El tiempo se ha agotado

Agencias
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Los demócratas confían en que la matanza de Uvalde sea el punto de inflexión para que se retome el debate del control de armas en un país en el que «ya no hay espacio para excusas»

El tiempo se ha agotado - Foto: NURI VALLBONA

Desde que la congresista demócrata Sheila Jackson Lee llegó a la Cámara Baja estadounidense en 1995, más de 300.000 niños del país han vivido tiroteos en sus escuelas, pero los intentos de controlar las armas se han topado con una férrea oposición de los republicanos, que han frenado en seco todas las medidas de ese tipo en la última década.

Tras la tragedia de la semana pasada en Uvalde, la política confió en que esa matanza -que acabó con 21 muertos, entre ellos 19 niños- suponga la gota que colme por fin el vaso y consiga romper la inacción en Washington. «Este es un punto de inflexión para la humanidad en Estados Unidos. Ya no hay espacio para las excusas», aseguró.

La de Uvalde fue la peor masacre en una escuela del país desde la registrada en diciembre de 2012 en la escuela Sandy Hook de Newtown, donde fueron asesinados a tiros 20 menores y seis mujeres. Los padres de esos pequeños suplicaron entonces al Congreso que reforzara el control de armas, pero ni siquiera se aprobó una medida que apoyan el 90 por ciento de los estadounidenses: un sistema de verificación de antecedentes.

Aunque la experiencia de la última década deja poco espacio para el optimismo, Jackson Lee y otros miembros de su partido aseguran que han visto un poco más de voluntad esta vez en la oposición republicana para hacer algo, aunque se trate de medidas muy limitadas.

«El mundo está observando a Estados Unidos», recalcó la demócrata. «Tenemos 400 millones de armas, el 45 por ciento de las armas que hay en el mundo. Si vamos a seguir siendo el líder del mundo libre, ¿cómo podemos negar una vida a un alumno de cuarto grado?», reflexionó.

Al ser preguntada por qué cree que esta vez es la definitiva, la legisladora opinó que a veces «Dios concede tiempo» para reflexionar sobre las cosas, pero que ha llegado un momento en el que «ya no hay espacio para las excusas». «Lo que creo que ha hecho esto es decir a los legisladores que se les ha agotado el tiempo», subrayó. Añadió que eso lo «sabe» el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, porque  encargó abrir negociaciones con los demócratas para negociar una posible legislación de armas. «Hay más republicanos en hablar sobre esto que nunca antes desde Sandy Hook», indicó.

De hecho, un nuevo conato de ataque volvió a poner en alerta al país. Y es que, según se supo ayer, un estudiante de quinto grado en Florida, de 10 años, fue detenido tras ser acusado de enviar un mensaje de texto amenazando con llevar a cabo un tiroteo masivo. 

Canadá mueve ficha

Por otro lado, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunció ayer una nueva legislación para la congelación nacional de la compra, venta, importación y transferencia de armas de fuego en el país.

«Como vemos que la violencia con armas sigue aumentando, es nuestro deber seguir tomando medidas», señaló.