La UME se hace visible

ALBERTO ABASCAL
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El Quinto Batallón de Intervención en Emergencias (Biemv) realiza un ejercicio de instrucción y adiestramiento en Aguilar de Campoo encaminado a mejorar la eficacia de sus intervenciones

Un momento de los ejercicios llevados a cabo en el embalse de Aguilar de Campoo por parte de la UME. - Foto: UME

El Quinto Batallón de Intervención en Emergencias (Biemv) de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en León, y en el marco de su programa anual de preparación, ha realizado desde el martes hasta el jueves un ejercicio de instrucción y adiestramiento en diferentes zonas de la provincia, entre ellas Aguilar de Campoo encaminado a mejorar la eficacia de sus intervenciones.

Para la realización de labores de instrucción, el Ayuntamiento de Aguilar ha cedido parte de las instalaciones deportivas donde la UME fijó la zona logística y de acampada. Como zona de aparcamiento, se ha acotado un tramo junto al Soto mientras que el embalse aguilarense ha servido como banco de pruebas para desarrollar los ejercicios, en los que ha participado además la Unidad Cinológica (canina).

La Unidad Militar de Emergencias (UME) es una fuerza conjunta, organizada con carácter permanente, que tiene como misión la intervención en cualquier lugar del territorio nacional, para contribuir a la seguridad y bienestar de los ciudadanos, junto con el Estado y las administraciones públicas.

«Hemos participado en los ejercicios un centenar de efectivos y se han utilizado 43 vehículos, de ellos 21 ligeros, para realizar ejercicios de simulacro relacionados con inundaciones, búsqueda de personas en el medio acuático y rescate de desaparecidos. Con todo, también hemos contado con el equipo cinelógico y maquinaria del equipo de ingenieros», apuntaba a este periódico el capitán de infantería José Javier Pascual.

José Javier Pascual, tras resaltar que la compañía «es autosuficiente» y que ha contado con el apoyo de la policía militar, señaló que el programa, «ha discurrido perfectamente» y quiso subrayar el apoyo recibido por parte de la alcaldesa de Aguilar de Campoo, María José Ortega; y del resto de la Corporación, «porque en Aguilar de Campoo nos hemos encontrado como en nuestra propia casa».

El capitán de infantería apuntó que la UME «es consciente» de la simpatía y afecto que levanta en la sociedad en su conjunto, aunque quiere resaltar que «es nuestro trabajo. Formamos parte de las Fuerzas Armadas y en nuestro caso somos la punta de lanza con el objetivo de apoyar en todo momento a la población».

El trabajo de la UME durante el estado actual de crisis sanitaria igualmente ha sido fundamental, también en Palencia. «Estuvimos desplegados en las calles y nadie sabe a lo que nos tuvimos que enfrentar. Realmente ha sido un período complejo, con muchas horas de trabajo en Palencia capital y el resto de la provincia, especialmente con los trabajos de desinfección de residencias y lugares públicos», subraya José Javier Pascual, quien además insiste en que el trabajo de coordinación con Protección Civil, Guardia Civil y Servicios Sociales de la Junta, así como el previo asesoramiento del batallón de riesgos biotécnicos, ha sido clave para cumplir los objetivos. «Todo lo que hemos venido haciendo siempre ha sido nuestro trabajo; lo que pasa es que ahora se ha hecho más visible», apunta el capitán de infantería José Javier Pascual.

Las unidades militares han tenido un papel fundamental desde que se decretó el primer estado de alarma. En la provincia de Palencia actuaron especialmente en la primera ola de la pandemia, de norte a sur y de este a oeste, en diferentes cometidos, especialmente en materia de desinfección de instalaciones públicas y centros sanitarios y en labores de patrulla, concretamente hasta en 27 ocasiones.  La misión fue bautizada como operación Balmis en homenaje a la expedición humanitaria que lideró Francisco Javier Balmis entre 1803 y 1806, un médico militar que llevó la vacuna de la viruela a los territorios del imperio español en América y Filipinas. 

En este contexto, la Unidad Militar de Emergencias (UME) desempeñó en la provincia de Palencia seis misiones entre marzo y abril, centrándose fundamentalmente en labores de desinfección de residencias de la tercera edad y espacios sanitarios como los centros de salud, amén de la prisión de La Moraleja de Dueñas, la Comisaría de Policía Nacional y la Comandancia de la Guardia Civil. 

Despliegue con las nevadas de febrero de 2015

La intensidad de la nevada así como de la ventisca en el norte de la provincia de Palencia y el sur de la comunidad cántabra obligaron a las autoridades a tomar una decisión excepcional e inaudita en aquel momento, el 4 de febrero de 2015: Activar la Unidad Militar de Emergencias (UME). Esta fue la primera vez que actuaron en la zona norte de la provincia.

Antes de que se tomara la decisión de cortar totalmente las carreteras de la zona norte, ya habían caído las primeras víctimas. Decenas de personas y automovilistas estaban atrapadas en la zona cerrada de Cantabria. Incluso entre Mataporquera y Aguilar, donde medio centenar de turismos estuvieron horas tirados en la autovía A-67. 

Finalmente se optó por recurrir a los medios de la UME que desplazaron 70 efectivos y diverso material desde su base en el Ferral del Bernesga, en León, hasta el norte de la provincia, «con el objeto de cubrir las necesidades de los ciudadanos en aquellos puntos conflictivos más afectados por el fuerte temporal de nieve, especialmente en la A-67 y en la N-611», indicaron en aquellos duros momentos desde la Subdelegación del Gobierno.  Los conductores auxiliados fueron llevados a Aguilar de Campoo, donde se habilitaron espacios en los colegios San Gregorio y Castilla y León. Hasta allí también se encaminaron las personas cuyos vehículos habían quedado embolsados en el Polígono o la localidad y no habían podido hacerse con una habitación en la oferta hotelera de la localidad, al 100%.