Un miliario del emperador Decio, pieza del mes del Museo

DP
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La columna de piedra fue descubierto a comienzos de este siglo en la entrada de una parcela agrícola situada a las afueras de Cordovilla de Aguilar y fue presentada por Alicia Ruiz, catedrática de Historia Antigua de la Universidad de Cantabria

Un miliario del emperador Decio, pieza del mes del Museo - Foto: Sara Muniosguren

El Museo de Palencia, de la mano de la catedrática en Historia Antigua de la Universidad de Cantabria Alicia Ruiz Gutiérrez, ha presentado esta mañana un miliario del emperador Decio que fue descubierto a comienzos de este siglo en la entrada de una parcela agrícola situada a las afueras de Cordovilla de Aguilar, y a la que ha asistido el delegado territorial de la Junta en Palencia, José Antonio Rubio. Esta columna miliaria de 212 cm de altura y 51 cm de diámetro constituye la pieza del mes de diciembre y servía para señalar distancias cada mil pasos.

La piedra presenta evidencias de haber sido rebajada, posiblemente para su reutilización como elemento arquitectónico (posible dintel, jamba o umbral), y fue usado como mojón debido a los dos signos cruciformes grabados en la parte inferior. Asimismo contiene una inscripción de siete líneas que se trata de una dedicatoria al emperador Decio y a su hijo Herenio Etrusco.

Los miliarios de Decio en la península ibérica suman 26, casi todos ellos procedentes de la Hispania citerior (24 ejemplares). La especial atención del emperador a la red viaria de esta provincia del Imperio romano pudiera deberse al hecho de que fue gobernador de la misma entre los años ca. 235-238, antes de acceder al trono imperial. En concreto, el ejemplar de Cordovilla de Aguilar se relaciona con la vía que comunicaba la ciudad de Segisamo (Sasamón) con portus Blendium (Suances), pasando por Pisoraca (Herrera de Pisuerga) y Iuliobriga (Retortillo). Esta vía atravesaba la cordillera Cantábrica discurriendo de sur a norte por los valles de los ríos Pisuerga, Camesa y Besaya. Una vez abierto como vía pública, el camino se convirtió en un importante eje de comunicación entre la meseta y la costa cantábrica, y funcionó como una derivación hacia el norte de la vía XXXIV del Itinerario de Antonino, la gran ruta que unía Asturica (Astorga) con Burdigala (Burdeos).