«El impacto económico de la Semana Santa es imprescindible»

Jesús Hoyos
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El responsable de la gestora que lleva las riendas de la Hermandad de Cofradías de Palencia hace un llamamiento a los cofrades para que se «animen» y se consiga una celebración «especial que retome el contacto y el hermanamiento»

«Una cofradía no es una peña, tiene carácter religioso. Falta un poco de compromiso por parte de los jóvenes», opina. - Foto: Sara Muniosguren

Cofrade desde hace 43 años, el nazareno Domiciano Curiel es el responsable de la gestora que lleva las riendas de la Hermandad de Cofradías de Palencia. Tras los años 2020 y 2021 en los que las celebraciones presenciales tuvieron que ser suspendidas por la crisis sanitaria originada por el covid, la Semana Santa de Palencia vuelve a las calles de la ciudad como si de una semana de pasión normal se tratara. 

Curiel comenta con Diario Palentino los retos a los que se enfrentan, la labor social de las cofradías y el impacto económico que estos días tienen en la capital.

¿Qué ha supuesto el parón de dos años por la pandemia a la hora de retomar las celebraciones?

El año pasado pudimos hacer algo vía streaming. Fue algo novedoso y también tuvo su trabajo. Dos años de parón nos genera la incertidumbre de cuál va a ser la respuesta. A día de hoy, parece ser que no vamos a tener la esperada. Estamos movilizando un poco más a todos los hermanos para que se animen y consigamos una Semana Santa especial, retomando todo el contacto y el hermanamiento que hemos tenido el resto de años.

¿Cómo cree que responderán los palentinos?

Creo que bien, el público está ansioso. Nuestra Semana Santa, al ser de Interés Turístico Internacional, ya está siendo bastante valorada por los ciudadanos. La respuesta va a ser buena. 

¿Cómo ayuda la Semana Santa a dinamizar la economía de la ciudad, más si cabe con los problemas actuales?

Hace unos diez años, un estudio valoró el impacto económico que suponía entonces la Semana Santa. Eran unos dos millones de euros. Ese impacto que tiene en la ciudad es imprescindible para Palencia y para la economía de sectores que nos distribuyen productos, como palmas, panes, etc. Todas estas cosas ayudan a dinamizar la economía en unos momentos tan complicados como los que vivimos ahora mismo.

¿Cuáles serán las medidas sanitarias que se adopten?

Ha habido un poco de ambigüedad. Vamos a seguir la normativa de la Consejería de Sanidad y tratar de ir por avenidas un poco más amplias. Eso nos han pedido. Igual que intentaremos que no se concentre o aglomere mucho público, lo cual será más complicado porque es difícil decirle a la gente lo que puede hacer o no. Contamos con Protección Civil, que siempre desempeña una labor inmensurable. Nosotros, desde luego, propondremos el uso de mascarillas, está clarísimo, y estaremos bastante vigilantes en ese sentido.

Se han hecho públicos los problemas por la falta de cargadores. ¿Cómo se puede paliar?

Solo hay una forma de hacerlo en un momento en que estamos tan entrados en la Cuaresma y es el llamamiento general. En algunos casos se ha acortado un poco el recorrido para que la gente no tenga temor. Hay un déficit de cargadores, llevamos años con ese problema. No entendemos cómo, si aumenta el número de hermanos, no aumenta lo otro. Igual no se explica bien lo que supone cargar y la gente joven piensa que no pesan. Pero sí pesan y hay que prepararse.

¿Cuáles fueron los argumentos  para la elección del exalcalde Heliodoro Gallego como pregonero?

Una cofradía dijo su nombre junto a otros dos. Heliodoro es una persona que conoce la Semana Santa de Palencia, ha sido muy cercano a ella. Estaba de alcalde cuando se declaró de Interés Nacional y siempre la ha apoyado, amén de que ha sido un hombre que ha procesionado mucho. Podría decir que incluso más que algunos cofrades.

Se cumplen diez años de la declaración como Fiesta de Interés Turístico Internacional. ¿Qué ha supuesto este reconocimiento con el paso de los años?

Nos ha dado alas, nos ha hecho mejorar en el desarrollo de nuestras procesiones, en algunas imágenes que se han hecho. Eso lleva implícito más trabajo. Para la ciudad, ha sido muy bueno porque hay turismo. Al ser internacional, nos ayuda a que los medios de comunicación vengan y se hagan eco de nuestra Semana Santa. Se ha hecho una buena labor en ese sentido.

