Ayer se cumplieron 54 años  desde que Javier Cortes descubriera en una parcela de su propiedad la villa romana La Olmeda. En este medio siglo de historia, su proceso de consolidación como referente arqueológico y turístico ha sido espectacular, y lo atestiguan los más de 2 millones de visitantes que han pasado por allí,  790.311 de ellos  desde su reapertura como renovado espacio el 3 de abril de 2009, si bien la inauguración oficial a cargo de la Reina Sofía no tuvo lugar hasta entrado el mes de noviembre. 

Cifras muy elevadas que, a juicio de la Diputación -propietaria de La Olmeda,  indican el interés colectivo por la arqueología, el mundo romano y el legado que por estas tierras dejaron los pobladores de una de las villas más lujosas del bajo imperio en Europa.

La Olmeda está viva, y en este sentido cabe hablar de otros proyecto a su amparo, como el renovado Museo de la villa romana instalado en la iglesia de San Pedro en Saldaña, con una imagen moderna y que permite hacer más cómoda y visual, la visita. Se acometió una transformación integral donde los hallazgos arqueológicos y las nuevas tecnologías se unen para dar entidad museográfica al espacio.

En lo que va de año, la villa romana ha recibido 18.738 visitantes, y el museo de la villa otros 9.376, en total han sido 28.114 los que han pasado por estos dos referentes del paso de los romanos por esta tierra. Ya ceñidos al mes de junio pasado, las cifras han sido de 4.475 visitantes en La Olmeda y 1.981 en su Museo, en total 6.456. 

Para la celebración de este aniversario, la Diputación programó ayer un concierto con Pablo Mezzelani como protagonista. Músico, compositor y cantante argentino de larga trayectoria afincado en Cantabria actuó en la villa romana bajo el título Sonidos a lo divino. Fue una propuesta que amalgamaba sonoridades ancestrales con la creatividad musical innovadora, fruto de más de tres décadas de investigación sobre la música étnica de diferentes zonas del mundo, enfocada a la devoción y las divinidades. El programa del concierto constó de composiciones de Pablo Mezzelani y otras piezas musicales de índole histórica, que fueron arregladas por él mismo especialmente para este proyecto, de canto e instrumentos de viento, como el duduk de Armenia o el kaval de Bulgaria, acompañado por Marta Cubas al acordeón y Cristina Cubas al violín. 

Por otra parte, decir que vuelven a la Villa Romana La Olmeda los talleres infantiles de iniciación en la ciencia arqueológica en los meses de julio y agosto. Durante la actividad, los niños -de entre 7 y 13 años- realizarán una excavación arqueológica a su medida, manteniendo el rigor técnico y científico del propio concepto arqueológico en el que se aúnan experiencias multidisciplinares. Las plazas son limitadas y el taller es gratuito, por lo que es necesaria la inscripción previa.