Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


España, mercado de riesgo

03/05/2022

Así califica el presidente de Iberdrola Ignacio Galán, a nuestra nación: es punto de riesgo. Antes el riesgo se calificaba por la "prima de riesgo", pero ahora, con nuevas economías se interviene en los factores de riesgo con objeto de no alzar la prima, así no nos enteramos del estado económico de nuestro país y permanecemos calladitos.
Desde dentro a fuera nos encontramos con una política de exteriores que da pavor: ayudas a Ucrania, un sí pero no, para evitar disgustarse a Podemos. La Belarra que desea hablar con Putin. Descerebrada política española con Marruecos que no ceja en su empeño de atrapar Ceuta, Melilla y si le dejan se apropiará de Canarias. Disparatada relación con Argelia a la que compramos gas y energía que sumerge los precios en un mar de dudas, por nuestra relación con los saharauis. Toreo infundado a la Unión Europea.
Dentro de España nos encontramos con un centro de secretos oficiales que se ha convertido en comisión de indiscreciones oficiales y debe dar explicaciones públicas sobre sus ocultos métodos y actividades. 
Se potencian enemigos de España que tiran de sus cabos sueltos para destruirla, los llamados inconstitucionalistas. Se rechaza públicamente a la corona; el último gesto ha sido someter sus gastos a la contabilidad de un plebeyo tribunal de cuentas, sobre un patrimonio real superado por unos 40.000 contribuyentes. Y ahora, para crear más incertidumbre nos dicen que el Tribunal de Cuentas por ley, no puede hacer juicios contables al rey. Los impagados de empresas en riesgo crecen un 26%. La solución del tope del gas nos provocará deudas que debemos asumir a corto plazo. La luz aportará impagos en hogares pobres y la cesta de la compra soporta una inflación galopante en un mercado donde lo único seguro y cierto es el crecimiento de impuestos.
Está claro, invertir en el mercado español es contraer enorme riesgo. Y mientras se lanzan bobas intenciones de suprimir el vino, la cerveza o fumar en casa y un presidente paseante que elude los compromisos españoles, como hacen los maridos puteros con sus respectivas.
Como decían Typ y Coll: ¡Otro día hablaremos del Gobierno!