"Díaz-Caneja es un pintor de pintores, pero no es mediático"

César Ceinos
-

El primer director de la Fundación situada en la calle Lope de Vega de la capital tomó posesión el 16 de septiembre y empezó a trabajar el jueves 22 con un proyecto denominado 'Naturaleza rural: Arte y Cultura en el territorio'

Juan Guardiola - Foto: Óscar Navarro

La Fundación Díaz-Caneja tiene director tras 27 años.El primero de la lista es el madrileño JuanGuardiola (1965), que llega a tierras palentinas después de cinco años (2016 - 2021) como máximo responsable del Centro de Arte y Naturaleza (CDAN) de Huesca. Es licenciado en Historia del Arte por la Universidad Autónoma de Madrid, tiene estudios de doctorado y cuenta con un amplio currículum. También trabajó, entre otros destinos, como conservador jefe en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) y de conservador de exposiciones temporales y publicaciones en el Centro-MuseoVasco de Arte Contemporáneo (Artium) de Vitoria. Su contrato en Palencia tiene una duración de cuatro años, prorrogables a ocho.

¿Por qué decidió optar al puesto de director de la Fundación Díaz-Caneja de la capital palentina?

Estuve de director en el CDAN, que es un museo que gestiona la Fundación Beulas, y me motivó mi experiencia a cargo del legado de un pintor coetáneo y de características temáticas similares para presentarme al proceso de selección.  Ambos, junto a Godofredo Ortega Muñoz y Benjamín Palencia, son la generación de paisajistas que recibe la influencia de la Escuela de Vallecas. 

¿Qué aspectos del CDAN pueden aplicarse en Palencia?

Todos los que están relacionados con la gestión del legado de la Fundación Beulas, los que tienen que ver con el paisaje, la naturaleza y las cuestiones de sostenibilidad. Fue una experiencia de cinco años que me va a aportar mucho a mi nueva trayectoria.Es un aprendizaje que traigo en mi mochila.

¿Cómo se siente al ser nombrado director después de 27 años con el cargo vacante?

No tengo predecesor, pero hay que destacar la figura de Rafael del Valle, que con un carácter altruista ha estado coordinando las actividades de la FundaciónDíaz-Caneja. Yo soy el primer director, pero no vengo a un terreno ni desértico ni baldío. De hecho, ya está abonado y lo que voy a hacer es intentar recolectarlo, y plantar nuevas semillas para intentar crear nuevos públicos. Aquí ya ha habido una labor cultural que quiero poner en valor, al igual que el trabajo de los empleados de la casa y de los distintos patronatos.

¿Qué proyecto cultural pretende desarrollar en Palencia?

Lleva como nombre Naturaleza rural: Arte y Cultura en el territorio y se divide en tres líneas generales: actualizar la visión del paisaje de Díaz-Caneja a la época actual, trabajar en sostenibilidad y luchar contra el cambio climático y hacer hincapié en la ruralidad.

¿A qué se refiere cuando habla de  ruralidad?

Por ruralidad entendemos un espacio de pensamiento en el que vemos al agricultor o campesino como un  agente cultural transmisor de saberes, no como un trabajador más del sector primario.

En cierta medida, vamos a intentar decolonizar el pensamiento campesino, ya que muchas de las directrices que se imponen en el campo español vienen reguladas y normalizadas a través de la urbe y, en el caso de España, mediante la Política Agraria Común (PAC).

¿La tarea de decolonizar el pensamiento campesino que explica anteriormente como puede llevarse a cabo desde un museo dedicado al arte contemporáneo?

Existen varias maneras de hacerlo. Una de ellas es fijar la atención en artistas, proyectos y colectivos que trabajan en los pueblos. Vamos a promover exposiciones y actividades que tengan la naturaleza, la sostenibilidad y el mundo rural como eje temático. 

