Estas elecciones pueden dar un acta por menos de 9.847 votos

Carlos H. Sanz
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En los diez comicios celebrados hasta ahora, el coste mínimo de obtener un procurador por Palencia en las Cortes de Castilla y León alcanzó un máximo de 13.804 papeletas. Fue en 2003, en un escenario de bipartidismo puro

Estas elecciones dar un acta por menos de 9.847 votos

Casi dos meses después de que el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, disolviera las Cortes y convocara elecciones, los palentinos acuden a las urnas para resolver la incógnita de quién gobernará la región la próxima legislatura.

Tradicionalmente, siempre que PP y PSOE han msido como las principales referencias políticas de los ciudadanos, el reparto de procuradores en la provincia se ha mantenido inamovible: cuatro actas para los populares y tres para los socialistas. Esto ha sido así en siete de las diez citas electorales celebradas hasta ahora, por lo que solo en tres se alteró esta distribución. En 1987 fue por un CDS (Centro Democrático Social) en su mejor momento que logró sumar el 13,69% de los sufragios (14.940 votos), lo que le valió un acta para Godofredo Martín González.

En 2015, Podemos rompió con el bipartidismo que marcó los seis comicios autonómicos anteriores y consiguió un procurador que arrebató al PSOE Ricardo López Prieto, tras sumar 10.411 votos, el 10,84% del total. Y en 2019, fue Ciudadanos quien con 14.626 apoyos, el 15,09% del total, logró un asiento en las Cortes de Castilla y León para Juan Pablo Izquierdo en detrimento del Partido Popular.

Una pregunta lógica, por tanto, es cuántos votos necesita un partido para obtener un procurador en las Cortes de Castilla y León, y la respuesta es que... depende. Obviamente, los datos de electores, votos válidos y abstención, así como la dispersión de los sufragios determinan cuántos son necesarios para conseguir un acta.

Las Cortes de Castilla y León están conformadas por un total de 84 procuradores, de los que se eligen 81. El sistema electoral de la región asigna un mínimo de tres a cada provincia más otro por cada 45.000 habitantes. Si el resto supera los 22.500, se añade uno más. Por lo tanto, a la provincia de Palencia le corresponden siete actas en función de su población.

Para decidir a qué partidos se asignan los asientos en las Cortes en cada circunscripción electoral, una por provincia, se aplica el sistema d'Hondt. Lo primero que hay que determinar es quién entra en el reparto, y ese derecho corresponde solo a las candidaturas que alcanzan el 3 por ciento del total de votos válidos emitidos, es decir, el que suman los partidos más el voto en blanco, sin contar con el nulo. El apunte tiene su importancia porque al contabilizar el voto en blanco sube el listón que deben superar los partidos pequeños para ser considerados en el reparto.

En las diez elecciones que se han celebrado hasta ahora, el acta que requirió un menor número de sufragios fue la cuarta obtenida por el Partido Popular en las elecciones de 2015, con 9.847 sufragios. Es la única vez en la que el precio en votos de un asiento en las Cortes ha estado por debajo de los 10.000 apoyos.

Hay dos factores que explican por qué resultó tan económico en términos de votos obtener un acta. Uno es que en 2015 la abstención se cifró en el 29,2%, la segunda más alta de todos los comicios celebrados; y otro, una dispersión del voto por la entrada en escena de Podemos y Ciudadanos, que obtuvieron 10.411 y 9.534 apoyos, respectivamente, el 10,84% y 9,92% del total. La formación morada sumó un representante y la naranja se quedó a 313 votos de lograr el suyo.

Por el contrario, el acta por la que más votos se ha pagado -siempre moviéndonos en el mínimo imprescindible- fue también la del cuarto procurador del PP en los comicios de 2003, ni más ni menos que 13.804 sufragios. Aquel escenario era completamente distinto, con una abstención de solo el 25%, una de las más bajas, y con el bipartidismo bien asentado, ya que PP y PSOE se repartieron más del 90% de los sufragios.

A modo de resumen, en las primeras elecciones autonómicas, las de 1983, el mínimo para obtener un procurador estuvo en los 12.188 sufragios; en 1987 fueron 12.286; en 1991, un total de 11.942; en 1995 ascendió hasta los 12.229; y en 1999 siguió creciendo hasta los 13.674.

El escenario, al igual que ocurrió en 2003 y 2007 fue siempre el mismo -bipartidismo y baja abstención- lo que dejó el precio mínimo del acta en los 13.804 y 13.418 votos, respectivamente. En 2011, la primera cita electoral tras la crisis económica, descendió a 11.112, tocó suelo en 2015, con un voto muy fragmentado tanto a la derecha como a la izquierda (9.847) y remontó en 2019, donde el PSOE logró reconcentrar a su electorado (11.156).

Así, la horquilla para obtener un representante por Palencia en las Cortes de Castilla y León ha estado históricamente entre los 9.847 y los 13.804. Dependerá del grado de fragmentación del voto y de la abstención que el mínimo de apoyos para conseguir un asiento de los siete reservados para la provincia en las Cortes esté esta noche por encima o por debajo de los 9.847.

