercio palentino

J. Benito Iglesias
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La Asociación Centro Comercial Palencia Abierta y Fecopa indican que enero fue favorable y las ventas se resintieron en febrero al desplomarse el consumo. El sector confía en recuperarse en la campaña de primavera-verano

Flojo final de rebajas en el comercio palentino - Foto: Sara Muniosguren

El temor del comercio local a contar con una campaña de rebajas con altibajos se cumplió y, después de unas navidades y un inicio del año con ventas sostenidas, llegó febrero para dejar los bolsillos de los hogares medio vacíos y una inflación que sigue desbocada, lo que motivó una caída notable del consumo y, por consiguiente, de las ventas salvo en los bienes de primera necesidad.

«Hubo gente que adelantó unos días las ofertas para animar al cliente y en enero se funcionó. Febrero es un mes difícil y, dada la situación económica complicada del país, todo se resiente y mucho. Hay incertidumbre y pedimos que se valore lo positivo de comprar en el comercio local, por cercanía, relación calidad-precio y el hecho de que  un gasto realizado en la ciudad nos beneficia a todos», señaló ayer María José López, presidenta de la Asociación Comercial Palencia Abierta.

Al respecto, arguyó que «las rebajas suelen empezar siempre bien y la cuesta real es la febrero», para añadir que «ha sido este año un mes especialmente delicado» como pensar en una recuperación de las ventas prepandemia. «Hacemos todo lo que está en nuestras manos y preparamos con toca la ilusión la campaña primavera-verano»,Luis Fernando Tejerina, presidente de la Federación del comercio de Palencia (Fecopa), aludió a un contexto económico duro.  «Se empezó bien para tener un final rebajas flojo y también influye que las grandes cadenas las inician cuando les da la gana y no hay uniformidad. La subida del IPC es clave, ya que aunque la gente quiera comprar teme nuevos incrementos y el  consumo se retrae», arguyó.

A juicio del colectivo integrado en la patronal CEOE Empresas de  Palencia la recuperación del sector es compleja. «El año pasado se notó que tras la pandemia la gente necesitaba sobre todo ropa tras estar mucho tiempo encerrada en casa y hubo bodas, bautizos, comuniones etc. Ahora la capacidad de ahorro, quien la tenga tras subir todo, se dedica más al ocio y a viajar que a las compras», concluyó.