«El Casino está conociendo una época de esplendor»

Jesús Hoyos
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Evaristo Urraca está convencido de que un presidente deja su impronta personal pero se debe a lo que sugieren y piden los socios. En ese sentido, destaca la importancia de la revista del Casino surgida a raíz de la pandemia para mantener el contacto

«Conservar lo valioso y reforzar lo necesario. Ese es nuestro proyecto», comenta Urraca. - Foto: Sara Muniosguren

Evaristo Urraca, abogado de profesión, encara su sexto año como presidente del Casino de Palencia, una institución de la que está «enamorado» y que cumple 160 años el 1 de marzo. Urraca comenta con Diario Palentino su situación, los retos a los que se enfrenta y el papel que juega en la vida social y cultural.  

El Casino cumple 160 años el 1 de marzo. ¿Qué supone para la institución esta efeméride?

Cada vez que cambiamos de década, es un hito más y una fecha a conmemorar especialmente. Los 160 años nos convierten en una de las asociaciones más antiguas de la provincia, con una vitalidad digna de estar gozando de nuestra mejor juventud. A las pruebas me remito. Mañana tenemos la presentación de un cuento, el martes la celebración del aniversario -Día del Casino, que se hace cada año-, el viernes se presenta otro libro y al siguiente uno más. Conferencias, conciertos... Estamos con la misma ilusión que tenían los fundadores de sacar esto adelante y llevarlo a velocidad de crucero. 

«Conservar lo valioso y reforzar lo necesario. Ese es nuestro proyecto», comenta Urraca.«Conservar lo valioso y reforzar lo necesario. Ese es nuestro proyecto», comenta Urraca. - Foto: Sara MuniosgurenTodos los primeros de marzo hacemos una imposición de insignias de oro a los socios que llevan 50 años ininterrumpidos. En 2022 serán tres. Además, tenemos una misa previa por los difuntos en la iglesia de la Compañía y un concierto de música vocal con cinco profesionales. Creo que van a dar una especial relevancia al día.

¿Qué momentos históricos destacaría entre los de mayor esplendor?

Yo no comparto eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor. Vamos haciendo día a día el Casino. La junta directiva es una correa de transmisión de lo que entendemos que a los socios les puede ser interesante y mantenerlos unidos a la institución. El tiempo mejor es el que falta por venir, sin duda.

«Conservar lo valioso y reforzar lo necesario. Ese es nuestro proyecto», comenta Urraca.«Conservar lo valioso y reforzar lo necesario. Ese es nuestro proyecto», comenta Urraca. - Foto: Sara MuniosgurenTambién este es uno de los edificios civiles más antiguos de la ciudad. ¿Lo ve reconocido entre los vecinos de Palencia?

Entre los socios seguro que sí. Luego hay mucha gente que ha entrado solo una vez. En alguna ocasión se han organizado jornadas de puertas abiertas. Cada vez que acogemos una exposición, hay horario de visitas de acceso libre. Se hacen en el salón principal y se aprovecha para pasar por la sala de la planta baja, donde está el bar y la zona de recreo y asueto por excelencia.

Obtuvo la presidencia en las únicas elecciones de la historia con más de una candidatura. ¿Cómo vivió esos momentos?

Ya estaba en la junta directiva con el anterior presidente, Teodulfo Pérez. También he conocido a Tomás Valín. De los dos solo puedo decir cosas buenas, cada uno con un estilo. Al final, marcas tu impronta en la época en la que presides, pero somos correa de transmisión de los socios. Teodulfo me preguntó si quería seguir yo. Intenté hacer una junta lo más heterogénea posible, que representara todas las actividades que se hacen en el Casino, desde la parte más lúdica hasta la de ratón de biblioteca o la gente que disfruta del bar y restaurante. De esta forma, se atiende de primera mano las necesidades de todos los grupos que, por otra parte, suelen estar cruzados. Estamos en el segundo mandato, en el que se cambiaron dos miembros. Se trata de complementar las distintas secciones.

Son ya cinco años de mandato. ¿Qué balance hace de este tiempo?

No me corresponde a mí. Tenemos un poder de convocatoria en los actos y eventos que organizamos, desde los guateques en los que tenemos que cerrar la inscripción porque se alcanza el límite hasta la presentación de libros. Diría que el balance es bueno y que el Casino está conociendo una época de esplendor.

¿Cuántos socios tiene?

850, más que cuando empezó el primer mandato. Creo que hay paridad entre hombres y mujeres en cuanto a socios. En la junta directiva, de nueve miembros, tres son mujeres. Su papel aquí es el mismo que el de los hombres.

¿Qué medidas se toman para seguir aumentando esa cifra?

