«¿Qué más te da?», le soltó el portavoz del PSOE en el Congreso, Patxi López, a un periodista que ayer le preguntaba en rueda de prensa si hay más diputados de su grupo parlamentario implicados en el 'caso Mediador'. La respuesta denota el nerviosismo creciente en las filas socialistas a medida que van saliendo a la luz nuevos episodios de la trama de presunta extorsión a empresarios que gira en torno al exdiputado canario Juan Bernardo Fuentes Curbelo. Al político vasco le ha tocado, una vez más, poner la cara e intentar dar explicaciones sobre un asunto que salpica de lleno a su partido a tan solo tres meses de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. 

El escándalo crece en intensidad y también la presión de los grupos de oposición al Gobierno. El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha calificado el caso de «cutre» y «lamentable» y ha exigido a Pedro Sánchez que desvele los nombres de los 15 parlamentarios socialistas que participaban en las 'fiestas' de Tito Berni, el alias con el que se conocía en la trama a Fuentes Curbelo. La formación conservadora ha abierto la puerta a impulsar una comisión de investigación en la Cámara Baja y no se descarta que alguno de los partidos que sustentan al Ejecutivo pueda apoyarla. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, ya ha señalado que su grupo votará a favor «de que se investigue esta corruptela». 

Desde Ferraz y desde el palacio de la Moncloa se están lanzando mensajes de 'tolerancia cero' ante la corrupción y advierten que la atajarán con rotundidad y prontitud. El presidente socialista de Canarias, Ángel Víctor Torres, uno de los que puede salir peor parado de estos acontecimientos tan sórdidos, señalaba que el PSOE se personará como acusación particular, «quien se salte la ley, que caiga», declaró. 

La contundencia de la que pretende hacer gala el Partido Socialista ante este caso deberá ser demostrada con hechos y sobre todo con transparencia. Las insinuaciones del «y tú más», tan habituales cuando algún dirigente político se ve atrapado en una trama corrupta, no sirven más que para seguir emponzoñando la política nacional y en nada ayudan en la mejora de la calidad democrática. 

Ningún partido está libre de los caraduras que intentan hacer negocio sirviéndose de su escaño o de sus cargos en alguna administración. El lunes se cumplían 28 años de la detención de Luis Roldán en Tailandia. El que fuera director general de la Guardia Civil durante el gobierno de Felipe González ha sido uno de los ejemplos más vergonzosos de la corrupción patria. Casi tres décadas después, las imágenes y los vicios de la 'trama Mediador' recuerdan aquellos tiempos oscuros.