«Los docentes que tenemos vocación no paramos de pensar»

Lucía Toribio
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La palentina siempre estuvo unida a los niños, a los que enseña de una forma distinta; los libros juegan un papel secundario y la motivación en el aprendizaje es lo esencial. Ahora, compite por ser la mejor docente de España en Educación Infantil

«Los docentes que tenemos vocación no paramos de pensar» - Foto: Juan Mellado

La sociedad evoluciona con el tiempo, los niños cambian y la forma de impartir las clases también. Dar importancia a la pedagogía y el especial aprendizaje, ha llevado a Noelia Pedrosa, directora del colegio de Osorno, a ser una de las nominadas para los Premios Educa Abanca Mejor Docente.

¿Cómo nació su vocación de maestra de Educación Infantil?

Los niños, su mentalidad y desarrollo cognitivo siempre me habían interesado. Ver su evolución y cómo van creciendo con el tiempo era lo que más me llamaba la atención. Además, desde pequeña, quise ser maestra.

¿Cuánto tiempo lleva trabajando en la docencia?

Este curso 2022/23, hago mi primer sexenio. En 2016 aprobé la oposición y me destinaron a Aranda de Dueron donde estuve tres años. Allí pude disfrutar de la evolución de los niños desde los tres a los cinco años. 

Después, fui al centro de Osorno en el que cumplo cuatro años el curso que viene. Aunque, anteriormente, ya había estado ligada a la educación. He trabajado como monitora de tiempo libre desde los 18 años.

¿Qué supone para usted haber sido nominada para estos premios?

Para mí es un orgullo, una satisfacción y una motivación excepcional que los alumnos y sus familias valoren mi esfuerzo. Los docentes que estamos  al pie de cañón, y tenemos vocación para ello, no paramos de pensar, incluso en verano.

Además, no me lo esperaba ya que desconocía que existían estos premios. Una vez que recibí la información, descubrí que una misma no se podía proponer, por lo que eran las familias las que lo habían elegido debido a que los alumnos de mi centro son menores de edad y no podían hacerlo.

Explíquenos en qué consiste este premio.

Son una serie de nominaciones en toda España, formamos un total de 27 seleccionados en la especialidad de Educación Infantil. A finales de septiembre u octubre, me comunicarán si soy una de las 10 finalistas. Pero, he de decir que no me importa porque para mí el verdadero premio es que las familias de mi centro me hayan nominado.

¿Qué tiene de especial su metología a la hora de dar clase para que las familias la hayan elegido?

Creo que debemos hacer un cambio de mirada pedagógica. Tenemos que adaptar un cognitivismo y una educación centrada en las necesidades de los niños. Escuchar es fundamental; desde niños nos enseñan a dialogar, pero no a escuchar.

A esto hay que sumarle una metodología de investigación en el aula desde el constructivismo, es decir, los niños sean los auténticos protagonistas de su aprendizaje a través de metodologías de proyectos y aprendizaje cooperativo. Si todo esto lo traspasamos al método adulto con las familias, podemos conseguir la mejor metodología.

¿Cree que el sistema educativo español se adapta a estas necesidades de los niños?

La etapa de Educación Infantil la tenemos un poco olvidada, teniendo en cuenta que no es obligatoria en nuestro sistema educativo. En cambio, debería serlo porque si un alumno comienza la etapa de Primaria y presenta dificultades durante el primer curso, con una etapa de Infantil escolarizada, correcta y atendido en sus necesidades, no tendría tantos problemas.

Asimismo, me llama la atención que cuando los alumnos acaban Infantil, parece que se hacen mayores, pero continúan siendo niños. Por ello, el juego y la interacción es muy importante a nivel neurológico del propio alumno, para que haya un desarrollo sicomotor y sicomotriz.

¿Diría que este tipo de premios pueden servir como palanca de cambio en un futuro?

Uno de los objetivos que tengo como maestra es que los niños vengan motivados al colegio. Cierto es que en el centro hay problemas de convivencia y distintas situaciones de aprendizaje. Pero, algo muy importante es que el niño desde los tres años venga motivado y contento al centro. Si esto lo pasamos al mundo adulto ocurre lo mismo. Potenciar el papel de las familias y el de los alumnos en el centro educativo es muy importante.

Destaca el papel de las familias. ¿Son igual de importantes en todos los centros?

No porque en las ciudades donde los colegios están formados por muchos más niños, es más difícil conciliar escuela y familia. Pero, en el mundo rural es más fácil, nosotros hacemos actividades con los padres para que los niños vean una unión clara y sean los principales beneficiados.