El bastión cántabro de La Loma

A. Benito
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Las excavaciones sitúan al castro como una de las estructuras defensivas más excepcionales de la Península Ibérica

El bastión cántabro de La Loma

Desentrañar las características del enorme baluarte que era el Castro de La Loma y tratar de esclarecer el complejo de murallas superpuestas que hicieron de él una de las estructuras defensivas más excepcionales de la Península Ibérica. Esos han sido los principales objetivos de las excavaciones que varios arqueólogos han llevado a cabo entre el 1 y el 16 de julio bajo la dirección de Eduardo Peralta, Jesús Francisco Torres y Santiago Domínguez.

Una campaña que ha dado sus frutos y que ha venido a confirmar, entre otras cosas, que los pueblos que habitaban en la cornisa cantábrica eran grupos sociales evolucionados y complejos. "Esta teoría desmiente el supuesto primitivo que siempre se le ha conferido a este tipo de sociedades", explica Peralta a la vez que indica que "para construir una fortificación como la de La Loma se precisa del trabajo de miles de personas organizadas".

En este sentido, el equipo de arqueólogos ha centrado este año sus esfuerzos en excavar lo que a todas luces parece ser la parte interna de un torreón semicircular, ubicado delante de una muralla anterior en el tiempo, desde el que se regulaba la entrada al castro, aunque esté último supuesto tendrá que confirmarse en próximas campañas. "Lo que está claro es que el asentamiento contaba con varias líneas defensivas integradas por estructuras rectilíneas, ovaladas y semicirculares", apunta Torres.

El bastión cántabro de La LomaEl bastión cántabro de La LomaComo si de un castillo medieval se tratase, lo que se desprende de los trabajos ejecutados en La Loma es que la fortificación fue, en su momento, el resultado de una enorme inversión de trabajo con la que se construyeron robustas estructuras macizas. "Algunas -continúa Peralta- asentadas sobre murallas anteriores que colapsaron y fueron aprovechadas en fases constructivas posteriores".

Como en otras ocasiones, varias han sido las puntas de flecha que han aparecido en el yacimiento. Unas sesenta piezas que sumadas a las encontradas en campañas previas vienen a corroborar que el de La Loma es el espacio arqueológico de toda Europa en el que más materiales de este tipo han aparecido, superando con creces las mil puntas de flecha. "Algunas conservan el mástil de madera, lo que nos va a permitir hacer analíticas más exhaustivas", asegura Peralta. Este también confirma el hallazgo de un hacha prerromana de los siglos II-I a. C., así como otras piezas metálicas y un molino. 

Los directores de la excavación aseguran además que los torreones y murallas que defendían La Loma son muy anteriores a la ocupación romana, lo que confirma que los pueblos cántabros eran muy guerreros y luchaban entre sí por aumentar su estatus y prestigio o para obtener riquezas materiales y tesoros.

El bastión cántabro de La LomaEl bastión cántabro de La LomaCOMPAÑERAS INESPERADAS. La ola de calor y las altas temperaturas no han ayudado mucho en una campaña en la que la nota más negativa ha sido que el equipo dirigido por Peralta, Torres y Domínguez ha tenido que compartir espacio con un grupo de 80 vacas introducidas en el castro de forma irregular por un ganadero de la zona. Una situación que, al parecer, ya ha sido denunciada por el Ayuntamiento de Santibáñez, propietario de gran parte de unos terrenos sobre los que también tiene potestad, aunque solo en una franja, la Junta Vecinal. 

Además de dificultar la labor de los profesionales, la presencia de las reses ha impedido organizar una jornada de puertas abiertas y ha traído consigo la destrucción de los carteles que se colocaron recientemente como parte del proyecto de musealización que se ha puesto en marcha en La Loma. 

"Es irritante ver cómo alguien tira por tierra una actuación que ha costado mucho esfuerzo y dinero", apunta Peralta, que también señala que, dentro de esta iniciativa, pronto saldrán a la luz un libro sobre la importancia del castro santibañés, las características de sus habitantes, su papel en las Guerras Cántabras y cómo fue el asedio romano que supuso su absoluta destrucción, así como un cómic más orientado al público juvenil.