Las indemnizaciones a los agricultores y ganaderos de la provincia ascendieron a 6,7 millones de euros durante 2022, un 21,82% más que en el ejercicio anterior. Igualmente, aumentó el número de hectáreas palentinas siniestradas, que pasó de 48.385 a superar las 78.100. Según la información facilitada a Diario Palentino por Agroseguro, las altas temperaturas, incluídas varias olas de calor durante los meses de primavera y verano, y la falta de agua fueron las principales causas de las reclamaciones al seguro, que sustituyeron al pedrisco como la principal inclemencia meteorológica por la que dar parte al sistema español de Seguros Agrarios Combinados.

Las producciones de herbáceos extensivos (como los cereales de invierno y de primavera o las oleaginosas) fueron las más afectadas durante la pasada cosecha; de ahí que coparan, con cinco millones de euros (el 74,62% del total), las indemnizaciones. De esta cifra, 4,6 millones de euros fueron consecuencia directa de la importante subida de los termómetros y la sequía que, además, provocó el descenso del nivel de los cinco grandes embalses del norte (Camporredondo, Compuerto, Requejada, Ruesga y Aguilar) y, en algunas zonas del territorio provincial, el corte del suministro de agua dedicado a abastecer a los regadíos antes de tiempo. 

«La elevada temperatura comenzó a mediados de mayo y, luego, la falta de agua que se ha producido a lo largo de todo el verano», comenta el director territorial de Agroseguro enCastilla y León, José IgnacioGarcía Barasoain. Los 400.000 euros restantes se corresponden con otros fenómenos meteorológicos, entre los que figura alguna tormenta de granizo. En este caso, el dato está muy lejos de los 2,64 millones de euros que se registraron en 2021 por este motivo. «No ha sido un año de pedrisco en Palencia», añade.

El resto de indemnizaciones abonadas, que ronda los 1,7 millones de euros, se divide en múltiples conceptos. 98.000 euros se destinaron a cultivos forrajeros; unos 18.000 euros, a hortalizas y en torno a 12.000 euros, a cultivos industriales no textiles (entre los que figura la remolacha). Además hay que añadir las pólizas pecuarias.
Las primas a los agricultores y ganaderos de la provincia equivalen al 8,22% de las destinadas a Castilla y León, que ascendieron a 81,42 millones. En este capítulo, sobresale Burgos, donde las indemnizaciones alcanzaron los 14 millones. Por detrás aparecen Valladolid, con 13,3 millones; Soria (12,6 millones, Zamora (12,1), León (8,2), Segovia (6,2), Salamanca (4,7) y Ávila (3,4).

Agroseguro declara que ya abonó el 95% de los pagos. Asimismo, asegura que «la alta siniestralidad y las indemnizaciones abonadas confirman los graves efectos de la realidad climática actual, y constata la utilidad y eficacia del seguro agrario para garantizar el futuro y la viabilidad de las explotaciones agrícolas y ganaderas». De hecho,  hace hincapié en que, a nivel nacional, las indemnizaciones registradas en cinco de los seis últimos ejercicios (2017, 2018, 2020, 2021 y 2022) son, junto a las de 2012, las más elevadas en los 42 años de historia del sistema español de Seguros Agrarios Combinados. Precisamente la última, con 769 millones de euros, es la más alta.
Por otro lado, el director territorial quiere destacar que «los precios de aseguramiento subieron por el incremento de los costes vinculados a la guerra de Ucrania,  las subvenciones aumentaron un 20% en el último año y el Ministerio aumentó el precio de los cereales en un 24%, por lo que el agricultor cobrará más el año que viene». «Esto permite que el sistema se mantenga con las coberturas y que al productor, en vez de costarle más al aumentar el capital asegurado, ahora le costará menos. De media, cada palentino pagará este año aproximadamente el 45% del coste total», subraya.

SUPERFICIE AFECTADA.  Respecto a las hectáreas dañadas en la provincia, unas 75.200 fueron plantadas de cultivos herbáceos extensivos. Esta cifra, que supone más del 96% del total siniestrado en 2022, creció en un 73% respecto a la de 2021. 29.000 de ellas eran de girasol.       
Por comarcas,los mayores daños se registraron en Tierra de Campos y en el Cerrato, aunque García Barasoain destaca que se trata de las dos zonas con mayor superficie tienen sembrada.

