La movilidad es esencial para que las personas puedan acceder al trabajo y a los servicios públicos como la educación y la sanidad, y está íntimamente vinculada a la libre circulación y a la facilidad de los desplazamientos, impactando de manera relevante en la calidad de vida de los individuos. No hay que olvidar que el reto climático y la salud exigen la adaptación del sistema de transporte hacia una movilidad limpia, menos vinculada a la utilización del vehículo privado.

  La digitalización y las nuevas tecnologías están transformando la movilidad, y es necesario adaptar el marco jurídico para poner estas herramientas al servicio de las personas. Y es que es necesario garantizar que las inversiones públicas se centren en aquello que genera un mayor valor social.

 Bajo este prisma, la Junta de Gobierno Local aprobó ayer el proyecto del carril-bici para el tramo de conexión del camino de San Román con los caminos de sirga del Canal de Castilla y con la vía verde Ferrocarril del Secundario, también conocido como el Tren Burra. Todo ello con un presupuesto estimado de 777.000 euros y financiado en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, mediante los fondos Next Generation de la Unión Europea. Se trata de una actuación que tiene como objetivo principal la recuperación medioambiental y social de este corredor abandonado mediante actuaciones que estén en consonancia con el entorno en que se enmarcan, garantizando la conservación de los valores ecológicos y asegurando su integración en la ordenación de la ciudad.

Pero es que, además, se ha sabido que el Gobierno regional ha aprobado provisionalmente otro proyecto de carril-bici, concretamente el que discurre entre Palencia y Villalobón junto a la carretera P-405. Así las cosas, la Delegación Territorial de la Junta ha publicado la relación de bienes o derechos afectados cuya expropiación forzosa se considera necesaria para la ejecución de dichas obras. 

La cuestión es prescindir del automóvil privado en trayectos cortos que podamos hacer a pie o en bicicleta. Además, elegir el transporte público es conveniente. Otra opción es compartir el vehículo con compañeros de trabajo o de zona laboral porque no sólo es más sostenible sino que ayuda a descongestionar el tráfico.s. El caso es que Palencia es una capital  muy accesible desde todos los puntos posibles; por lo tanto, es más que factible que este tipo de proyectos sean asumidos por una sociedad que está abocada a respetar el medio ambiente en todas sus formas. Es sabido que los carriles-bici no tienen ahora un gran número de adeptos, pero la ciudad tiene condiciones para ofrecerles una oportunidad.