Los comuneros vuelven a casa

SPC
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Las Cortes lucirán en su vestíbulo principal el cuadro 'Los comuneros de Castilla', cedido por el Museo del Prado, tras una restauración que durará un año con una inversión de hasta 100.000 euros

Imagen del lienzo en blanco y negro que se expondrá en el Parlamento autonómico hasta que el original está completamente restaurado. - Foto: M. Chacón (Ical)

La vestíbulo principal de la sede de las Cortes en Valladolid albergará el cuadro 'Los comuneros de Castilla', un óleo sobre lienzo de 454 por 746 centímetros que pintó en 1887 el catalán Juan Planella y Rodríguez, tras un proceso de restauración que se prolongará durante un año y que requerirá una inversión de entre 80.000 y 100.000 euros por parte de la Fundación Castilla y León. El Museo Nacional del Prado, mediante un contrato de depósito, permite que la obra, que se había custodiado desde los años 90 en los almacenes de esta pinacoteca, cambie de ubicación para permanecer desde este martes en las Cortes de Castilla y León por la vinculación de la temática del cuadro con la Comunidad y Valladolid. 

El presidente en funciones de las Cortes, Luis Fuentes, destacó que el ciclo de actividades conmemorativas sobre el V centenario del movimiento comunero, se cierra con la llegada de esta obra, que consideró «apabullante», para ser restaurada «in situ» y, posteriormente, instalada en el hall principal para dar la bienvenida a los que accedan al parlamento castellano y leonés. Además, se podrá seguir todo el proceso de recuperación de su color y características originales.    Los trabajos de restauración serán supervisados y seguirán el criterio técnico de los responsables de conservación del Museo del Prado, que mantiene la titularidad del cuadro, un «bien de interés cultural», cuyo depósito se cede a las Cortes de Castilla y León, como se ha hecho con otras 3.200 obras de la pinacoteca nacional que son propiedad del Estado español.  

La jefa de servicio de Depósitos del Museo del Prado, Reyes Carrasco, explicó que la restauración no es un «proceso fácil» por lo que aseguró supone un «reto», tanto por la dimensión de la obra, como por las técnicas a emplear. El lienzo, recordó, se encuentra enrollado desde hace décadas, lo que ha dejado «huella», que requiere consolidar el color y rellenar las «lagunas» que se hayan creado. Además, se tendrán que reforzar los bordes y construir un marco para que cuente con un soporte «adecuado» y no sufra al ser colgado.

Destino final

Será necesario, dijo, garantizar unas condiciones de humedad y temperatura estables. El objetivo de las Cortes y el Museo es que la restauración se haga visible al público y que en el plazo de un año pueda ser colgado en «condiciones óptimas». Para ello, la Fundación Castilla y León tendrá que contratar los trabajos, que serán orientados y supervisados, sobre todo en los momentos «clave», por técnicos del Museo del Prado. La obra, que según explicó Reyes Carrasco fue creada en 1887 para una exposición de Bellas Artes y formó parte de la colección de arte moderno, propiedad del Estado, que está depositada por toda la geografía española. La pieza estuvo primero en Barcelona, por ser la ciudad natal del pintor Planella y Rodríguez, hasta que en la década de los años 80 se traslada al Museo del Prado en Madrid, donde fue guardado en sus almacenes.

Ahora, abandona la sede del Museo para trasladarse a Valladolid donde será restaurado en las Cortes, que lo atesorarán como una de las piezas fundamentales que representa una batalla del movimiento comunero contra las tropas reales.