El precio de cada acta. No hay que confundir el número mínimo de votos que necesitaron los partidos para obtener un acta con el precio medio de cada una, es decir, cuánto costó de media a cada candidatura su representación en las Cortes de Castilla y León. Si se tienen en cuenta todas las elecciones celebradas, el Partido Popular ha tenido un coste medio de 12.741 votos por los 39 procuradores que ha obtenido en las elecciones autonómicas, mientras que el PSOE ha pagado 13.681, de media, por sus 28 actas. Comicio a comicio, el coste medio por cada procurador para el PP ha variado entre los 9.847 votos de 2017 y los 15.028 de 1995. El PSOE, por su parte, pagó una media de 11.112 votos en las elecciones de 2011 por cada uno de sus tres procuradores, aunque llegó a 18.210 en las de 1987, donde solo consiguió dos actas.

Los tres partidos minoritarios que han logrado representación en las Cortes de Castilla y León pagaron distintos precios por sus procuradores. El CDS obtuvo el suyo tras recibir el apoyo de 14.940 palentinos; Podemos, de 10.411 y Ciudadanos, de 14.626. En el gráfico que completa esta información se puede ver el detalle del precio en votos por cada acta de procurador.

diez elecciones. En Castilla y León se ha culminado un total de 10 procesos electorales. El que hoy finaliza será el undécimo y es el único que se ha celebrado sin ir aparejado a unas elecciones municipales.  Eso hace que estos comicios, además de haber acaparado la atención mediática a nivel nacional durante los últimos 17 días, compliquen el hacer extrapolaciones a partir de los datos de los diez procesos electorales celebrados hasta ahora.

¿Tienen unas elecciones autonómicas el mismo interés que unas municipales? ¿Se sienten los ciudadanos implicados en la confección de su próximo gobierno regional? En definitiva, ¿cuántos palentinos irán a votar hoy?

Las respuestas se conocerán esta noche, pero el Centro de Investigaciones Sociológicas sí recoge que un 44,3 por ciento de los palentinos decide su voto en la última semana de campaña. Según los datos de la encuesta, un 15,4 por ciento lo hizo entre ayer y hoy; y un 9,5 por ciento lo hará en el mismo momento en el que elija la papeleta en el colegio electoral.

Esto puede hacer que una parte importante del voto de los palentinos se desmovilice. Si hoy hace mal tiempo, por ejemplo, habrá quien decida quedarse en casa. También hay que tener en cuenta que en estas elecciones no hay tantas mesas y locales electorales porque, al no coincidir con las municipales, el umbral de población para que se forme una mesa es de 200 personas. Esto obliga a los vecinos de muchas pedanías a votar en núcleos de población más grandes, lo que hace necesario un traslado en vehículo privado o a través de las rutas de transporte público diseñadas por la Junta, lo que puede hacer también que haya gente que prefiera no votar.

repaso histórico. Más allá de las hipótesis, hay otros datos que nos permiten fijar el marco histórico en el que se mueven estas elecciones autonómicas en la provincia. El primero es que el Partido Popular ha sido el partido más votado en la provincia en todos los comicios autonómicos excepto en uno, el de 2019, en el que la victoria recayó en el PSOE.

En esas nueve citas con las urnas, el PP obtuvo siempre más del 40% de los votos válidos, moviéndose en una horquilla entre el 40,9% de los comicios de 2015 y el 53,04% de su apabullante victoria en 2011. En otras dos ocasiones logró también más de la mitad de los sufragios en la provincia, en 1995 (52,57%) y 1999 (51,19%).

Obviamente, estas citas electorales estaban caracterizadas por un fuerte bipartidismo, un escenario que desapareció en los comicios de 2015 y 2019 con la entrada de nuevas formaciones políticas como Podemos, Ciudadanos y Vox. 

La única vez que los populares han cosechado menos del 40% del voto válido perdieron las elecciones en la provincia Ocurrió hace dos años, en 2019, cuando contabilizó el 34,53% de los sufragios.

Esos 33.467 votos recibidos hace dos años y medio son su suelo electoral, es decir, la ocasión en la que menos votos han recibido. Su techo, por el contrario, está en los 60.111 votos que recibió en la cita de 1995.

En lo que respecta al PSOE, su única victoria provincial en unos comicios autonómicos se dio en 2019, cuando obtuvieron el 35,91% de los votos. No es su mejor resultado histórico, ni mucho menos, ya que en otras cuatro citas electorales anteriores superó este porcentaje de voto. En 1991 acaparó el 37,16% de los sufragios válidos, en 1999; el 37,87% y en este siglo ha firmado resultados por encima del 40%, un 41,56% en 2003 y un 40,24% en 2007. 

En ninguna de esas citas, sin embargo, obtuvo la victoria en la provincia. Lo que tuvo que ocurrir para que el PSOE se anotase una victoria electoral en Palencia -y en Castilla y León- fue la fragmentación del voto en el centro-derecha, con la irrupción en el panorama político de Ciudadanos y Vox, a la par que reconcentraba los votos de la izquierda atrayendo a votantes de Izquierda Unida y Podemos. 

Precisamente, fue la disgregación de los votantes de la izquierda, con la irrupción de Podemos al calor del movimiento 15-M, lo que infligió al PSOE sus peores resultados. Fue en 2015, cita en la que solo obtuvo el 29,02% de los sufragios, la primera y única vez que ha estado por debajo de la barrera del 30%.

La horquilla en la que los resultados de los socialistas se han movido históricamente en unas elecciones autonómicas está entre ese 29% y el 41,56% obtenido en 2007. Tres han sido los comicios con unos resultados por encima de ese máximo: 1983, 2003 y 2007.

En términos absolutos, el peor resultado cosechado por los socialistas se produjo en 2015, con 27.881 votos, su suelo electoral. Su techo, por el contrario, son los 47.188  del año 2003.