Con demora, pero con final feliz. El Zunder Palencia está de dulce y no hay nadie que le pare. Ni siquiera Hereda San Pablo Burgos, uno de los gallos de la categoría, que sucumbió ante la explosiva intensidad local. Los palentinos destacaron durante todo el partido, pero sobre todo a partir del tercer cuarto, cuando imprimieron al partido un ritmo descomunal.
Comenzó el encuentro con 23 minutos de retraso por un problema técnico con la tableta de los anotadores. El percance enfrió a las dos aficiones, que no tardaron en volverse a enchufar con las canastas de sus equipos. Y en especial con las del Zunder, que fue el primero en golpear con dos anotaciones consecutivas. Hereda San Pablo Burgos reaccionaba con un espectacular alley-oop, que culminaba Van Zegeren colgándose del aro y hundiendo la pelota en la canasta. Los visitantes cogían confianza, pero los palentinos respondían con puntos para no dejar escapar a su rival en el marcador (15-15). El primer acto presentaba una calidad técnica deliciosa en los dos conjuntos. Un mate de Rozitis con asistencia magnífica de McGrew lo respondía Hereda San Pablo Burgos con otro alley-oop que levantaba de sus asientos a la ferviente hinchada desplazada desde Burgos. Pedro Rivero paraba el partido con tiempo muerto después de un arreón burgalés (17-22). El Zunder reaccionaba a tiempo, poniéndose a uno del cuadro visitante al término del primer período (21-22).
Salió con más acierto Hereda San Pablo Burgos al segundo cuarto, aunque Palencia no se dejó pisar gracias a las canastas de Manu Rodríguez y Davis Rozitis, que hasta el momento era el máximo anotador de los morados y uno de los jugadores más destacados del encuentro. Mathieu Kamba se sumaba a la fiesta para poner a los locales a un punto de los burgaleses, aunque Mahalbasic volvía a aumentar la renta desde la pintura. Los burgaleses continuaban sumando, espoleados por unas decisiones arbitrales tremendamente cuestionadas y protestadas por la plantilla, el cuerpo técnico y la afición del Zunder Palencia. Pero los colegiales seguían contrarrestando a las mil maravillas, poniendo el empate a 34 y obligando a Paco Olmos a pedir el tiempo muerto. Tras el mismo, Devin Schmidt ponía a los palentinos por delante gracias a una anotación desde la línea de 6,75 metros. San Pablo Burgos quería seguir exponiendo su grandeza, y firmaba un parcial de 5-10 que ponía el 39-44 a falta de 1,19' para el final de la primera parte. El período concluía 43-44 tras reducir el equipo local la diferencia.
Alec Wintering abría el tercer escenario con un tiro de dos, que volvía a poner en cabeza a los colegiales. El propio Wintering protagonizaba la continuación del arreón local, que hacía a Paco Olmos parar el partido con 49-44. Se exprimía a fondo ahora el Zunder, llevando el partido al ritmo que deseaba, exigiendo al máximo a su rival. El esfuerzo tenía premio de cara a canasta, ya que Manu Rodríguez colocaba el 54-44 con una anotación desde la línea de tres. Rozitis seguía endulzando su sensacional actuación particular con una acción en la que se volvía a colgar del aro para continuar aumentando la diferencia (57-46). Inmediatamente después, Tanner McGrew estaba acertado desde el triple, provocando un atronador aplauso en el Pabellón Municipal. Al buen momento del Zunder le sucedía un intercambio de golpes que seguía dejando a Palencia por encima en el marcador (66-56). Con estos dígitos finalizaba el tercer acto.
Los de Pedro Rivero abrían el último período como habían terminado el anterior, con una energía descomunal, que asfixiaba por momentos a San Pablo Burgos. Manu Rodríguez anotaba de tres para cerrar el partido, certificando una nueva victoria para el Zunder Palencia. No fue rival fácil, pero el Zunder es un contrincante de hierro. Este equipo no tiene techo.