Rosa de la Peña ostenta también el cargo de vicesecretaria del Ayuntamiento de la capital. Dicen que la experiencia es un grado y, por ello, mucho puede aportar a nivel nacional. 

¿Cómo percibe el papel de los habilitados nacionales (secretarios e interventores) durante la pandemia en la gestión de los Ayuntamientos?

Es un hecho incuestionable que la administración local ha estado a la altura de las terribles circunstancias que nos ha tocado vivir. Desde el punto de vista organizativo, ha sido la administración que de la noche a la mañana se ha convertido en una administración digital y desde el punto de vista del servicio público, al que nos debemos, los ayuntamientos y diputaciones han estado al lado de los ciudadanos dando respuesta inmediata a los servicios esenciales.

Por cierto, ¿qué importancia le da a los habilitados nacionales en la gestión de los Fondos Europeos que van a llegar a los ayuntamientos?

Aún hay mucha incertidumbre sobre el papel que las entidades locales van a jugar en la gestión de los Fondos Europeos. La cuantía que va a recibir España es de 140.000 millones de euros, una cantidad histórica y en la que nos la jugamos como país. Para absorber esa cantidad de dinero es necesaria una gestión ágil y rigurosa, y en eso la administración local es, sin lugar a dudas, la más competitiva. En este sentido los habilitados nacionales, como órganos con funciones directivas, jugamos un papel crucial, porque la ley nos reserva unas funciones en exclusiva, reserva sancionada por el Tribunal Constitucional en varias sentencias que nos convierten en el principal órgano de dirección y gestión, conocimiento y rigor en las entidades locales, sobre todo en los pequeños municipios. 

Por ello, hemos publicado una guía para empleados públicos sobre los diferentes aspectos de procedimiento, contratación, de subvenciones, convenios, colaboración público-privada, gestión presupuestaria, etc... sobre la forma de abordar la gestión de estos fondos.

Para que la gente los conozca un poco más, ¿qué función desempeñan en los ayuntamientos?

Tenemos tres escalas:  secretaría, comprensiva de la fe pública y el asesoramiento legal preceptivo; intervención-tesorería, comprensiva del control y la fiscalización interna de la gestión económico-financiera y presupuestaria, y la contabilidad, tesorería y recaudación.

Por último, a la función de secretaría-intervención le corresponden las funciones de la fe pública y el asesoramiento legal preceptivo y las funciones de control y fiscalización interna de la gestión económica-financiera y presupuestaria, y la contabilidad, tesorería y recaudación.

¿Cuántos conforman el colectivo en la provincia?

En la provincia hay 117 plazas.

¿Cuáles son sus principales retos y cuáles son sus principales reivindicaciones?

El principal reto de todo habilitado nacional ha sido y será siempre mantener una alto nivel de conocimiento en las múltiples materias jurídicas y/o económicas a las que ha de hacer frente a lo largo del día a día, lo que requiere una formación constante. Si la formación constante y la evaluación del desempeño ha de ser una constante de todo empleado público, en nuestro caso es una exigencia que desde el primer día de servicio activo dirige nuestra labor. Ello conduce inexorablemente a mantener un constante rigor en nuestra actuación.

Como colectivo mantenemos múltiples reivindicaciones desde hace tiempo. Destaco la necesidad de supresión de la libre designación, de integración en el Grupo A1 de muchos compañeros que no lo están por circunstancias históricas.  Y, en estos momentos, la principal, es que se nos considere en los trabajos que se prevén afrontar con relación al Estatuto del Municipio de Menor Población. No se puede desaprovechar nuestra experiencia, el acervo de nuestra profesión en cuestión tan urgente y compleja.

La falta de personal clave como secretarios, interventores y tesoreros trae de cabeza a los ayuntamientos, ¿cómo está la situación en Palencia y cuántas vacantes están por cubrir?

Desgraciadamente el 40% no están cubiertas por funcionarios de carrera. Lo cierto es que es un problema a nivel nacional, y afecta a la mayoría de cuerpos y escalas de funcionarios.

Hábleme de la digitalización en el Ayuntamiento, que al parecer ha tenido un gran impulso durante estos meses de pandemia...

El Ayuntamiento de Palencia lleva varios años en un proceso de digitalización e innovación. En el año 2007 inició un programa de simplificación y reducción de cargas administrativas impulsado por el Gobierno de la Nación. Desde entonces y partiendo del año 2018, los expedientes y las notificaciones se tramitan de forma electrónica, lo que ha supuesto una cierta revolución digital. Esto ha permitido que a la semana de publicarse el Real Decreto del Estado de alarma todos los empleados que su puesto así lo permitía estuvieran teletrabajando. La incorporación a esta nueva forma de trabajar fue inmediata.

Contamos con un Portal de Transparencia antes incluso de la publicación de la Ley de Transparencia del año 2013, y la sede electrónica se implantó en año 2012. También hemos sido pioneros respecto a la normativa de protección de datos de carácter personal, con la implementación en 2011 de un proyecto sobre el grado de cumplimiento en dicha normativa en todas las áreas municipales, y disponemos de un canal de consultas internas para todos los empleados municipales denominado Canal de Privacidad desde el año 2012. No obstante, estamos en un proceso de constante mejora y actualización.

¿Está reconocida la figura del secretario y del interventor?

Yo creo que sí. Somos órganos de control jurídico y presupuestario, pero los políticos agradecen y reconocen nuestra labor, ya que comprueban que el seguimiento de nuestro asesoramiento supone no solo el cumplimiento de la Ley, sino su propia tranquilidad. Este reconocimiento se extiende, sin duda, a los ciudadanos y cuanto más pequeño sea el municipio con mayor intensidad.  

¿Alguna cuestión más que le gustaría resaltar y que no le he preguntado?

No puedo obviar en esta oportunidad poner en valor la labor, muchas veces ingrata y muchas veces criticada, quizá por desconocimiento, de la Organización Colegial de Secretarios, Interventores y Tesoreros de Administración Local. Sin ella, muy posiblemente, un colectivo como el nuestro sujeto a tantas vicisitudes a lo largo de su historia, ya no existiría.