En esta plaza he vivido momentos muy bonitos a lo largo de mi carrera y estoy muy agradecido a esta afición». Este titular de El Juli en la entrevista realizada por Jorge Cancho (redactor jefe de Diario Palentino) en el mismísimo callejón de la plaza de toros de Campos Góticos y publicada en la edición de ayer en esta cabecera, resume a la perfección la buena sintonía existente entre el diestro madrileño y los aficionados de la provincia palentina. 

Un idilio que comenzó a fraguarse en los años noventa, siendo aún un niño, cuando participó en dos festivales celebrados concretamente en 1995 y 1996. En el primero, homenaje a Marcos de Celis, deslumbró al público por su precoz sabiduría y cortaba un rabo. Y el año siguiente, impactó con un novillo del Capea con 521 kilos de peso, con el cual realizó una lidia impresionte. Nuevamente cortaba los máximos trofeos.

La comunión con Palencia como matador de toros se remonta a la víspera de San Antolín del año 2000. Aquella fue la tarde de su presentación en Palencia, con apenas 18 años. Desde entonces, han sido contados los sanantolines en los que no ha hecho el paseíllo, pues ha pisado el albero de Campos Góticos en los años 2001 (foto de la izquierda), 2002, 2003, 2004 (por partida doble), 2005, 2006, 2007 (también hizo doblete), 2008, 2010, 2011, 2016, 2017, 2018, 2019 y en esta de 2022, en la que también ha comparecido otras dos tardes consecutivas (imagen de la derecha).

En total, y según refleja la hemeroteca de este periódico, 19 actuaciones en Palencia sumando la de ayer, lo que le convierte en el segundo matador de toros que más veces ha actuado en el coso capitalino, en el que hasta la fecha ha cortado 29 orejas y abierto la puerta grande en once ocasiones. Por el momento, solo Enrique Ponce supera a El Juli en actuaciones en Palencia, con un total de 23. 

Quizás ver crecer dentro y fuera de los ruedos al diestro madrileño, amén de la grandísima figura en la que se ha convertido con el paso de los años, han ayudado a mantener viva la llama de este particular matrimonio que perdura nada menos que 22 largos años.