¿Luce realmente el título concedido a la fiesta?

Sí, pero tenemos que mejorar bastantes aspectos.

¿Cuáles?

Por ejemplo, tener más orden a la hora de procesionar. A veces no se guardan las distancias, las filas no van tan rectas. En algunas cofradías debemos ser más serios en lo referente a la uniformidad en el calzado, por ejemplo.

¿Qué significa para usted la Semana Santa de Palencia?

Es de las mayores vivencias que tengo durante el año. Hace 43 que soy cofrade. No tenía antecedentes, me hice yo. Desde esos años, no he fallado nunca a la Semana Santa. Mis hijas están conmigo y se han hecho cofrades cuando han querido. Es una vivencia difícil de explicar. Se trata de ver y portar imágenes a hombros junto a tus hermanos y compartirlo con otras cofradías porque hay un sentimiento muy especial y de respeto, independientemente de que tengan más o menos devoción. Tiene su carácter católico y litúrgico. A mí me llena mucho y me carga las pilas para otros momentos de la vida y el resto del año.

¿Qué vivencias personales guarda con más cariño?

La más emocionante fue hace unos años, cuando fui elegido hermano mayor. En la procesión del Silencio, que se hace a la 1 de la madrugada, se carga descalzo al Nazareno Viejo. Había 200 personas, en un silencio absoluto mientras llovía. Hicimos una votación. Yo, emperrado en salir, la perdí. Mis hermanos de la junta tuvieron mucho más sentido común. Pero si hubiéramos dicho de salir, se habría acatado. Fue una gran sensación. Ves lágrimas y yo también me emocioné por el respeto que tuvimos en ese momento ante esa decisión. Fue algo que me marcó y lo sigue haciendo.

¿Qué sintió cuando sus hijas decidieron hacerse cofrades?

Mucha alegría. Yo no he querido hacerlas cofrades nada más nacer. Creo que tienen que vivir y pensarlo. Les dije que es un tema serio y, si se apuntaban para procesionar y tener devoción a Jesús Nazareno y a la Virgen, lo debían cumplir todos los años. Hasta la fecha, lo han hecho.

¿Tiene un paso procesional o un acto preferido?

La del Silencio es un momento entrañable porque tiene una cosa característica. Y es el público que acompaña a la imagen, que va con velas a la 1 de la madrugada. Tiene casi más mérito que nosotros, que es nuestra obligación como cofrades. Me gusta el Prendimiento, esa lectura que se hace en un momento que agolpa a la gente. La función del Descendimiento también es muy bonita, como la del Santo Entierro. Tenemos muchas cosas interesantes que llegan a la gente y es lo que le atrae.

¿Es la confraternización uno de los aspectos de la Semana Santa que más le gusta?

Sí. Son sentimientos de reencuentro después de un año entero. En muchas ocasiones, es muy profundo porque durante ese tiempo pasan cosas. Ha habido momentos agradables y otros de desgracias. Los abrazos que se dan son muy sinceros.

Nueve cofradías, unos 5.500 cofrades y actos muy particulares. ¿Tener cerca la Semana Santa de Valladolid o Zamora eclipsa el crecimiento de Palencia?

Creo que no. Nos obliga a mejorar. Tenemos unas tallas importantes que pueden ser mejores que las de Zamora. El tema está en que la seriedad que tienen allí quizá no la tenemos nosotros. Eso igual lo tenemos que copiar y seguir arreglando flecos e incorporando cosas que otros hacen mejor.

La unión de todas las cofradías en los distintos actos es algo característico de Palencia. ¿Cuál es la relación entre ellas?

Buena. Tenemos el problema de que se ha aumentado el número de procesiones y no vemos esa afluencia de tantos cofrades en otras. Bajo mi punto de vista, las estamos haciendo muy largas. En algunos días, muchos no llegan a cubrir todas.

¿Se ha llegado a ver eso como un problema?

Depende de cofradías. Algunas no quieren reducirlas, pero otras sí. Los nazarenos somos partidarios de que la gente venga a ver a la imagen y hacer el recorrido más corto para concentrar el público y no tener ciertos tramos en los que vas prácticamente solo. Eso desmorona un poco, sobre todo si vas cansado.

