Vidapropia es una firma de moda artesanal y sostenible en constante evolución. Sin renunciar a la filosofía de la marca, que ofrece productos exclusivos hechos a mano con telas exóticas y con llamativos diseños, ha reconvertido su pequeña tienda de Guardo en un taller desde el que elabora lo que ha denominado «la mascarilla higiénica perfecta». 

Si no lo es, está muy cerca de conseguirlo. Y es que las mascarillas que crean Sandra Fernández y Mónica Calderón, las dos jóvenes que están detrás de la empresa, son sostenibles, reversibles, personalizables (se puede elegir la tela entre un amplísimo catálogo), ergonómicas y, lo más importante, disponen de un filtro doble de TNT (tejido no tejido) que hace de barrera contra las gotículas que se expulsan, por ejemplo, al hablar. Además, cubren por completo nariz, boca y barbilla, y se ajustan perfectamente a la cara.

Comenzaron esta aventura hace solo una semana y ya llevan más de 800 encargos desde todos los rincones de Palencia y ciudades tan lejanas como Granada, Barcelona, París o Bruselas, pues desde Guardo hacen envíos a todos los rincones del planeta. Y es que gracias a estas creaciones con sello guardense, ir a la moda y estar bien protegido frente al virus, es posible.

Bien protegidos y a la modaLa demanda es tal que producen mascarillas a un ritmo de 75 diarias en un proceso exclusivamente artesanal para dar salida a todos los pedidos, que llegan a estas dos jóvenes emprendedoras montañesas a través del teléfono, el Whatsapp, el correo electrónico, la tienda online (www.vidapropia.es) e in situ en su tienda-taller ubicada en la calle Santa Bárbara de la localidad minera. «Teníamos confianza en el producto, pero no nos imaginábamos que iba a tener una acogida tan espectacular entre la gente», asegura Calderón, diseñadora y enfermera de profesión en el hospital de León.

A pesar de su extraordinario talento entre telas y patrones y de ser unas expertas costureras, Calderón y Fernández han esperado hasta ahora para lanzar al mercado sus mascarillas (disponibles en tres tallas: adulto, joven y niño) porque han aguardado a que el Ministerio de Sanidad publicara el listado de materiales aptos para confeccionar una mascarilla higiénica con las mayor seguridad posible. 

«Lo más importante era llegar al patrón perfecto, para que sea cómoda, anatómica y se pueda llevar durante varias horas seguidas sin que sea molesta», afirman ambas jóvenes, quienes dejan claro que «no es una mascarilla quirúrgica ni una FPP2, pero cumple con las normativas de La Moncloa: material transpirable (algodón)unido al filtro de alto gramaje de TNT».