GARCÍA BARASOAIN: «Los palentinos son fieles al seguro»

Palencia es, con 269.000 hectáreas, la segunda provincia de Castilla y León con más superficie asegurada ante inclemencias meteorológicas, solo por detrás de Burgos. Las pólizas suscritas durante el año pasado fueron 7.473, que cubrieron un capital que superó, una vez más, los 288 millones de euros, según los datos proporcionados por Agroseguro. «Es un territorio que es completamente fiel al seguro. Lo asegurado está por encima del 80% respecto al total que se siembra», comenta GarcíaBarasoain.

En relación con las cifras de terreno asegurado de los módulos de invierno este año,  en el que se incluyen todos los riesgos, el director territorial de Agroseguro explica que son «prácticamente iguales» que las de 2022. Únicamente aumentaron unas 200 hectáreas. Las previsiones hablaban de que se iban a plantar menos tierras por el aumento del coste de los carburantes y el incremento de los insumos, pero el terreno asegurado no se resintió. «El agricultor palentino asegura sí o sí», insiste.

A estas hectáreas podrá sumarse, en el caso de los profesionales que lo decidan, el seguro de pedrisco, que se puede solicitar hasta junio, al igual que los seguros complementarios, que suelen suscribirse cuando la cosecha es mejor de la prevista por el buen tiempo.

Los agricultores destacan la ausencia de problemas en el pago de los siniestros

Agroseguro es «la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados y se encarga de la gestión de los seguros agrarios por cuenta y en nombre de las entidades aseguradoras que forman parte del pool de coaseguro», según la información que aparece en su página web. Se trata de una herramienta que comenzó a funcionar en 1978 para apoyar al campo ante siniestros y, como admite el presidente de Asaja Palencia, José Luis Marcos, «ojalá no se cobrara ningún año». «Eso significaría que no ha habido ningún problema», explica.

Desde las organizaciones agrarias profesionales (opas), informan de que, salvo contadas excepciones, los agricultores y ganaderos han recibido los pagos de la póliza del seguro sin sorpresas desagradables. «Hay buena información en Agroseguro. Desde el momento que das parte, tienen un código con el que comprobar la situación del siniestro. A la hora de las indemnizaciones también funciona bien. Siempre puede haber algún profesional descontento porque es un seguro y alguno pensará que no es lo correcto lo que le han dado, pero este año, en líneas generales, bien», añade Marcos.

Además, destaca que este año el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapa) «recuperó una subvención que quitó en 2012» con la que los agricultores han desembolsado por sus pólizas una prima similar a la del año anterior pero «han asegurado más dinero».

Por su parte, el secretario provincial de COAG, David Tejerina, manifiesta que «hasta la fecha los técnicos han portado bien con los siniestros». «La gente suele quedar contenta con la peritación. Es una herramienta con una buena valoración por parte de los profesionales del campo», opina. Eso sí, reclama una mayor aportación de las administraciones públicas para que asegurar su trabajo sea más económico, más en años como este en los que los cereales se vendían por un precio más alto que en las cosechas anteriores pero los insumos también han sido más elevados que en el pasado.

En términos muy parecidos se expresa su homólogo de UPA en la provincia, Blas Donis, quien subraya que no tiene conocimiento de que se han producido problemas a la hora de cobrar de Agroseguro en un año en el que se han dado numerosos partes por elevadas temperaturas y ausencia de agua. No obstante, piensa que existen algunas cuestiones que siempre se pueden mejorar con una nueva regulación, como un descenso de la franquicia o la indemnización tras varios años con ataques de fauna salvaje. También aboga por una actualización de los precios de los productos afectados. Bajo su punto de vista, «están un tanto desfasados de lo que puede ser el mercado en años como este». Asimismo, cree que la valoración de los daños debía hacerse «parcela por parcela y no por el conjunto de la explotación».