¿Cómo valora la presencia de jóvenes en la Semana Santa?

Son los que van a tener que coger el testigo. Falta un poco de compromiso si se compara con cómo funcionan en otras zonas de España. Se intenta trabajar en ello, pero somos algo deficitarios en número.

Habría que empezar a enseñar lo que es de verdad una cofradía. No es una peña, siempre lo digo. Tiene un carácter religioso. A partir de ahí, se pueden hacer muchas actividades. Sería muy importante que hicieran convivencias. Luego hay piques sanos entre cofradías, que también es parte de la salsa de la Semana Santa.

¿Apoyan lo suficiente las instituciones en la mejora de la Semana Santa de Palencia?

No. Es una queja que tenemos siempre. Algunos lo hacen dentro de su capacidad económica, pero son 45.000 euros para una Semana Santa Internacional, en la que tenemos que hacer la labor de difusión con cartelería y programas. La gente ve la subvención y cree que va directamente a las cofradías, pero es para fomentar y difundir fuera de nuestra provincia. Tendrían que hacer un esfuerzo más grande y retomar la figura de la Junta Pro-Semana Santa. Estaban involucradas las administraciones, los empresarios, los hosteleros y la Hermandad. Para el tema burocrático, sobre todo. Les serviría para ver su importancia. Las subvenciones que pueden tener ciudades como Lorca son tremendas.

¿Cuál es el papel social que juegan las cofradías?

Las cofradías tuvieron un inicio gremial. Por ejemplo, los pescadores. Estaban vinculadas a un oficio. Esa parte, en algunas comunidades y provincias, se ha ido perdiendo. Hay que retomar esa labor social. Estamos haciendo una difusión de asistencia. Tenemos que seguir colaborando con la sociedad y estar más presentes porque formamos parte de ella, como se ha demostrado durante la pandemia con diferentes donaciones. Por ejemplo, los nazarenos hemos aprobado sacar una beca de 900 euros para asociaciones palentinas y poder colaborar dentro de nuestra capacidad.

¿Hasta qué punto es importante la presencia musical en la Semana Santa?

Imprescindible. Depende de qué tipo de agrupación o banda acompañe, la forma de procesionar y el ritmo son distintos. Si se adapta bien al paso, mucho mejor.

Concursos como el de fotografía sirven para acercar más la celebración a la sociedad

Sin duda. El de fotografía o el de dibujo infantil me encantan y en semanas previas van haciendo esa labor. Aquí tenemos un pequeño defecto. Las exposiciones deben ser mejores y todos los dibujos, no solo los ganadores, deben estar ahí por su esfuerzo, igual que las fotografías.

¿Algo que puedan mejorar en lo referente a labor social?

Seguir trabajando el carácter solidario y asistencial. Es imprescindible. Está muy bien la ayuda a Ucrania, pero ha habido más guerras antes y gente cercana a nosotros lo está pasando mal. Ahí tendríamos que estar más pendientes. Otras cosas no cuestan dinero, como visitar enfermos y ancianos, que se hace en otras comunidades. Los jóvenes se tienen que mover en ese sentido.

En una sociedad cada vez más alejada de la fe, ¿qué supone ser cofrade hoy día?

Es un compromiso religioso. Para los que tenemos cultos habituales, un poco más de formación cristiana. Aquí puedo hacer una crítica a cierta parte del clero a la que no le gustan las cofradías. Habría que dejar que aquellos sacerdotes a los que les gusta el mundo cofrade y que pueden trabajar dentro de él, lo hagan y tengan más presencia.

¿Cómo ve el futuro de la Semana Santa en Palencia?

Si vemos cómo está yendo la ciudad, quizá vamos a tener problemas de participación. Perdemos población y la que queda está más envejecida. Estas cosas se pueden revertir trabajando.

En pocas palabras, ¿cómo definiría la Semana Santa palentina?

Austera y seria.

¿En qué estado se encuentra la gestora de la Hermandad?

La gestora está constituida hasta finales de año. Por eso, abogo por que empiece a funcionar la Junta Pro-Semana Santa. Hacemos un trabajo de justificación de subvenciones y demás labor burocrática, que es más propio de esa junta. Nosotros tenemos que dedicar el esfuerzo a mejorar las procesiones y cofradías en un trabajo organizativo. Creo que a finales de año se elegirá un presidente, después de que se celebren elecciones en varias cofradías.