Además, haremos proyecciones de cine, conferencias e intentaremos poner en marcha un programa de residencias en el mundo rural. Para ello, hemos hecho un plan diseccionado en la provincia y hemos encontrado una serie de espacios culturales, que muchas veces son autogestionados e independientes, con los que queremos trabajar y colaborar porque uno de mis objetivos es que las actividades de la Díaz-Caneja no se centren exclusivamente en el ámbito urbano de la ciudad. 

La cultura y el arte, en concreto, son medios vertebradores del territorio, en este caso, de Palencia. A través de las residencias, invitando a artistas y haciendo actividades con estos colectivos que están en el medio rural, podremos hacer efectiva la extensión de la Fundación hacia la provincia.

¿Y que tipo de residencias tiene en mente llevar a cabo?

Me gustaría que fueran residencias de artistas. Algunas pueden ser de un mes, otras de dos o de tres.Depende del presupuesto. Eso sí, nos vamos a centrar en las artes visuales. Son una opción más para la obtención de espacio para la producción creativa y para la formación. Lo más frecuente es que incluyan un espacio de producción, una ayuda de alojamiento y manutención y, en ocasiones, un presupuesto para obras. Muy a menudo, los residentes se integran en la vida y actividad de la sede, la cual les puede ofrecer como contrapartida la organización de una presentación o exposición. En este caso, el objetivo será la formación y la investigación en el medio rural, generando conocimiento, intercambio y diálogo a partir de la reflexión y el debate.

Respecto al primero de los puntos de Naturaleza rural: Arte y Cultura en el territorio, ¿cómo se actualizan los paisajes de Díaz-Caneja a 2022? 

Trayendo a artistas contemporáneos que han hecho de la naturaleza su debilidad y de la lucha contra el cambio climático el eje de su trabajo.  Creo que si hoy Díaz-Caneja pintara un paisaje haría referencia a sus connotaciones simbólicas y estaría actualizando su visión a cuestiones económicas, sociales y políticas, como es el cambio climático. Hoy es difícil encontrar un artista que trabaje con la naturaleza y no tenga presente esta problemática. Pienso que Díaz-Caneja trabajaría en esa línea, insisto.

Y en relación con el segundo eje de su programa, sostenibilidad y lucha contra el cambio climático, ¿qué actuaciones puede hacer un centro museístico para proteger el medio ambiente?

Los fines de un museo no son solamente la colección y exposición de obras de arte o su comunicación y difusión. También debe de incluir el respeto a las minorías y la diversidad. Nosotros, aparte de seguir este código deontológico de buenas prácticas que promueve el museo como un elemento integrador de democracia y de ciudadanía, proponemos integrar los 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), que fueron acordados dentro de la agenda cultural de la Agenda 2030. En este caso, en concreto, vamos a trabajar desde otra ética, es decir, intentaremos apostar por actores (artistas, comisarios o intelectuales) locales que nos eviten el uso de transportes, sobre todo el aéreo, y la huella de carbono que ello conlleva.  

Además, en la medida de lo posible, evitaremos el transporte de obras de arte. Utilizaremos mucho medios como el vídeo y la fotografía, que nos permiten pedir copias de exposición e imprimirlos aquí. Así damos trabajo a la comunidad local. Intentaremos no hacer muros en las exposiciones, trabajar con materiales sostenibles, que todas las vitrinas sean de componentes reciclables e, incluso, que nuestros vinilos no lleven plásticos derivados del petróleo. Estas actuaciones nos van a ayudar a ir hacia la sostenibilidad.

Por otro lado, tampoco me quiero olvidar de decir que llamaremos a gente que trabaja con esta temática. Es tanto el modo de cómo vamos a hacer las muestras como los temas de los artistas.

Pasemos a la muestra permanente de Díaz-Caneja. ¿Qué tiene en mente hacer con la gran colección de 119 cuadros del pintor palentino que custodia de la Fundación?

