«El trabajo de los científicos no se valora lo suficiente»

A. Benito
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Ana Gil Ordóñez, una de las palentinas que se ha beneficiado del programa de becas de Fundación la Caixa, lamenta que tengan que producirse crisis como la actual para que se vea la importancia de la investigación

«El trabajo de los científicos no se valora lo suficiente»

Ana Gil Ordóñez es una de las palentinas que se ha beneficiado del programa de becas de Fundación la Caixa. Graduada en Química por la Universidad de Valladolid, la joven hizo sus prácticas en el verano de 2012 en el Instituto I+D de la institución vallisoletana, donde se unió al grupo SMAP (Superficies y Materiales Porosos) para trabajar en la síntesis de polímeros y su empleo como membranas.


En 2013, llevó a cabó sus prácticas en la farmacéutica Crystal Pharma y, al año siguiente, regresó a la Universidad de Valladolid, dedicándose en ambos casos a la síntesis de fármacos no esteroideos. Ese mismo año 2014 comenzó el máster en Química Orgánica de la Universidad Complutense de Madrid, donde se unió al Laboratorio de Química Médica y empezó a trabajar en un proyecto de investigación basado en la síntesis de inhibidores de ICMT como potentes moléculas en el tratamiento del cáncer.


La joven obtuvo en 2015 la única beca de su especialidad concedida por Fundación la Caixa para hacer el doctorado en la Complutense, a lo largo del cual se centró en un proyecto  de investigación basado, por un lado, en el desarrollo de nuevos compuestos para el tratamiento de la enfermedad de la progeria y, por otro lado, en la identificación de nuevos metabolitos producidos por la microbiota humana. 


Actualmente, es project manager en la sede de Tarragona de Aicuris, una empresa farmacéutica alemana en la que investiga y desarrolla compuestos que puedan ser candidatos a fármacos. En este sentido, Ana Gil considera una «lástima» que tengan que producirse crisis como la actual para que se reconozca más el trabajo de los científicos. «Muchas veces, ni se valora esa labor, ni se destina el dinero suficiente para su desarrollo», afirma la joven.


En cuanto a la oportunidad que le brindó Fundación la Caixa, Gil asegura que siempre tuvo claro que quería hacer la tesis y el doctorado, pero para ello necesitaba financiación. «Los requisitos para acceder a estas becas son muy exigentes, aunque también su dotación económica es superior a la de otras líneas de ayudas, como las que concede el Ministerio», indica la química palentina, que fue elegida después de someterse a la evaluación de un comité de expertos. 


La beca, con una duración de cuatro años, permitió a la joven continuar con su investigación y realizar la estancia posdoctoral fuera de España. «En mi caso, me fui a Toulousse (Francia), donde estuve seis meses. Fue una experiencia muy enriquecedora que me dio la oportunidad de conocer otro modo de trabajar», explica Ana Gil.


Respecto a su futuro laboral, la joven reconoce que no hay muchas alternativas relacionadas con la industria farmacéutica en Castilla y León, sobre todo en lo que a investigación se refiere, pero su empeño por estar cerca de Palencia le ha hecho encontrar un nuevo puesto de trabajo en Valladolid al que se incorporará en las próximas semanas. 


«Estoy muy contenta porque voy a regresar a mi tierra», manifiesta la joven, que como otras muchas personas ha aprendido en los últimos meses a valorar aún más la importancia de estar cerca de su entorno.