«Desde pequeño quería ser actor, es algo vocacional»

Ismael Martín
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El humorista vuelve a la capital con 'El aguafiestas', una divertida obra que protagoniza junto a Santiago Urrialde

«Desde pequeño quería ser actor, es algo vocacional» - Foto: Sergio Lacedonia

La programación especial en el Teatro Ortega con motivo de las fiestas de San Antolín continúa hoy con la obra de teatro El aguafiestas, con Josema Yuste y Santiago Urrialde como protagonistas. Una representación cuyo fin y máximo exponente es la risa. Antes de la función de esta tarde, con dos pases a las 18,30 y las 21 horas, se ha tenido la oportunidad de hablar con Josema Yuste, una figura muy reconocida por formar parte del grupo Martes y Trece, que escribió una página de gran relevancia en el humor de este país.  

¿Pensó dedicarse a este oficio?

Tenía claro ser actor, por lo que en mi caso dedicarme a esta profesión es algo vocacional. Quería hacer lo que hacían otros en el teatro o en la pantalla. Pero dedicarme al humor no. Veía a humoristas, como Gila o Pajares, y me lo pasaba genial, pero nunca pensé en ser como ellos. Las circunstancias me han llevado al humor y estoy encantado.

¿Cómo fueron sus inicios?

En el colegio tuvimos una actividad extraescolar de teatro y cada trimestre del curso representábamos una obra de teatro. Ahí ya cuajó mi vocación. Después de acabar mis estudios, me matriculé en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y ahí ya tenía totalmente claro dedicarme a la interpretación. Cuando salí de la escuela, me empecé a presentar a castings.  

¿Cómo fue su primera oportunidad profesional?

La primera obra de teatro profesional en la que intervine como actor se llamaba Gospel. En el año 1977 empecé en el mundo del humor formando el trío con Fernando Conde y Millán Salcedo. Durante un año estuvimos trabajando en salas de Madrid hasta que llegó la oportunidad de la mano de José María Íñigo en el programa Fantástico de Televisión Española (TVE)

¿Qué es lo que más destaca del teatro?

El teatro lo bueno que tiene es que estrenas una obra y la puedes ir ajustando porque el público va marcando la medida de por dónde tiene que ir la comedia. Estoy volcado al teatro en cuerpo y alma desde hace 20 años porque considero que es un medio idóneo y en el que me encuentro muy cómodo.  

¿A qué le gusta sacar punta en sus actuaciones?

Lo esencial es que la gente se ría. Para eso trabajo el humor absurdo, blanco, que no hiera la sensibilidad de nadie e intento que sea inteligente. 

¿Con qué se queda de sus años en la interpretación?

Me quedo con los 17 años que estuve en Martes y Trece, lo más importante sin ninguna duda. Y luego destaco mi época actual de teatro que está siendo muy buena y estoy conectando bien con el público. Creo que tengo un público que me sigue con mucha fidelidad y cariño.

¿Cómo es la preparación de sus obras de teatro?

Cojo una comedia conocida y la adapto a mi estilo, le pongo mi impronta personal según concibo el humor. Al final la gente me conoce por ello.

Hábleme de El aguafiestas, ¿qué va a ver el público?

Una comedia muy entretenida. Cuando se abre el telón hay dos habitaciones de hotel contiguas, un decorado muy atractivo que inicia la comedia con gran expectación. He notado que el público está más en silencio que en otras.

Ya ha estado en más de una ocasión en la capital. ¿Qué espera esta vez?

He representado todas mis comedias desde el años 2005 en el Teatro Ortega y la gente responde de maravilla. Espero lo mismo para esta ocasión.