Cerca de dar la sorpresa

Área 11
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El Colina Clinic perdió, pero firmó una buena segunda parte en Ourense ante la relajación local

Cerca de dar la sorpresa - Foto: Óscar Navarro

No hubo sorpresa y el Clínica Colina Palencia Rugby Club volvió a perder en la última jornada de la primera vuelta, completando un circular desastroso sin una sola victoria. En esta ocasión su verdugo fue un Campus Universitario Ourense RC claramente superior, al que los palentinos aguantaron durante un primer cuarto de hora bonito y jugado sin tregua en el que anotarían sus dos ensayos de la primera mitad. 

Pero después el equipo no consiguió poner pausa al desorden y se desangró en defensa hasta alcanzar los vestuarios con un claro 49-10 en contra. 

En la segunda mitad el cuadro de Javi Garrido fue más precavido ante un rival ya satisfecho, e incluso maquilló el resultado.

Los palentinos pusieron en juego el oval pero en cuestión de segundos llegaba la primera marca para los orensanos tras una recepción sencilla y una sorprendente carrera en solitario de Sueiro, rompiendo desde el medio el campo por el costado derecho y desnudando por completo a una defensa visitante muy frágil que encajaba el ensayo bajo palos, y la posterior conversión.

 El duro golpe sirvió de acicate para el Colina Clinic y con la segunda patada palentina desde el saque de centro se ganaron muchos más metros. El esfuerzo colectivo cerca de la línea de touch tenía su recompensa en la primera marca de los morados.

Con defensas endebles antes del minuto 10 hubo intercambio de golpes entre locales y visitantes, con el Colina Clinic manteniendo la compostura pero fallando en el puntapié de castigo.

En este momento de sucesivas concesiones, el potencial ofensivo del Ourense resultó letal, y puso tierra de por medio con otro ensayo tan sólo dos minutos más tarde. 

Fue entonces cuando el encuentro se rompió y el castigo no cesó para los palentinos, incapaces de enlazar dos fases y que se vieron muy superados por las carreras de los orensanos, que firmaron tres marcas más antes del descanso.

En el reinicio del juego ambos se lo tomaron con más calma, y eso permitió que se presenciara la fase más igualada de la soleada tarde, con la disputa desarrollándose en tierra de nadie y con los dos conjuntos más resguardados. 

Eso no significó que el Palencia no sufriera, pues nadie podía parar a un Guille Hernández que imponía siempre sus kilos o maniatar a un Waltson que la moviera a su antojo, pero el Colina Clinic, más arropado, pudo reducir distancias tras ser sustituidos las mejores fichas gallegas, llegando incluso a poner en alerta a un relajado Ourense antes del pitido final, un orgullo para  un cuadro palentino que sale a competir cada choque.