Jesús Mateo Pinilla

Para bien y para mal

Jesús Mateo Pinilla


Cultura de la cancelación

30/08/2022

Se propone para el ciudadano el alivio de la Ley de la segunda oportunidad, que algunos quieren elevar a las mil oportunidades, pero en reacción a esa benevolencia cultural surge la Cultura de la cancelación, que trata de retirar el apoyo a quienes se consideran no admisibles, boicoteables, los que están fuera del cordón sanitario.
Cuando visité Bogotá se acababa de derruir una olla, el punto de venta de droga más importante, el Cartucho, unas manzanas de edificios que luego se trasladaron cerca y se formó el Bronx, zona donde no entraba la policía, a la que se controlaba dulcemente sus entradas.  
Por el Cartucho andaban sin rumbo fijo colgados del basuko, del pegamento que esnifaban desde un preservativo, una botella o una lata. Eran drogados que ya no padecían hambre. Habían matado el dolor de sus heridas internas y externas. A los que en Colombia se llamaba «desechables», que ya no sirven ni para un solo uso. Nombre y hechos terribles.
En Nicaragua se les llama «invisibles», en Chile «funados», sobre los que ni siquiera descansas la vista, que vagan por la ciudad sin rumbo, a quienes la urbe ni siquiera considera, que ya no tienen nada aprovechable, porque han pasado la línea roja social, y no merecen más que sanción, el escrache, con los que se toma la justicia por mano propia y para su vergüenza pública se aplica el potro medieval, azotes o la humillación en todas sus formas. En Chile se dice: «si no hay justicia, hay funa». Lo que iniciaron los nazis de Hitler, hoy continúa. A quienes se priva incluso de formas para ganarse la vida y deambulan para servir de diana a los sayayines y sicarios.
Dicen que fomentan y justifican la «limpieza social», los escuadrones de la muerte. Esos desdichados apresados por el pegamín, traficantes de armas, gente de calle, prostitutas y travelos, dicen: «Soy de donde me coge la noche. Mi techo: la vida».  
¿No es terrible la Cultura de la cancelación, a la que se suprime importancia? ¿Dónde hemos llegado? ¿Sabe Lilú Verstringe lo que propone la ejecución de la agenda 2030?

ARCHIVADO EN: Policía, Colombia, Chile, Nicaragua