Una herencia que puede salvar vidas

Ignacio Crespo
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Teófila Calderot donó todo su legado a la investigación contra el cáncer. Ayer se honró su memoria en un acto en Monzón

Una herencia que puede salvar vidas - Foto: Sara Muniosguren

El año pasado la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) de Palencia recibió una sorprendente donación de una mujer que no tenía, hasta la fecha, relación aparente ni con la fundación ni con la enfermedad. Este curioso regalo se trataba de toda la herencia que dejó tras su fallecimiento Teófila Caderot Merino, procedente de la localidad de Monzón, y de cuya existencia la asociación no sabía nada hasta ese momento. 

Dinero, legado y patrimonio, todo lo que estaba en poder de Teófila fue destinado a la asociación, que ayer le rindió un homenaje en la plaza del Ayuntamiento de su pueblo natal para conmemorar el abnegado acto de donación. Teófila había dejado claro en vida que el dinero se tenía que destinar a la investigación contra el cáncer, y la institución lo está cumpliendo al pie de la letra, tal y como asegura la  presidenta de la sección provincial de la AECC, Rosa María Andrés. «El dinero va a ser utilizado de manera exclusiva para financiar proyectos de investigación, siguiendo las órdenes de Teófila. De hecho, ya se ha producido el pago de una beca destinada al Centro de Investigación del Cáncer en Salamanca por valor de 50.000 euros», asegura la presidenta de la asociación. 

Sin embargo, lo importante, en palabras de Rosa María Andrés, no es la cantidad de la que trate la herencia, sino el gesto de generosidad de Teófila, que entregó hasta el último euro del que disponía para ayudar a un bien común, como es la investigación contra esta enfermedad que se diagnostica a casi 300.000 personas al año en España, según los datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). 

El acto de ayer en Monzón consistió en la entrega de una placa conmemorativa a la familia presente de Teófila (entre ellos, su marido José  Luis  Díez Moro) por parte de la asociación, así como el discurso de tres personas relacionadas con la difunta mujer: Rosa María Andrés, Mariano Martínez, alcalde de la localidad , y Mario Martínez, investigador de elite en el ámbito alimentario. La presidenta de AECC Palencia lo considera una «combinación perfecta de gente», ya que el académico, aunque no sea del ámbito médico, y la donante compartían pueblo natal, y toda la herencia recibida va a ser destinada a la investigación. 

Teófila calderot.

Amante de la naturaleza, la  agricultura y el mundo rural, siguiendo la estela de sus progenitores, Teófila Calderot era una mujer  inteligente, dominadora del castellano y apasionada de la lectura, tal y como afirma Rocío Cortés, su sobrina. 

Ella ha sido la encargada de gestionar el legado que la difunta dejó en herencia tanto con el registro como con la asociación, ya que la única familia directa de Teófila es su marido, que actualmente habita en un centro residencial. Rocío afirma que desde AECC se pusieron en contacto con ella para aclarar lo sucedido con el donativo, actuando de mediadora entre José Luis y las tareas administrativas. 

«Aunque Teófila no murió de cáncer, su padre lo había hecho muchos años antes y, desde entonces era un tema que le obsesionaba, vivía siempre preocupada por sus enfermedades», asegura su sobrina.Además, considera que el no tener descendientes directos y tener el cáncer presente de manera habitual en sus pensamientos  como los motivos de su generosa aportación.  Rocío confiesa que ningún miembro de la familia, excepto su marido, era conocedor de la decisión que tomó la monzonesa. 

Teófila falleció el  primer día del año 2020, a los 86 años. La familia, en especial José Luis, su marido, están muy agradecidos con AECC Palencia por el trato recibido.