Asombro, enfado y decepción. Esos son los tres sentimientos que han pasado por el ánimo la gran mayoría de los 13.099 autónomos de la provincia cuando el martes comprobaron en sus cuentas bancarias que se les había pasado al cobro la cuota mensual. 

En total, unos 4 millones de euros apróximadamente, según los cálculos de ATA, la Asociación de Trabajadores Autónomos, que han ido a parar al Gobierno pese a que la gran mayoría de ellos no puede trabajar desde mediados del mes pasado, y a que llevan arrastrando una caída de sus negocios desde finales de febrero.

De esos casi 19.100 autónomos -seguramente ya sean algunos menos porque ese dato es a fecha del 1 de marzo-, «aproximadamente el 80% paga la cotización mínima, que es de 283 euros, mientras que el resto abona una media de unos 400 euros», explica el presidente regional de ATA, Domiciano Curiel.

Para Curiel, la moratoria al abono en las cotizaciones de la Seguridad Social para los trabajadores por cuenta propia «llega tarde» y se incluye en un paquete de medidas aprobadas por real decreto que son «insuficientes». «El aplazamiento no es suficiente porque no tenemos garantías de que vayamos a recuperar la actividad económica en cuanto se levante la alerta sanitaria. Será un proceso que irá poco a poco, como la recuperación económica, por lo que aplazar es acumular deuda», comenta a este periódico.

Desde ATA se insiste en que el Gobierno debe «exonerar a los autónomos del pago de la cuota durante tres meses». «No entendemos por qué se ha cobrado este mes y que después nos digan que se puede reclamar su devolución en aquellos casos en los que haya cesado la actividad», añade.

Además, Domiciano Curiel recalca también la necesidad de «aplazar a julio el pago de impuestos», así como la adopción de otras medidas como «ampliar a un mes más el plazo de los Ertes, ya que los autónomos ya han abonado los gastos sociales de sus trabajadores».

«Si no, cuando se levante la alerta sanitarias no vamos a poder salir del hoyo», recalca Curiel, que también pone sobre la mesa medidas como la suspensión del pago de los alquileres de locales. «Sabemos que es complicado porque existe una relación privada entre el inquilino y el propietario, pero que supondría ayudar a las empresas como se ha hecho con los particulares, teniendo en cuenta que los precios que pagan los comercios son mucho mayores que los de una vivienda», explica el presidente de ATA.

Domiciano Curiel apela también a los ayuntamientos a que impulsen medidas fiscales para rebajar la presión sobre los autónomos en cuestiones como licencias o tasas, como ya se ha hecho en otras regiones.

En resumen, el responsable de ATA reconoce que se sienten «poco respaldados» por el Gobierno, ya que «se esperaba más de las medidas de apoyo». «Además, es mejor que se tomen en bloque, porque hay un consejo de ministros cada dos días que lo cambia todo y esto despista a los autónomos y nos sume en el caos», sentencia.