Molinos once veces más altos que el Cristo del Otero

Rubén Abad
-

El colectivo ecologista La Braña presenta escritos contra las centrales eólicas Rubagón y Pisuerga y los parques fotovoltaicos Cillamayor, Callisto y Europa proyectados en el norte de la provincia

Recreación del impacto en el paisaje del embalse de Aguilar de Campoo.

Ante la «avalancha» de proyectos de instalaciones eólicas y solares en el norte de la provincia, el colectivo conservacionista La Braña ha presentado alegaciones a los cinco proyectos que actualmente «amenazan con su impacto» a los municipios de Aguilar de Campoo, Cervera de Pisuerga, Salinas de Pisuerga, Barruelo de Santullán y Brañosera.


Las dos centrales eólicas denominadas Rubagón y Pisuerga suman un total de 18 aerogeneradores de más de 220 metros de altura, es decir, once Cristos del Otero, uno encima de otro. Asimismo, muestra su rechazo a las tres centrales solares Cillamayor, Callisto y Europa, que pretenden colocar «decenas de miles» de placas solares en torno a la pedanía aguilarense de Matamorisca, perteneciente a Aguilar de Campóo, cubriendo una superficie equivalente a 226 campos de fútbol. No solo eso, según destaca el colectivo, al impacto de estas instalaciones privadas en terreno público, hay que sumar las líneas aéreas de evacuación de energía y las instalaciones transformadoras, «con su efecto directo sobre el paisaje, la destrucción de hábitats, la muerte constante de aves y quirópteros y los perniciosos efectos sobre la salud de las personas por los campos electromagnéticos que generarían».


La Braña se suma así al resto de colectivos ecologistas de la provincia y de la vecina Cantabria, que en diversas plataformas están informando a las poblaciones afectadas «de lo que se les viene encima». Y es que, si fueran tan «ecológicas», los colectivos ecologistas no presentarían alegaciones, reiteran, para continuar que si su impacto fuera «tan insignificante» para el patrimonio cultural e histórico, los colectivos que defienden estos valores, como la Fundación Santa María La Real o la Piedad Isla, tampoco alegarían en contra. «Y si el impacto sobre el turismo fuera «tan ridículo», como afirman los promotores, la Red de Turismo de Palencia no habría alegado en contra», subrayan dede La Braña.


CONTRA UNOS "MONSTRUOS"

Hasta el pasado viernes se presentaron «cientos de alegaciones» contra estos «monstruos», sumándose a las de numerosos colectivos que también quieren frenar «esta insensatez», y eso a pesar de disponer de menos de un mes para estudiar los cinco proyectos, redactar las alegaciones y presentarlas. «Si dispusiéramos del mismo tiempo para presentar las alegaciones que  el que tienen las empresas para hacer sus proyectos, multiplicaríamos por diez las presentadas, pero apenas hemos tenido una semana para  hacerlo», apunta el portavoz de La Braña. Iván Alonso.


La Braña confía en que los ayuntamientos y pedanías afectados también hayan alegado, puesto que, a su juicio, «esta barbaridad atentaría contra los valores que todas las administraciones siempre han defendido y vendido de la Montaña Palentina».  «Está claro que estas industrias no generan empleo y sí espantan a nuevos pobladores, reduciendo significativamente el valor de los inmuebles o de las fincas que se encuentran a su alrededor, como ya ha ocurrido tras la puesta en marcha de la ilegal central eólica de El Pical entre Barruelo de Santullán y Brañosera hace 22 años», conluye el colectivo.