El repunte en la compraventa de viviendas adelgaza su stock

Jesús Hoyos
-

La provincia registró el año pasado 1.807 operaciones, cifra inédita desde la crisis de 2008, lo que ha propiciado un descenso del 20 por ciento de las casas a estrenar en la última década

El repunte en la compraventa de viviendas adelgaza su stock - Foto: Sara Muniosguren

El sector de la construcción ha sido uno de los que más rápido se han recuperado económicamente y a nivel de actividad tras el estallido de la crisis del covid-19. Tanto que en 2021 registró números que no se veían desde 2008. Y es que las 1.807 operaciones de compraventa anotadas el año pasado fueron la cifra que más se acerca a las 1.871 de aquel año en que otra crisis comenzó, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Unos registros que han permitido reducir el stock de vivienda nueva sin vender a mínimos históricos desde que existen datos. La estadística que el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana elabora desde 2011 es clara. Por aquel entonces, una vez estalló la burbuja inmobiliaria y con centenares de promociones recién terminadas, la Administración realizó un amplio informe que detallaba la existencia de 2.555 viviendas a estrenar que no tenían dueño en la provincia. 

Diez años después, el parque ha caído hasta las 2.046, un 20% menos, que marca la cifra más baja. Una reducción claramente influenciada por el buen momento que vive el mercado inmobiliario y que se ha ido produciendo de forma continuada desde aquel ejercicio hasta hoy.

El repunte de las compraventas en 2021 viene dado por el interés que ha despertado la inversión en vivienda y el valor refugio que supone en estos tiempos el ladrillo. El dato fue un 54 por ciento mayor que el del año de la pandemia, cuando se produjeron apenas 1.176 operaciones que, si bien parece una cifra baja, fue mayor que todo el tramo 2012-2016. 

Hay que remontarse hasta 2010 para encontrar un ejercicio en el que se superaran las 1.600 operaciones, 1.636 para ser más exactos. El primer año que el INE recogió este tipo de estadísticas se registraron 1.464 compraventas, que aumentaron al año siguiente en pleno boom hasta las citadas 1.871. Pese al bajón de 2009 (1.469), el mercado siguió en expansión en 2010 (1.636), momento en que comenzó una fuerte caída materializada en los fuertes descensos del 24 por ciento en 2011 y del 33 por ciento en 2012, cuando se rozó el suelo histórico con 839 operaciones.

 Superados los años más duros de aquella crisis económica, el crecimiento fue moderado pero constante hasta 2019. En el año previo a la pandemia se registraron 1.337 compraventas que, en todo caso, fueron menos que las de los años 2010 o 2009.

 

Cambio de modelo. De todas las operaciones de compraventa llevadas a cabo el año pasado, 306 correspondieron a pisos y casas nuevas, mientras que 1.501, es decir, un 83 por ciento, implicaron a viviendas usadas.

La proporción 17-83 es muy diferente a la que se vivió durante el 2008, lo que dice mucho del cambio de modelo que ha experimentado el comprador respecto a antes del estallido de la burbuja. Entonces, de las 1.871 operaciones, 752 (40 por ciento) estuvieron vinculadas a propiedades recién construidas, mientras que el resto, un 60 por ciento, se trató de viviendas de segunda mano.