Ilia Galán

Ilia Galán


Descubre Palencia

24/10/2022

«¿Valencia?» «-No, Palencia, un pueblo de Palencia: Carrión de los Condes». Esto me ocurría cuando, muchacho o ya joven, decía dónde iba a pasar las vacaciones con mi familia, como quien iba a un paraíso... Y fui descubriendo que era un templo de bellezas o una belleza llena de templos, monasterios, iglesias, paisajes, encuentros y reencuentros. 
Palencia era muy desconocida, como su catedral. Solo el Camino de Santiago parecía darle sitio en la geografía hispánica, pero esto va cambiando poco a poco o, tal vez, algo más rápido, y es que la línea ferroviaria de alta velocidad nos ha acercado Madrid, junto a las campañas de promoción turística. Así, siguen inventando modos de atraer a foráneos para visitar los encantos de nuestras tierras, dejándolas sembradas con monedas: desayunos gratuitos en hoteles para captar unos mil turistas. 18.000 turistas recorrieron los Campos del Renacimiento, los albergues triplicaron su ocupación en solo un año y hubo general aumento de visitantes superior al 20%. Palencia ya no se confunde tan fácilmente con la fecunda Valencia.
Cierto que no se debe dejar una región dependiendo solo del turismo porque es muy frágil este y si hay epidemias o guerras o crisis puede reducirse o desaparecer, de ahí que no debe dejarse la producción de bienes esenciales: alimentos, energía. Ganadería y agricultura son fundamentales y no se entiende que ahora tengamos que importar trigo cuando durante décadas hemos exportado grano desde las Tierras de Campos. Son complementarios tales negocios, trabajos y labores. Mantener el sector productivo esencial, extender los tejados solares en los edificios de las grandes poblaciones, desarrollar nuevos recorridos turísticos en el norte o en las zonas más despobladas trae beneficios para todos.
Las tierras del arte románico, gótico, de esplendor renacentista o barroco; de grandes figuras literarias, Jorge Manrique, el Marqués de Santillana, Santob de Carrión; con bisontes, lobos y osos en los rincones de los bosques esperando al visitante que los fotografíe... Que conozcan las bondades de una tierra suele traer esperanzas para futuros mejores.