El docente destaca las raíces históricas de la provincia

Lucía Toribio
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Entusiasta, entregado y «palentino de pura cepa», así se define José Manuel Torres

José Manuel Torres posa en uno de sus rincones favoritos, la Calle Mayor de la capital. - Foto: Sara Muniosguren

¿QUIÉN SOY? Nació en la Cruz Roja, en la capital. Ha vivido toda su vida en Palencia hasta que tuvo que empezar a trabajar. Ahora reside en Valladolid, con su mujer, leonesa, y su hijo. «Sigo siendo palentino de corazón, siempre que podemos, volvemos a visitar la ciudad. Me considero una persona muy familiar y arraigada a su tierra».

TRAYECTORIA Decidió seguir la tradición familiar y dedicarse a lo mismo que su padre, la enseñanza. Así pues, es profesor de Orientación y Formación Laboral y funcionario de carrera.

1.La Cruz Roja de Palencia. «El lugar donde empezó mi historia. Ahora creo que hay unas oficinas del Ayuntamiento, de servicios sociales, pero es justo donde hace esquina con la calle Estrada y la calle de La Puebla. Ahí creo que hemos nacido muchísimos palentinos, es imposible haber nacido más en el centro de la capital».

2.El parque del Salón. «Pero no me refiero al actual, sino al antiguo. Lo que era el parque de columpios, el circuito de motos y bicis donde está ahora la zona de niños, y sobre todo la preciosa rosaleda que rodeaba el parque. No me olvido tampoco de su dibujo clásico y sus elementos vanguardistas. Todo ello junto al hecho de estar cerca de la Cruz Roja hace que me recuerde a mis raíces y mi infancia».

3.El Carrechiquilla viejo.  «Era el centro de Educación Especial en la capital, estaba detrás de San Telmo. A este edificio me une un vínculo familiar: mi padre, que fue maestro de esta especialidad durante más de 30 años, trabajó allí. Aunque, no fue el único lugar donde ejerció su labor como docente pues tuvo una trayectoria más larga. Hoy en día, ya no existe porque lo demolieron y construyeron uno nuevo, que, la verdad, es fantástico. Pero, yo creo que no deberían derribar este tipo de edificios, que forman parte de la historia de la ciudad».

4.El Cristo del Otero.  «El emblema de Palencia, yo creo que todos los palentinos lo llevamos en el corazón. Es nuestro elemento de referencia. Sus 22 metros de escultura no dejan indiferente a nadie; de hecho, se considera una de las estatuas de Cristo más altas del mundo. Desde lo alto, las vistas son espectaculares. Bajo la mirada de sus ojos, se extiende la ciudad».

5.Mirador de la Casa Pequeña. «Me encanta y siempre que puedo, voy. En realidad la ruta completa es maravillosa, desde la Dársena del Canal de Castilla hasta el Monte el Viejo a través de distintos caminos y sendas, podemos disfrutar de la naturaleza y su entorno. Una vez allí, tienes unas vistas espectaculares de la ciudad. Antes servían porrones de cerveza fresquitos, aunque no sé si lo siguen haciendo. Desde luego, un lugar de ocio y descanso para cualquier palentino».

6.Calle Mayor de Palencia.  «Es el lugar de encuentro de todo palentino. Una calle preciosa que a mí no me llega a saturar porque siempre ves protagonistas diferentes. Es un lugar fantástico y la calle con más encanto de la ciudad, plagada de soportales sobre los que se asientan monumentales edificios modernistas. Lo tiene todo, tiendas de ropa, perfumerías, bares y restaurantes. Es uno de los puntos de referencia de la provincia, allí te puedes encontrar a cualquiera».

7.Villada.  «El pueblo de mi madre, donde he pasado gran parte de mi infancia. De hecho, mi abuelo tenía un negocio allí. Los recuerdos de mi infancia son veranos corriendo, yendo en bicicleta, jugando por las calles del pueblo… Seguimos teniendo una casa allí, así que de vez en cuando volvemos, aunque hace mucho tiempo que no nos pasamos por el municipio».

8.La ruta de los pantanos.  «Es una preciosidad, un recorrido apasionante desde Aguilar de Campoo hasta Velilla del Río Carrión. No solo por la vista de los embalses y los ríos, sino también por la de sus picos montañosos como Peña Redonda, el Espigüete o el Curavacas. Sus bosques de haya, pino autóctono y roble también son de destacar. Tampoco me puedo olvidar de los fantásticos restaurantes donde puedes tanto disfrutar de la gastronomía castellana como conocer los encantos de los pueblos que rodean el trayecto. Desde luego, es una de las rutas de la Montaña Palentina que nadie se puede perder».

9.El Románico Palentino.  «Es una de las mayores concentraciones de monumentos románicos de Europa. Intentar dar una visión general de todos ellos en un solo recorrido turístico es muy complicado. Cada uno tiene su peculiaridad y su encanto especial debido a sus aspectos artísticos. Pero es que, además de la ruta, están las maravillosas personas con las que te encuentras. En todos los sitios, vas a conocer a alguien que con todo el gusto de su corazón te va a mostrar lo que es la iglesia. Incluso igual son ellos los que tienen las llaves. Te abren el templo religioso y te lo enseñan con toda generosidad. En Palencia, tenemos una riqueza en patrimonio y en buena gente increíble».

10.La villa de La Olmeda.   «Un referente cultural asombroso. Tenemos una joya de lo que es la historia romana y su presencia en la provincia. Las múltiples estancias que conforman la villa, nos permiten imaginar la vida del dueño de esa explotación agrícola. Pero, mi parte favorita son los mosaicos. La realidad es que en Palencia contamos con la suerte de que hagamos lo que hagamos, vayamos donde vayamos, siempre nos vamos a encontrar con unas profundas raíces históricas. No somos como otros países que no tenían historia y pretenden crear una nueva».