El Ministerio de Fomento tiene sobre la mesa un total de 20 ofertas de grandes constructoras y uniones temporales de empresas (UTE) para ejecutar el tramo entre Olivares de Duero y Quintanilla de Arriba (Valladolid) de la Autovía del Duero (A-11). Antes de tomar una decisión, debe revisar las ofertas económicas, que serán determinantes para encargar la obra, puesto que la reunión prevista para finales de septiembre se suspendió por razones “técnico-administrativas”.
Por tanto, una vez que se conozcan las propuestas económicas para este tramo de 14,5 kilómetros de autovía, cuyo presupuesto es de 134,97 millones de euros, se adoptará la resolución que elija a la constructora adjudicataria. A partir de entonces, comenzará la cuenta atrás para que en las siguientes semanas arranquen las obras, previsiblemente, ya en 2020.
A finales de julio, el departamento de José Luis Ábalos lanzó la licitación de estas obras con un plaza de ejecución de 36 meses -tres años-. Actualmente, el itinerario entre Olivares y Quintanilla se realiza por la carretera N-122, que soporta una intensidad media de 6.300 vehículos diarios. Por ello, la nueva autovía ofrecerá un trazado más rápido y seguro, que evita la afección a las bodegas ubicadas al norte de Valbuena de Duero, a los viñedos de la zona de San Bernardo y al yacimiento de Cabezo de la Dehesilla.
Las empresas presentaron sus ofertas y proyectos técnicos hasta el 23 de agosto, puesto que el Ministerio tenía previsto que la apertura de los sobres con las propuestas económicas se llevara a cabo el 27 de septiembre, si bien este acto se anuló, sin que por el momento se haya fijado nueva fecha, de acuerdo a la información que publica la Plataforma de Contratación del Estado. No obstante, se abrieron el 2 de octubre los documentos con cuestiones técnicas, basados en juicios de valor.
Ahora, Fomento deberá seleccionar a la empresa adjudicataria para este proyecto, el de mayor montante de los últimos años en Castilla y León, una vez que conozca toda la información facilitada por los licitadores. De acuerdo a los tiempos habituales en estos procesos, la última fase de la contratación podría llevarse a cabo en noviembre, si bien podrían presentarse recursos o surgir algún tipo de traba administrativa.
De forma prácticamente paralela, Fomento licitó en mayo las obras del tramo contiguo de Tudela-Olivares de Duero, que adjudicó en septiembre de este año en 79,1 millones de euros. La obra de este tramo de 20,2 kilómetros de longitud está pendiente de la formalización del contrato y su publicación, para que posteriormente se pueda proceder a firmar el acta de replanteo, que dejará libre el camino para que las máquinas puedan empezar a trabajar.
Nuevo tramo
Este tramo pendiente de contratación discurre por los términos municipales Olivares de Duero, Valbuena de Duero y Quintanilla de Arriba. Se dotará de calzadas de siete metros, arcenes interiores de un metro y exteriores de 2,5 metros. En el trazado se ejecutarán tres enlaces. El primero se ubica en el cruce de la autovía con la VA-104, en Olivares, mientras que el segundo se realizará con la VP-3001, al noroeste de la localidad de Valbuena de Duero. El tercero estará cerca de la localidad de Quintanilla, en la N-122.
Asimismo, se incluirá un ‘ecoducto’ de 190 metros de longitud y 80 metros de anchura para minimizar el efecto barrera sobre la fauna y la afección sobre la geomorfología y el paisaje; un viaducto de 920 metros que salvará el valle Bajada del Páramo, bajo el que discurre la carretera VP-3011, y un puente de 500 metros en el cruce con el río Duero, entre otros elementos.