Una cuestión de distancia, operatividad y funcionalidad. Eso es lo que enfada, y mucho, a los residentes en el barrio del Cristo del Otero para poder ejercer su derecho al voto.
La junta directiva de la Asociación de Vecinos -en representación de cientos de afectados por el cierre como colegio electoral del edificio municipal Efides para las elecciones autonómicas y el traslado de estos al colegio Nuestra Señora de la Providencia- se quejó al Ayuntamiento al entender que se debe realizar un desplazamiento innecesario de 1,5 kilómetros. «Apoyamos a estas personas, varias de ellas de edad avanzada y con movilidad reducida. Además del Efides hay otros edificios públicos adecuados en un radio de 150 metros que podrían utilizarse como sedes electorales. Es totalmente ilógico, por lo tanto, tener que trasladarse casi 20 minutos andando», denunció a DP el presidente del colectivo vecinal, Guillermo Barrios.
«No entendemos los motivos que han llevado a tomar semejante decisión, nada democrática a nuestro juicio, ya que la labor de cualquier administración pública debe ser la de facilitar el voto a todas las personas, y creemos que en esta ocasión no ha sido así. Por lo que nos dicen, un componente de la mesa electoral dijo que no había suficiente luz en el edificio Efides. Pero si esa es la verdadera razón es para nota, ya que el problema pude solucionarse con voluntad y sin mayores problemas», arguye Miguel Ángel Lacarra, residente en el barrio y vinculado desde hace décadas al movimiento vecinal.
Por ello, la Asociación de Vecinos del Barrio del Cristo se dirigió por carta al alcalde, Mario Simón. «Como máximo responsable del Ayuntamiento le trasladamos el profundo malestar que nos crea este cambio, pues supone el desplazamiento en algún caso, como por ejemplo el que se verán obligados a realizar los vecinos de las calles Perú, Colombia o Venezuela, por citar solo algunas zonas, de más de un kilómetro para poder ejercer su derecho a voto», según reza el texto de la misiva.
«Suponiendo, como nos dice la Junta Electoral, que el motivo de este cambio al colegio de la Provuidencia ha sido la reestructuración de las sedes, no entendemos cómo no se ha contado con otros edificios municipales cercanos. Ahí están el centro social municipal, la escuela infantil municipal Casilda Ordoñez o el colegio público Juan Mena, este último con un espacio capaz de absorber las mesas para votar que han sido trasladadas a otros lugares a pesar de que este centro escolar las acogía habitualmente», concluye el escrito.