Disponemos de unas instalaciones limitadas. Tampoco se puede aspirar a ser 2.000 socios. Es cierto que no vienen los 850 a la vez, máxime considerando que se trata de unidades familiares. Uno es el socio, pero también su cónyuge o pareja. Podemos estar multiplicando por 1,75 a mayores. 

¿Cuál es su edad media?

60 o 62 años.

¿Busca el rejuvenecimiento?

No aspiramos a hacerlo. Lo que no hacemos es poner trabas para que ninguna persona, tenga la edad que tenga, se haga socia. El año que viene yo hago 40 años de socio, lo que quiere decir que entré, sin tener antecedentes familiares, con unos 22 años. A nadie se le dice que se haga socio por ser joven o por ser mayor. Es un sitio tranquilo y si la gente lo que busca es música alta o bullicio no lo va a encontrar.

¿Nota reticencias a la hora de acercarse al Casino?

Manuel Luque se hizo famoso por un eslogan con el que anunciaba detergentes. «Busque, compare y si encuentra algo mejor, cómprelo», decía. Aquí, las reticencias pueden venir porque no lo conocen y piensan que es un lugar elitista. Habría que definirlo, en cuanto a que exigimos educación, compostura y bienestar, es decir, lo que pedimos en nuestras relaciones sociales y humanas. Para el que quiera camorra, voces o ruidos, el Casino no es su sitio.

¿Qué le diría a quienes lo ven como una institución algo apartada?

Pueden fijarse en el presidente, que representa a la junta y a la masa social. Estaba en la mili cuando me hice socio. Ahora soy un profesional más igual que hay cientos entre los socios, además de jubilados y estudiantes, porque también tenemos jóvenes que vienen a tomar su consumición y echar una parlada con sus amigos.

Eso quiere decir que muchos no conocen lo que se hace aquí

Me harían falta varias páginas de Diario Palentino para contarlo. Lo que más salta a la vista es la hostelería, disfrutar de unos buenos cafés o unas copas y comer por unos precios asequibles. Luego se hacen bailes, cenas, préstamo de libros -tenemos una biblioteca magnífica- y fiestas privadas, aparte de celebraciones sociales como los pregones.

El espíritu de la institución, en pocas palabras, es ser un remanso de paz y tranquilidad.

Las actividades lúdicas y culturales son muy importantes

Tenemos una media de dos actos culturales al mes. Colaboramos con la sociedad civil, aquí se ha celebrado el Día de las Fuerzas Armadas, también se trabaja con entidades como la Asociación Española contra el Cáncer, Cruz Roja y Hermanas Hospitalarias en lo que llamamos Pica-Pica solidario para colaborar con pequeñas donaciones para ellas. El Casino, como entidad y asociación que está en Palencia, debe colaborar y no nos apartamos en modo alguno de estar ahí, presentes en la sociedad.

¿Cuál considera que es la mayor virtud del Casino?

Hay un error que se da muchas veces. Cuando alguien abre un bar, pone de tapa lo que a él o ella le gusta, y hay que poner lo que le gusta al cliente. Desde un punto de vista personal, me encantan los libros, con lo cual se hacen muchos actos culturales. Pero también campeonatos de juego y yo no sé sujetar una baraja de naipes en mi mano. También clases de baile y no sé bailar. Cada presidente deja su impronta, cargando un poco las tintas en lo que más le gusta, pero hacemos lo que piden los socios, siguiendo sus recomendaciones y peticiones. De hecho, un martes al mes se les recibe para quejas y sugerencias.

La biblioteca es uno de los grandes activos del Casino, con una reciente e importante donación. ¿Cuántos libros alberga?

Uno de los trabajos que ha llevado a cabo esta junta es la catalogación del fondo bibliográfico. Podemos hablar de unos 15 o 18.000 volúmenes. Recientemente hemos recibido una donación de Miguel de Santiago. Algo más de 4.000 volúmenes que ya hemos comprobado que son muy buenas ediciones. Están muy centrados en literatura y teología. Estamos pendientes de hacer una pequeña adaptación en el espacio para poderlos introducir. Lo importante es el contenido, pero son 105 metros lineales de libros. Miguel es un sacerdote, creo que jubilado, que no es socio. No hay que serlo para hacer donaciones, las podemos recibir de cualquiera. Pero lo de Miguel es una manzana madura que acabará cayendo...

