Merlo: «Da gusto que en Guardo estén pendientes de la cultura»

Rubén Abad
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La popular intérprete atiende telefónicamente a 'Diario Palentino' horas antes de verse obligada a posponer su participación en el IX Certamen de Teatro, donde recogerá el AMGu de Honor

Merlo: «Da gusto que en Guardo estén pendientes de la cultura»

María Luisa Merlo (Valencia, 1941) es una de esas grandes de la escena española que ha cosechado éxitos y premios a lo largo de una larga y prolífica carrera profesional que le ha llevado a recorrer teatros y auditorios de medio mundo. Ahora, con 81 años, triunfa con Mentiras Inteligentes, con la que recalará en el municipio guardense en los próximos días (la fecha prevista inicialmente era hoy sábado, pero se ha pospuesto por enfermedad) para inaugurar el Certamen Nacional de Teatro Aficionado que organiza desde 2012 la Agrupación Musical de Guardo (AMGu).

El mundo del espectáculo corre por sus venas. Es madre de actores, pero también hija, nieta y sobrina. ¿Cómo fue crecer entre camerinos y bambalinas en los duros años de la posguerra en España?

Era complicado. A mí me sentaba mi padre entre bastidores en una pequeña silla y un día me empujaron y salí a escena. Él interpretaba en aquella obra a un farmacéutico y yo, al verme en el escenario, improvisé una frase: ¿Tiene usted bicarbonato? Tenía tan solo cuatro años y aquel fue mi debut ante el público. 

Su debut fue en ese pequeño papel, pero profesionalmente se decantó primero por el baile

Efectivamente, mis comienzos en el mundo del espectáculo son como bailarina. Vine a Madrid y empecé a estudiar ballet con unos once o doce años. Me contrataron para ir por Europa y recorrí todo el continente bailando con una compañía en la que estaba muy contenta.

Cuando regresé, me llamó Luis Escobar para un espectáculo en el [Teatro] Eslava como primera bailarina. Allí me vieron actuar los directores de cine de la época y empezaron a llamarme para sus películas. Casi sin darme cuenta, dejaba el baile por la interpretación, siguiendo así la tradición familiar. 

Dio entonces el salto al cine con el estreno en 1959 en la película De espaldas a la puerta, de la mano de José María Forqué, y triunfó

Desde entonces, no he parado ni un solo momento. Solo me daba un descanso para tener niños [junto a su primer marido, el también actor Carlos Larrañaga].

También hizo televisión. ¿Cómo fueron aquellos años de Estudio 1 en TVE, el único canal de entonces?

Era una televisión muy solidaria. Los actores nos llevábamos muy bien entre nosotros y trabajábamos muy a gusto juntos. Ahora es todo muy distinto; cada uno hace lo que le parece, y yo también. 

¿Qué siente una madre cuando, como ella, ve a sus hijos en proyectos de éxito?

Estoy muy orgullosa de ellos. Juan Carlos, Amparo, Luis y Pedro son estupendos profesionales.

¿Qué tal está funcionando Mentiras Inteligentes?

Estoy muy contenta con el resultado, y cada vez más. Es una obra muy buena, muy divertida que hace reír con la situación, no haciendo el idiota. A veces los actores o los directores se pasan de hacer cosas raras, pero aquí no sucede, aquí todo tiene gracia de por sí. Es una obra muy inteligente, como dice el título.

El público es una maravilla, al acabar se ponen de pie y, al salir, nos dicen lo bien que se lo han pasado. Es la magia del teatro, ese contacto directo con la gente que otros medios como el cine o la televisión no tienen.

Usted que ha tenido reconocimientos al  más alto nivel como la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes del Ministerio de Cultura, ¿cómo recibe este Premio AMGu de Honor, que parte de la admiración de un colectivo por su trayectoria?

Todo te emociona, más aún si proviene de entidades pequeñas y de particulares como es el caso de la Agrupación Musical de Guardo (AMGu), que ha demostrado un enorme apego por la cultura.

¿Qué le parece el trabajo que realizan en el medio rural?

Es importantísimo el fomento de la cultura. Ya que la televisión solo nos habla de cosas raras, creo que la gente de la cultura debemos hablar de ella y fomentarla. Es tremendo el abandono que sufrimos en el sector.

Da mucho gusto que estén tan pendientes del fomento de la cultura en pueblos como Guardo. Que tomen ejemplo las ciudades grandes de iniciativas como la de AMGu.

¿Conserva buen recuerdo de anteriores actuaciones en Palencia?

El público es fantástico. Recuerdo lo bonitas que son las praderas castellanas, además de sus montañas.

Con 81 años y una gran carrera profesional a sus espaldas, ¿piensa ya en la jubilación?

Cuando no me sienta con fuerzas o esté cansada de hacer bolos me quedaré en casa, pero las sigo teniendo para subirme al escenario. Es cierto que ahora se hace mucha carretera, pero estoy muy bien, porque estoy rodeada de gente maravillosa. Jesús Cisneros [el actor, con quien comparte escenario en Mentiras Inteligentes] es mi socio, me lo da todo resuelto. Es como mi hijo adoptivo.

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