El CES plantea una fiscalidad diferenciada para la Comunidad

David Alonso
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La institución traslada 686 recomendaciones a la Junta y las Cortes para afrontar desde el «optimismo y la exigencia» la «redefinición» del modelo económico y productivo regional

Enrique Cabero (c), durante su comparecencia junto a los responsables de los agentes económicos y sociales. - Foto: M. Chacón (Ical)

«Esto no es una crisis económica al uso. Es un cambio de época. Se está redefiniendo el modelo productivo». El presidente del Consejo Económico y Social, Enrique Cabero, definió con estas palabras la situación socioeconómica que atraviesa Castilla y León, España y Europa en la actualidad, atrapadas entre los retazos de la crisis sanitaria y los primeros bocados de la derivada de la guerra de Ucrania. Una radiografía que verbalizó durante la presentación del 'Informe de Castilla y León 2021', donde volvió a reclamar la necesidad de poner en marcha un plan estratégico de Comunidad desde el pacto político, sustentando en grandes acuerdos sociales. Así, entre las 686 recomendaciones –todas ellas aprobadas por unanimidad del consejo–, sobresale una que adquiere especial relevancia en la actualidad: Una fiscalidad diferencia para Castilla y León que premie a la Comunidad como productor excedentario en España de energía, especialmente renovable.

Discriminación positiva que, a juicio del CES, debería comenzar por medidas fiscales favorables para personas y empresas que se establezcan en el medio rural, «donde se genera una buena parte de esa energía». «Esta medida serviría para afrontar el reto demográfico y la despoblación», explica el documento, en el que, y también dentro del ámbito tributario, recoge el guante de una de las grandes reclamaciones de Castilla y León y sostiene que la Comunidad necesita una mayor cooperación y solidaridad dentro de un nuevo sistema de financiación autonómica para mejorar su reacción a futuras crisis. 

Además, reclama una revisión de las políticas fiscales que sirvan para «combatir» la falta de armonización fiscal interterritorial. «Es preciso garantizar unos ingresos suficientes y un reparto equitativo de la carga tributaria», detalla el texto.

 Junto a estas, el Consejo Económico y Social hace girar sus casi 700 recomendaciones sobre la base de conseguir que Castilla y León pueda «aprovechar» la crisis actual para «redefinir su modelo productivo» y posicionarse a la cabeza de España impulsando las producciones agrarias e industriales, los servicios, aprovechando el sistema de transferencia del conocimiento y apostando por la logística y las infraestructura, con el Corredor Atlántico como «fundamental», así como por la producción de renovables, en la que la autonomía puede ser una «potencia».

Transformación

«Es imprescindible conseguir una reindustrialización en Castilla y León», apuntó Cabero, que insistió en varias ocasiones en la necesidad de lograr «grandes acuerdos» políticos para afrontar «un cambio de época como el que estamos viviendo». En este punto, reconoció que «ya no vale con hablar de reactivación», y puntualizó que «es la hora de hablar de transformación». En este punto, llamó a un correcto uso de los fondos extraordinarios procedentes de la Unión Europea para sacarla adelante.

 Una ardua tarea ante la que el Consejo Económico y Social se muestra «optimista pero exigente», tal y como reconoció su presidente, que reiteró «el valor del consenso» en una situación como la actual. «No partimos de cero, tenemos posibilidades y tenemos que relanzar las iniciativas público-privadas frente a las dificultades que hay sobre la mesa», concluyó.

«El Diálogo Social no es una opción o un lujo del que podamos prescindir» 

El Consejo Económico y Social reconoce su «inmensa preocupación» por la voluntad de la Junta  de «revisar o eliminar» diversos programas y líneas de actuación vinculadas al Diálogo Social y a los agentes que lo componen –los 20,3 millones de euros anunciados por el vicepresidente Juan García-Gallardo hace unas semanas–. Así aparece reflejado en el informe presentado por su presidente, Enrique Cabero, en el que se hace una férrea defensa del modelo de concertación autonómico.

«El Diálogo Social no es un lujo o una opción del que podamos prescindir», expuso el dirigente de la entidad, que insistió en que el modelo «no debe ser cuestionado» y «si reforzado», más si cabe en una situación de crisis como la actual. «Sin paños calientes, o se alcanzan grandes acuerdos políticos y sociales en Castilla y León o, de lo contrario, habrá más dificultades aún», advirtió Cabero, que apremió a la Junta a «seguir apostando» por el Diálogo Social «con los legítimos representantes de trabajadores y empresas, cumpliendo con los acuerdos alcanzados y la legalidad vigente». Incluso llegó a defender al modelo de concertación como una «oportunidad» frente a otros territorios. Unas declaraciones que realizó escoltado por los líderes de CCOO y UGT, Vicente Andrés y Faustino Temprano, y el secretario general de CEOE, David Esteban.