Una de las estampas más populares en las localidades palentinas durante el invierno es esa de  los vecinos reunidos en torno al rito de la matanza. Aunque la crisis sanitaria en los dos últimos años redujo el número de citas, ya vuelven al candelero acopladas a las circunstancias, como ayer en Dueñas, donde tras el paréntesis de 2021, en su cuarta edición los eldanenses, niños y mayores, fueron convocados en torno a un cerdo de 200 kilogramos, con Demetrio Ramos, de  Morcilla Devillada, en calidad de matarife y guía en el proceso que, ya en público, se inició con el chamuscado del marrano.

El alcalde de la localidad, Miguel    Ángel Blanco, explicó que la cita se  ha recuperado con las medidas de seguridad correspodientes, sin la parte tradicional de la comida «de pie, muy divertida», ya que el reparto se hizo para llevar y consumir en su casa o donde no hubiera aglomeraciones.

Se pusieron a la venta 360 tiques a un precio de tres euros, que daban derecho a sopa de chichurro, jijas, lomo, panceta, morcilla, pan y agua. Este año, como novedad, el cerdo se hizo cuartos que se sortearon, y es que «un animal tan grande  -explicó el alcalde- generaba el problema de qué hacer con tanta carne». «Siempre hemos tenido una respuesta positiva», afirmó Blanco, quien añadió -respecto a los condicionantes- que «los vecinos asumen la situación».

Además del ritual de la matanza  y la posibilidad de llevarse los exquistos productos del cerdo para degustarlos, el sol quiso acompañar el desarrollo de la actividad en  la que no faltó la animación que llegó de manos del grupo de danzas del centro de día de mayores.