Toyi Marcos Sosa

Desde mi ventana

Toyi Marcos Sosa


Año electoral

05/02/2023

Esto está desmadrado. Truman, presidente que fue de los EEUU de 1945 a1953 decía: «Creo que el jefe de un país para asumir las responsabilidades propias de gobernar debe conocer no solo la historia de su patria, sino la de todas las grandes naciones». Todos los países tienen su historia y ahí está para no repetir lo malo y para enorgullecerse de lo bueno. Pero, en España, hay quien tacha lo que no interesa e inventa lo que convenga. Cuando los periodistas preguntaban a Sánchez que si llegaba al poder indultaría a los  del procés no respondía y se cumplió el dicho, de que quien calla otorga. Incluso ha ido mucho más allá. Louis Brandeis, juez en la Corte Suprema de EEUU al que deberían copiar, solía decir: «La separación de poderes no fue ideada para acrecentar la eficacia del Gobierno, sino para prevenir en éste el absolutismo o la dictadura». ¿Por qué no existe aquí ya que se limitaría y controlaría el ejercicio del gobierno? Si dicen que la soberanía corresponde al pueblo, entonces, de él derivan los poderes del Estado, pero resulta que el pueblo es el mono usado para ir a votar y luego ellos hacen sus amaños: yo te sostengo, tú me sostienes. Innegable, está ahí.
Mayo de 1931 fue un mes y un año que marcaron profundamente a los españoles. La transición de 1978 jugó un papel importante para la  convivencia con la presencia y consenso de todos los luchadores de uno y otro bando y hubo la ansiada reconciliación que llevan tiempo queriendo aniquilar. Tal vez, la gravedad haya que buscarla no tanto por lo que dicen sino por lo que callan. Un líder que gobierna o pretende seguir debe transmitir tranquilidad, competir en igualdad de condiciones, ser incorruptible, no repartir ni prometer propinas anticipadas pues no da de lo suyo sino de lo de todos y que sus planes no escondan lo que de verdad piensa hacer, que de eso ya hemos sufrido bastante. No es rentable para todos, gobiernos con más cabezas que una hidra que un día se miran y al otro se dan la espalda. Visto lo visto, lo que no funciona debería cambiarse, pues algunos son incapaces de reconocer sus propios errores, aunque esto se hunda, aspirando a ser más infalibles que el Papa de Roma.