La Mariano Timón: Un siglo reforzando inquietudes artísticas

César Ceinos
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Antiguos alumnos y profesores recuerdan con agrado su paso por la Escuela de Arte que fue bautizada con el nombre de uno de sus doce directores en 1997

El principal centro de formación artística de Palencia se estrenó en 1922 con el nombre de Escuela Oficial de Artes y Oficios y con los estudios de Dibujo lineal, Composición decorativa, Vaciado, Cerrajería artística, Metalistería, Carpintería, Cerámica, Repujado en cuero, Delineación, Forja artística y Esmaltes al fuego. En un siglo ha dado tiempo a cambiar las clases que se imparten e, incluso, la denominación del centro, que fue bautizado con el nombre de Mariano Timón en 1997 en honor al director de la institución entre 1940 y 1975.

En total, a lo largo de los cien años de existencia de la escuela ha habido otros once máximos responsables. El honor de estrenar el cargo de fue José Bellver Delmás. Posteriormente llegaron José Fernández-Lomana, Pascual Isla García, Agustín Ballester Belsaduch, Juan Carlos Acosta y Díaz de la Lama, el ya citado Mariano Timón Ambrosio, Julio Gutiérrez Martínez, Mariano Manzano Berrojo, Luis Alonso Muñoz,  Luis Alonso Rioja, Adoración Díaz Pérez y la actual, María Aránzazu Rebollo Cruz, que asumió el puesto en el curso 2018/19.

Alonso Rioja, que sigue siendo profesor este curso académico, llegó al centro artístico hace 30 años y explica que en las últimas décadas se han producido grandes cambios tanto en la formación como en el equipamiento. «Era una escuela más centrada en la actividad manual y los ordenadores casi no existían. Durante este tiempo se ha ido modernizado y ahora tenemos más de 100 equipos operativos. Los alumnos, prácticamente en todas las materias, utilizan medios digitales para tareas de ofimática y de software específico», explica. Añade que, el paso por la escuela ha dejado una gran huella en su vida. «Prácticamente todo mi desarrollo profesional ha sido aquí», asegura.

Obviamente, no es la única persona con buenos recuerdos del centro. A miles de alumnos, acudir a sus aulas les sirvió para reforzar sus vocaciones artísticas y como base para su vida profesional. Sara Macho, que actualmente tiene 29 años, cursó el Bachillerato de Artes y el grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales en la especialidad de Textiles y asegura que estudiar en la Mariano Timón «fue lo mejor que pude hacer». «Monté un pequeño estudio en una nave de Calaveras de Arriba (León) y llevo dos años dada de alta. No me puedo quejar. Estoy muy contenta», asegura.

Eva González se matriculó en el Bachillerato y reforzó su formación con varios cursos superiores más, algunos de ellos en Palencia. Sobre su paso por el centro solo tiene buenas palabras y destaca a muchos y «buenos profesores». «Se volcaron conmigo», dice esta artista de 33 años que a día de hoy se gana la vida como conservadora-restauradora y, además, tiene su propia marca de joyas, Eva Gonzóñez.

Carlos Laborda, que estudió Metalisteria y Forja entre 1989 y 1994, considera que el centro es un lugar acogedor. «El trato siempre fue bueno, con profesores cercanos y estudiantes con ganas de aprender, investigar y descubrir». Todo ello le animó a aprender el oficio de vidriero artístico, que es a lo que se dedica desde entonces. Actualmente tiene un taller y una tienda en Palencia en el que trabaja junto a su esposa y su hija, alumna de Joyería Artística.

Por su parte, el escultor Alonso Muñoz, discípulo de Victorio Macho, antes de ser docente y director pasó por la escuela como estudiante. «Los recuerdos que tengo de cuando fui alumno son muy interesantes. Entré con trece años, cuando Julio Gutiérrez daba clase de Dibujo al carboncillo y Mariano Timón, de modelado. Timón se portó conmigo muy bien y me marcó como persona y como escultor, aunque tengamos diferentes estilos. Fue un momento muy importante de mi vida», declara.

Otro artista de renombre que aprendió en esta institución es el pintor Antonio Guzmán Capel. Explica que acudió durante un curso académico en la década de los 70 (no recuerda exactamente cuál) para estudiar Vaciado. Además, cita que Modelado lo impartía Alonso Muñoz y destaca la figura de Carmen Trapote, «una profesora de Historia del Arte magnífica». «Tengo un buen recuerdo», concluye.