Tenemos previsto contextualizar la exposición con un nuevo montaje. Entendemos que la propia muestra es en sí un aparato educativo y, como tal, vamos a crear un cierto dispositivo crítico respecto a las obras de Díaz-Caneja. Actualmente, la visión que tenemos del pintor es solo a través de su trabajo. Vamos a incorporar piezas de otros artistas, documentos, películas, fotografías y vídeos que expliquen el contexto de las obras. No van a ser solo cuadros, pero será un relato compatible con todos los anteriores.

Por ello, habrá un Díaz-Caneja que hablará de la República y de la pintura abstracta; otro, de la Guerra Civil y sus connotaciones porque fue activo durante la contienda bélica y fue encarcelado; de la represión; de la Escuela de Vallecas... Cuando llegue el Caneja más conocido, el de los años 60 y los paisajes, seguramente  se comentará la reforma agraria, el PlanBadajoz y otras cuestiones.

Asimismo, junto a la colección permanente vamos a crear microrrelatos dentro de la exposición permanente. Por poner un ejemplo, Caneja estuvo muy vinculado al ámbito cultural de la República, de ahí que  podamos hacer una microexposición donde mostrar la labor realizada por las misiones pedagógicas o por La Barraca. Este tipo de microrrelatos se van a insertar dentro de la historia cronológica y temática de la colección permanente.

Habla de extender la Fundación a los pueblos de la provincia y de residencias de artistas para que lleguen creadores hasta ellos, pero ¿tiene pensado llevar exposiciones de Díaz-Caneja fuera de la capital palentina?

Sí, haremos una colección expandida para crear una exposición itinerante que pueda viajar precisamente al mundo rural, siempre y cuando  existan espacios de exposición que reúnan las características profesionales de conservación y mantenimiento de las obras de arte.

¿Adquirirán en el futuro más obras de Díaz-Caneja?

El legado de Caneja en laFundación es, por suerte, suficiente para poder articular su obra. Comprende todas sus etapas. Lo que necesitamos es, precisamente, otro tipo de documentos. No es mi objetivo comprar. Los recursos se destinarán a otro tipo de materiales. No obstante, no cerramos las puertas a donaciones.

¿Se seguirán realizando exposiciones no permanentes?

Las muestras, que serán individuales y colectivas, se realizarán bajo los nuevos criterios y tendrán una temática de arte, naturaleza, sostenibilidad y ruralidad.

En su primera toma de contacto con la prensa palentina el pasado jueves, comentó su intención de utilizar más espacios del edificio de la calle Lope de Vega. ¿Qué zonas quiere aprovechar para difundir el arte?

Vamos a crear nuevos espacios de exposición, junto a las zonas ya tradicionales, que son las que están dedicadas a la colección de Díaz-Caneja y las dos salas de exposiciones. La obra invitada, que será una pieza significativa de artistas que trabajan a nivel internacional con la naturaleza, podríamos llevarla al patio o al vestíbulo. 

Además, en la planta -1, entre la zona permanente y una individual, se realizarán talleres para el público  y utilizaremos algunos pasillos para  escuchar obras sonoras ambientadas en la naturaleza y, por último, destinaremos el auditorio como un lugar  para hacer instalaciones de artistas que utilicen el vídeo y el cine como medio de expresión artística.

¿Incluye su proyecto para la Fundación programas educativos, participativos y formativos?

Entiendo el museo como un centro educativo, al igual que un colegio o una universidad. Quizá sea una educación de tipo más experimental porque se hace a través de obras, pero no deja de ser un lugar educativo. Por ello, continuaremos con las visitas, aunque haremos una revisión de las actuales actividades, cuales tienen validez o cuales deben de ser revisadas y pondremos especial atención en la diversidad funcional y en los colectivos que se encuentran en riesgo de exclusión social.

Por otro lado, me gustaría trabajar con la escuela de arte Mariano Timón de Palencia y con la Universidad de Salamanca (USAL) en programas de investigación. Asimismo, para hacer más democrática la institución pretendo reunirme con asociaciones vecinales, colectivos de mujeres y de inmigrantes, por poner algún ejemplo, para determinar qué contenidos podría desarrollar la Fundación . Será una manera de hacer la institución más participativa.

