29 años de un enigma sin resolver

Jordi Ferrer (EFE)
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Antonio Anglés, considerado coautor de la muerte de las niñas de Alcàsser, se esfumó tras cometer el crimen. Ninguna pista ha logrado desde entonces arrojar luz sobre su posible paradero

29 años de un enigma sin resolver

Las incógnitas sobre la huida y la hipotética vida en la clandestinidad de Antonio Anglés, considerado coautor del triple crimen de las niñas de Alcàsser (Valencia), se mantienen al cumplirse 29 años del hallazgo de los cuerpos de Miriam, Toñi y Desirée, las tres chicas de entre 14 y 15 años violadas y asesinadas. En enero de 1993, más de dos meses después de su desaparición, dos apicultores encontraron los tres cadáveres semienterrados en un paraje cercano al pantano de Tous denominado La Romana.

La sentencia dictada en septiembre de 1997 por la Audiencia de Valencia, y confirmada posteriormente por el Tribunal Supremo, dictó que «Miguel Ricart, en compañía de otro varón identificado y que no se encuentra a disposición del Tribunal -en referencia a Antonio Anglés-, y posiblemente de alguna otra persona más», secuestraron a las tres adolescentes para satisfacer sus deseos sexuales. Las víctimas fueron sometidas a violaciones y torturas extremas y, al amanecer del día siguiente, fueron ejecutadas y enterradas en una fosa que sus asesinos conocían, pues les había servido con anterioridad para ocultar una moto robada.

La investigación judicial sobre lo sucedido, de la que es responsable el Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, está completamente agotada, aunque queda abierta una pieza dedicada exclusivamente a la localización de Anglés, uno de los prófugos más perseguidos de toda Europa.

En los últimos años se han realizado diferentes pesquisas orientadas a su búsqueda en el extranjero a raíz de unas llamadas y correos electrónicos que recibió su hermana, que resultaron infructuosas, y también se han analizado restos óseos hallados en las costas de Irlanda, donde se sospecha que pudo llegar o haber fallecido Anglés.

La personación en la causa de la acusación popular que ejerce la Asociación Laxhsmi para la lucha contra el crimen ha dado un nuevo impulso tanto a la búsqueda como a la posible certificación mediante técnicas de análisis modernas de la presencia del sospechoso en escenarios del crimen. Así, han promovido el análisis de pelos y otros posibles restos forenses en los vehículos de Ricart y Anglés, y  presentado un informe detallado sobre cómo se pudo huir de Valencia a Lisboa, donde pudo haberse embarcado como polizón en un  mercante con destino a Dublín.

Muestras forenses

Además, en la vía extrajudicial, esta asociación afirma haber obtenido la confirmación, por parte de la Policía irlandesa, de que las pruebas de ADN de uno de los cráneos hallados en las costas del que se sospechaba que pudiese pertenecer a Anglés confirman que no se trata del fugitivo español. En el citado informe se concluye que existen indicios forenses que demuestran «sin género de dudas» que Anglés estuvo con vida entre el 30 de enero y el 7 de febrero porque se tiene constancia de que pernoctó en el corral de Alborache y en un chalé de Benaguasil entre ambas fechas. Además, tomando como referencia testimonios e indicios no forenses, se apunta la posibilidad de que permaneciese con vida al menos hasta el 24 de marzo a las 18 horas, cuando se le perdió la pista en el buque británico.

Fruto de la iniciativa de esta acción popular en los últimos meses se ha procedido a la toma de nuevas muestras forenses, cuyos resultados todavía no se han hecho públicos. Precisamente, la labor investigadora se centra en hallar evidencias de la presencia de Anglés en los escenarios de este triple crimen, por si fuese hallado con vida, para garantizar que responda ante la Justicia por los hechos de los cuales se le considera responsable.