La Braña alerta de la «amenaza» para el norte de aerogenadores

Rubén Abad
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Los ecologistas consideran que los proyectos renovabales supondrían un «freno» para la declaración del Románico Palentino como Patrimonio de la Humanidad

La Braña alerta de la «amenaza» para el norte de aerogenadores

Una delegación del colectivo ecologista La Braña encabezad por su presdiente, Aurelio González, re reunió con el director genral de Patrimonio, Juan Carlos Prieto, al que le expusieon su preocupación por la «amenza» que suponen las centrales eólicas y solares, estaciones eléctricas, torres y clabeados que se ciernen sobre la Montaña Palentina, así como su «afección» al patrimonio cultural.

Según expusieron los ecologistas, estos proyectos acarrearían un «golpe mortal» para los yacimiento arqueológicos de la zona y sería un «freno» para la declaración del Románico Palentino como Patrimonio de la Humanidad y para espacios que ya cuentan con el reconocimiento mundial como el Geoparque de Las Loras. Y es que, según denuncian, «estudiar, rehabilitar, conservar y poner en patrimonio el inmens conjunto de templos románicos no es compatible con unos polígonos eléctricos que no crean trabajo y que rompen el paisaje y chocan abiertamente con los valores patrimoniales de la Montaña y con un turismo que se vería gravemente perjudicado».

Las tres centrales eólicas y las tres macrosolares que afectarían a Cervera de Pisuerga, Dehesa de Montejo, Salinas de Pisuerga, Aguilar de Campoo, Barruelo de Santullán y Brañosera son las que han recibido alegaciones por parte de La Braña y de diversos colectivos. A su vez, y dada la «alarma social creada», han originado la creación de la Mesa Eólica de la Montaña Palentina con el fin de canalizar todas las acciones legales que pudieran darse si estos proyectos siguen adelante.  

Al repecto, el director de Patrimonio manifestó que desde la Consejería de Cultura se emitirían «todos los informes negativos que fueran necesarios para defender el patrimonio cultural de la comarca», según La Braña. También coincidieron en que los ayuntamientos deben manifestarse y decidir si quieren cambiar su modelo de desarrollo actual por otro basado en la industria eléctrica, «porque lo que está claro es que ambos son incompatibles».