Julia Navarro

ESCAÑO CERO

Julia Navarro

Periodista y escritora


El tiro por la culata

09/03/2022

A pesar de Podemos, Bolsonaro, Evo Morales, Kim Joung-un y compañía, la opinión pública mundial se decanta por ponerse al lado de Ucrania. No es que nos haya dado a todos un arrebato belicista, es que este país está siendo atacado por Rusia. Los ucranianos están poniendo los muertos. Así que está muy bien pedir que se lleven a cabo acciones diplomáticas para poner fin al conflicto. Ojalá fuera posible, pero mientras tanto habrá que ayudar a que los ucranianos se defiendan de la agresión brutal que están padeciendo.

Y que nadie se engañe cuando acusan a Putin de ser de extrema derecha. Este ex coronel de la KGB ha mamado el comunismo, otra cosa es que para desestabilizar Europa fomenta todo aquello que la pueda destruir. A España ya nos hizo el regalito de agitar las aguas del independentismo en Cataluña. Así que no hay que confundir la ideología de Putin con los intereses de Putin.

Pero en lo que se refiere a Ucrania a Putin le está saliendo el tiro por la culata. Cada día que pasa reafirma más el nacionalismo de los ucranianos. Seguramente nunca antes como ahora los ucranianos han tenido tanta conciencia como nación.

Y es que Putin ha errado con sus cálculos. Si pretendía una guerra relámpago ha fracasado estrepitosamente. Quizá una guerra rápida y sin tantas víctimas ni desplazados le habría servido para consolidar sus planes, pero esta guerra retransmitida en directo, en la que vemos el sufrimiento de tantas miles de personas, se le ha vuelto en contra.

Putin dice que Ucrania y Rusia son un solo pueblo, pero esa pretensión la ha quebrado él mismo para siempre. No, los ucranianos, el pueblo ucraniano no le va a perdonar y será difícil que superen la animadversión y el rencor hacia Rusia. ¿Cómo vas a considerar un "hermano" al que bombardea tu casa, y mata a tus hijos? De manera que, aunque a largo plazo Rusia logre ganar la guerra por las armas la habrá perdido.

Es difícil prever como será el nuevo orden, o desorden mundial, pero lo cierto es que, en todos lados, sobran "halcones". Ese ansia de imponer, de quebrar el brazo al contrario, provocan desastres como el que estamos viviendo.

Todo esto pasará, la guerra no será eterna, y para cuando llegue ese momento todas las partes tendrán que hacer un esfuerzo para devolver a los ciudadanos la normalidad de sus vidas, a los ucranios y al resto de los europeos.

La obligación de nuestros políticos es que Europa, nuestro continente, sea un lugar donde todos podamos vivir en paz, donde sea posible la convivencia y el respeto entre las distintas naciones, donde se supere de una vez por todas la guerra fría. Porque la realidad es que la guerra fría continuaba latente. Si, el Muro de Berlín se cayó hecho añicos y desapareció la URSS lo que para muchos rusos supuso un trauma comprobar como de la noche a la mañana habían dejado de ser un imperio. Y a algunos halcones de Occidente acaso les faltó saber ganar, es decir no intentar humillar al vencido.

En cualquier caso la realidad de hoy no es otra que un autócrata llamado Vladimir Putin ha desatado una guerra contra Ucrania y que en esta guerra no queda otra que tomar partido, no se puede ser pusilánime. Los ucranianos son las víctimas y es con ellos con quienes debemos de estar.