¿Cómo pretende aumentar la promoción en Internet?

La pandemia de coronavirus nos demostró que podemos llegar a más usuarios a través de Internet y no solo tener público local. Queremos desarrollar una nueva página web con nuevos contenidos digitales y en la que poder presentar toda la obra de Díaz-Caneja. También queremos tener más presencia en las redes sociales, como Vimeo, Instagram yFlickr, y una cuenta en Whatsapp para emitir a través de ella un boletín de actualidad. 

¿Cuál será la relación con las otras organizaciones culturales con sede en la ciudad?

Me gustaría crear redes de trabajo para compartir sinergías con instituciones como el Centro Cultural AntiguaCárcel (Lecrác), el Museo de Palencia, la sala de exposiciones de la Diputación o la biblioteca pública, pero también con festivales como el de cine, el de jazz, el de teatro o el Palencia Sonora.

De la misma manera, me gustaría colaborar con otros centros de la comunidad autónoma, como el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac), el Museo PatioHerreriano de Valladolid, el Centro de Arte Caja de Burgos (CAB), el Esteban Vicente de Segovia o el Domus Action de Salamanca.

¿Cómo espera financiar la actividad del museo?

Aparte de la financiación pública me gustaría conseguir apoyo privado. Respecto al merchandising de la casa, me gustaría desarrollarlo mediante una actualización de los productos actuales y una puesta en venta en la oficina de turismo y tiendas culturales de la ciudad.

Su plan está pensado para cuatro años, pero ¿tiene previsto algún objetivo a corto plazo?

Sí, en primavera me gustaría poder presentar la contextualización de la colección de Díaz-Caneja, puesto que necesitamos un mínimo de seis meses para pedir los préstamos y los depósitos de las obras que necesitamos en colecciones públicas.

En esas mismas fechas, haremos una campaña de acercamiento a la ciudadanía con el plan de actividades con nombres de artistas y exposiciones en concreto.

Dejando de lado la gestión de la Fundación Díaz-Caneja, ¿piensa que la figura del pintor palentino es conocida más allá del mundo del arte?

No, Juan Manuel Díaz-Caneja es conocido entre los circuitos del arte; más allá de ellos, no. Hablamos de un pintor de pintores, que gusta mucho entre los artistas, pero no es mediático como lo son Pablo Picasso o Salvador Dalí. 

Precisamente, uno de los retos que tengo es hacer conocedoras a las futuras generaciones de su obra. Para ello, me tengo que servir de los artistas contemporáneos que trabajan estas cuestiones. No es solamente poner al día la visión paisajística de Díaz-Caneja, sino hacer llegar a los creadores jóvenes y actuales su pintura a través de la conexión que establezco con la sostenibilidad y el cambio climático. Es como un camino de doble sentido.

¿A qué cree que es debido?

El encarcelamiento de Díaz-Caneja y la posguerra fueron tiempos difíciles y poco proclives para el coleccionismo privado. No se integró en las vanguardias artísticas como sí lo hicieron Picasso o Dalí y, en cierta manera, su pintura de paisaje es una forma de exilio interior, de realizar un trabajo que no tuviera connotaciones políticas que le pudieran ocasionar represiones. 

¿Cree que el arte contemporáneo se valora correctamente?

El arte contemporáneo no deja de ser un lenguaje. Si una persona habla francés podrá conversar con otra que también lo conozca. En cambio, para la persona que no conozca el idioma, esa lengua será únicamente un conjunto de sonidos que le podrán gustar o no, pero no podrá hablarlo. Con el arte es muy parecido.Si el espectador posee los códigos, podrá disfrutar de él. Si no los tiene, solo le parecerá una cosa decorativa bonita o fea.

¿Cómo se podrían dar a conocer estos códigos?

Aprendiéndolos. Para ello, hay que leer y visitar las exposiciones para ir, poco a poco, entendiendo los códigos del arte.