Tienen un importante proyecto entre manos

Nos han visitado representantes de Fundación Siglo para ser sede central del Festival Internacional de Fotografía de Castilla y León, que se celebra cada año en torno a abril. Se lo debemos al entonces consejero de Cultura, es justo reconocerlo. Le encantó el espacio. Al día siguiente, el viceconsejero, Raúl Fernández Sobrino, que es palentino, me llamó. Creo que somos una cajita de bombones por el sitio en el que estamos situados, por el personal totalmente volcado que tenemos y por los espacios del propio edificio. Les ha encantado, han estado viendo el salón como posible sala de exposiciones. Está apalabrado con el presidente de la Fundación, han estado los que se dedican al montaje de las instalaciones. Está avanzado y entendemos que es algo que puede dar relevancia como mínimo a nivel regional, aunque continuamos con nuestro camino.

¿Qué otros proyectos tienen a corto plazo?

Para final de año, estamos dando vueltas a cómo articular ediciones sucesivas con fondos pictóricos y pequeñas obras escultóricas de los propios socios para exponerlas a la sociedad porque las exposiciones tienen entrada libre en ciertos horarios. Como aquí Diputación, Ayuntamiento o diócesis son socios honoríficos, aprovecharíamos para que nos cedieran algunos activos con todas las medidas de seguridad, vigilancia y control. Con 850 socios seguro que nos daría para exponer unas 25 obras al año durante varios. Me consta que muchas son de alta calidad y valor artístico.

¿Y para el futuro?

En un momento del Quijote, este se mete en una jaula con un león y sale trasquilado. «Bien podrán los encantadores quitarme la ventura, pero el esfuerzo y el ánimo será imposible», dice Don Quijote. Parafraseando también un antiguo eslogan político, conservar lo valioso y reforzar lo necesario. Ese es nuestro proyecto con esfuerzo, ánimo y pasión. La junta y los socios están ilusionados con todo lo que se hace.

¿Cómo ha sido durante su mandato la colaboración con las instituciones públicas?

Muy buena y no debe ser de otra manera. Nosotros representamos a un colectivo muy importante, de unas 1.500 o 2.000 personas. Esperamos seguir así durante muchos años. Entiendo que nos complementamos. Para las instituciones, el Casino es una joya dentro de Palencia y para el Casino las instituciones, sin tener en cuenta quién esté al frente de ellas, son un pilar de nuestra propia actividad.

¿Cuál es la situación económica del Casino en la actualidad?

Es buena. Somos una entidad muy saneada. La cuota mensual es muy baja, 30 euros. Creo que para los servicios que se dan es un regalo. Intentamos ajustar los presupuestos. Como castellanos viejos que somos, nos estiramos conforme lo grande que es la manta. Si te estiras más, sacas los pies y pasas frío.

La pandemia habrá afectado al día a día de la institución

A nivel social, hemos cumplido con lo impuesto por las autoridades. Hemos estado cerrados a nivel de hostelería y biblioteca, por ejemplo. Gracias a Dios, los caídos por causa del covid han sido muy pocos. Ha trastocado al Casino igual que a otras instituciones. Aquí, lo de ser telesocio no existe. Soy positivo y nos ha venido bien para una cuestión que creo es clave. Hemos podido sacar trimestralmente la revista del Casino en papel, que hacemos llegar a todos los socios. En ella, la participación y colaboración es libre, se hace un resumen de las actividades y un obituario. Todos los trimestres tenemos que quitar artículos porque no nos caben. Es otra forma de mantener el contacto.

¿Qué se puede acercar más el Casino a la sociedad?

El Casino es una entidad de Palencia, por Palencia y para Palencia. El que no lo conoce es porque no quiere.

¿Cómo ve los próximos años del Casino de Palencia?

El futuro es muy ilusionante. Hay que seguir por el camino que estamos andando. La pandemia ha sido un paréntesis. Se han suspendido grandes actos con más de 100 personas y excursiones. También nos imponemos medidas. Sería una insensatez hacer algo que fuera en contra de lo que recomiendan quienes entienden de esto.

Quiero transmitir la ilusión que tenemos como los recién casados o cuando empiezas el noviazgo. El Casino es un enamoramiento diario en el que hay proyectos constantes. Los socios, los empleados, la junta directiva y la propia sociedad colabora en él.

Su mandato termina el año que viene. ¿Se presentará otra vez?

Una institución como esta necesita continuidad y no rupturismo. Desde ese punto de vista, sí, con una pequeña variación en la junta. Eso no lo tenemos incorporado en los estatutos, pero hay casinos en los que dos o tres personas rotan. Siempre es bueno tener nuevas ideas. Soy un enamorado y apasionado del Casino.

¿Qué le gusta hacer a Evaristo Urraca en su tiempo libre?

No tengo tiempo libre, gracias a Dios, así que no me aburro. Por lo que me gustaría estar más con la familia. Tengo cientos o miles de libros pendientes, así que hundirme en ellos. Presumo de familia y también de biblioteca. Tengo una muy nutrida, que pasará de los 11.000 volúmenes.