Editorial

El comercio local confía en las rebajas para remontar

Diario Palentino
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Con el paso, como un ciclón, del coronavirus por el planeta, los establecimientos comerciales lo que tratan en este periodo especial es de recuperar parte de sus pérdidas para compensar los ingresos, que en buena medida han sido escasos

Desde marzo de 2020 no tiene demasiado sentido hablar de normalidad porque nada ha vuelto a ser normal desde que dejó de serlo con la declaración de la pandemia del coronavirus. Han sido tantos los avatares, en general todos ellos negativos, por los que la humanidad ha pasado en estos casi dos años, y por los que desgraciadamente sigue pasando, que cuesta atribuir a términos como fiestas patronales, espectáculos, navidades o rebajas el significado que hasta entonces habían tenido. De hecho, la época de las rebajas invernales constituía en la normalidad de antaño un periodo en el que los consumidores aprovechaban para renovar su armario, cambiar algunos electrodomésticos o renovar parte de sus dispositivos móviles al albur de la bajada de precios y la presencia de los stocks a estanterías, lineales y escaparates. Durante dos meses, el comercio aprovechaba para dar salida a lo que no había vendido durante la temporada y el cliente se surtía con un desembolso más asequible. Con el paso, como un ciclón, del coronavirus por todo el planeta, los establecimientos comerciales lo que tratan en este periodo especial es de recuperar parte de sus pérdidas para compensar los ingresos, que en muchos casos han sido escasos y en otros, sin llegar a ese extremo, sí han acusado la crisis sanitaria y su derivada económica. 

 Y si a lo dicho le sumamos la velocidad de vértigo a la que se propaga el coronavirus con su variante ómicron -en el caso de la provincia de Palencia ya firma, junto a la variante delta, un tercio de todos los casos detectados desde marzo de 2020-, situación que ha determinado de unas semanas a esta parte la anulación de un importante número de reservas hosteleras y de encargos de alimentación, al no poder reunirse familias y amigos tras declararse algún positivo en sus círculos íntimos, la pretensión es más o menos salvar los muebles.

Sale mucho menos gente a la calle por confinamiento, cuarentena, precaución o miedo; se consume bastante poco o toca anular las previsiones de hacerlo y todo eso se nota en las ventas de todos los sectores y la esperanza está puesta en que la bajada de precios y las promociones de rebajas animen las ventas. Aún así, las del 2021, incluidas las navideñas, han sido bastante mejores que lo fueron las del 2020 con el confinamiento, las limitaciones y el levantamiento paulatino de las restricciones. Con todo y pese a que la normalidad como tal no existe y que esas rebajas no son lo que eran, también por el influjo del black friday que impone campañas especiales desde noviembre quitándole tirón a aquellas, algunos comerciantes empiezan a ver en sus sectores algo de ambiente y cierta animación.

Además, den poco o mucho juego, siempre viene bien hacer caja y si puede ser en el comercio local, que es el nuestro y el que suma un buen número de empleos, todavía mejor.